Cuba está convulsa por los acontecimientos que se le vinieron encima en el último año: la visita de Barack Obama en la primavera de 2016, la victoria de Donald Trump como presidente electo de EE UU, la muerte de Fidel Castro el pasado noviembre y el anuncio para dentro de poco más de un año de la retirada de Raúl Castro. Toda esta serie de circunstancias el cubano las vive desde el desconocimiento y el fatalismo, pasando por la desgana y la urgencia del día a día. Escuchando a la gente da la sensación de que la muerte de Fidel Castro ha clausurado las bocas. Encender una grabadora es tentar al diablo. Como si las opiniones sobre temas concretos hubieran quedado encerradas dentro de ese pedrusco donde están las cenizas del Comandante, porque la vida sigue con sólo leves indicios de mejora. Y la ausencia física de Fidel ha provocado la asunción de una orfandad inquietante, cuyo paternalismo se multiplica en los medios, habiendo cambiado las hazañas bélicas de la revolución de los barbudos por los testimonios lacrimógenos de los que tuvieron contacto con él, o actos por todo el mundo en su recuerdo, reflejado en el "Granma" del día 6 de diciembre con foto incluida.
Para la familia Castro este otoño se ha convertido en una sucesión de actos fúnebres que empiezan con el fallecimiento de Fidel Castro Ruz, el 25 de noviembre de 2016, luego el largo duelo de nueve días de silencio absoluto en medios de comunicación y lugares públicos con recorrido por todo el país hasta el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, donde fue enterrado el domingo 4 de diciembre en un monolito con una lápida con sólo un nombre: "Fidel". Además, el día 7 tuvo lugar la inhumación de las cenizas de Angelita Castro Ruz, fallecida en febrero de 2012, y de Ramón Castro Ruz, fallecido en febrero de 2016, en el panteón familiar de Birán, pueblo originario de la familia Castro en la provincia de Holguín. Las cenizas fueron llevadas por Raúl Castro y su hermana Enma.
En la ceremonia intervino Eusebio Leal, historiador de la ciudad de La Habana, hombre de verbo lúcido, gesto teatral e impecable capacidad comunicativa, que deja muy atrás a los que ensalza, y que es ahora también como el telepredicador sacrosanto encargado de catapultar a Fidel al más allá de la historia: "Vendrán aquí millones de personas de todo el mundo". "El espíritu de la familia queda depositado aquí para siempre". La familia, ese concepto homogéneo tan lleno de simbolismo como poder absoluto. ¿Debiera interpretarse esto como una sutil información sobre el sucesor de Raúl Castro en la Jefatura del Estado dentro de la familia? Pero, por otro lado, llama la atención que en un acto fúnebre de este calibre no se mencione a nadie destacado del amplio elenco de parientes que asistieron. Los medios tampoco se quedan atrás en titulares para la posteridad: "El homenaje infinito". "Canción eterna a Fidel". "Entre el dolor y el orgullo". "Paradigma para todo el mundo". "No te laves las manos si tocaste a Fidel".
Germán R. Arias, de abuela paterna de Villa Clara, Cuba, y padre nato en Calabazar de Sagua, Cuba, 1916, viaja a la isla con frecuencia. "El cubano parece que está muy conforme. Trump no puede ser nada bueno salvo que le dejen construir hoteles a su gusto. La gente es muy reacia a comentar nada. Raúl es más militar que Fidel y lo basa todo en el Ejército. Para la sucesión igual hay un 'tapado' en la familia. Hay que venir a Cuba a quererla, no a entenderla".
La victoria del Real Madrid ante el Deportivo el 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, se vivió en el lobby del hotel Habana Libre con total indiferencia a un día reivindicativo como ése, celebrando la victoria de los merengues in extremis por la Peña Madridista de La Habana, formada por un grupo de aficionados, y la presencia del director del hotel, Luis Basterra.
Gustavo Benítez, Camagüey 1954. "Hay buenos modelos de carros americanos de este año. De tubo de escape pequeño pero fuerte. Soy socorrista de esta playa de Santa María, a 15 km de La Habana. Con Obama la cosa se relajó. Pero él no pudo hacerlo todo. Los cambios ya están organizados desde antes. Las prioridades son apuntalar la economía. La política no es involucrar a la familia, salvo los dos hermanos que ya venían convoyados".
Se está materializando un divorcio en lo económico y lo político entre los cubanos que han accedido al cuentapropismo (pequeños negocios como los autónomos en España), junto a los profesionales, familiares de combatientes, gremios policiales, funcionarios de alto nivel, con respecto a la gente que resuelve como puede, es decir, como siempre, ansiosa por salir del país hacia lugares donde ya tiene parientes.
Todavía esos días una balsa con 41 cubanos llegó a Miami, donde fueron recogidos por las fuerzas locales, según me comenta una testigo directa, con total silencio de los medios.
Tomás Sandrino, abogado con 25 años de ejercicio, primero se muestra reacio a que ponga su nombre. "Soy Juan Pérez, y ya está". Luego se reafirma en sus convicciones.
"La mayoría de la gente prefería a la señora Clinton para dar continuidad a lo de Obama. El cambio aquí es dentro del proceso: reducir el burocratismo. Los salarios son bajos, pero los cubanos han sabido sobrevivir siempre. Aquí habrá una continuidad histórica. Cuando Fidel tenía 60, 70, 80 años ya se pedían cambios. Aquí hay una conciencia política muy fuerte. El vicepresidente Díaz-Canel (Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Santa Clara, 1960) tiene arraigo político. Aquí se vive la pirámide social invertida, pero es algo en que está transitando el Estado".
Hay un proceso de mayor militarización del país. La fuerza moral de Fidel no la tiene Raúl, y el miedo a posibles revueltas internas le hace atrincherarse tras la fuerza represiva. Este año van más de nueve mil arrestos de disidentes. La victoria de Trump fue recibida en la isla con maniobras militares del 16 al 18 de noviembre. En el Ejército no parece haber fisuras. Gestiona todas las empresas más lucrativas relacionadas con el turismo.
Yuslady (nombre supuesto) accedió a un cargo en la Asamblea Provincial del Poder Popular. Llamado también CAP, Consejo Administración Provincial. Sacó buena nota entre más de 300, tuvo que ser verificada por los profesores, por los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), no tener tatuajes y ser disciplinada. Tiene que atender las innumerables quejas de los ciudadanos, sobre todo problemas de vivienda. Si ella no lo resuelve (casi nunca), acuden a su superior, el Especialista Principal, que tampoco lo hace.
"Hacen casas nuevas pero para funcionarios, dirigentes y Policía. Mi casa está dividida en tres pedazos: en uno viven mi tío, su esposa y su hijastra; en otro, una prima con el esposo y los hijos; nosotros tenemos dos cuartos. A mi hermana de 17 le di cobertura dejándole uno. En el otro dormimos mi papá, mi mamá, mi hijo de 4 años y yo en una cama camera (1,50 m de ancho) hasta que Dios quiera".
Las mentiras generales
El cubano miente mucho. Miente como fórmula de engaño (nada piadoso), encaminada a obtener beneficio del extranjero, y miente para crear polémica entre ellos mismos. En las últimas fechas de diciembre se corrió el bulo de que iban a repetir otra serie de días de duelo porque se conmemoraban algunos hechos históricos de Fidel. Mientras, y a la vez, se estaban abasteciendo de bebidas alcohólicas los establecimientos de hostelería, algo incompatible con otro posible luto oficial.
Y miente prometiendo lo que no va a cumplir, fingiendo lo que no siente o mostrando interés especial por algo que le importa un pimiento. Por ese camino sólo busca un único objetivo: crear una atmósfera amistosa o afectiva encaminada a conseguir una renta del tipo que sea, aprovechando, por una parte, la ingenuidad del visitante primerizo y, por otra, esa sensibilidad que despierta en el forastero la presencia de la calamidad circundante.
En este sentido, hay una gran devaluación de los sentimientos nobles por parte de la sociedad. Ese carácter abierto y hablador que comentan los turistas noveles refiriéndose a la población, en la mayoría de los casos no es otra cosa que una semilla estratégica sembrada en la buena fe del viajero.
Esto no es consecuencia de una antropología determinada en lo intelectual de la ciudadanía, como pueden ser en lo estético los abultados glúteos de muchas mujeres (esteatopigia), el andar descabalgado de los hombres de color, el vocingleo sin miramientos que se oye en cada rincón o la afición al ruido de todo tipo.
La cualidad engañosa es una deformación generada de modo paulatino a lo largo de años de necesidades, que ha calado tan hondo en la gente, que el turismo es fuente de ingresos para el país, pero no sólo por la vía de las empresas del sector, sino también a través de un jineteo de ocasión, que ha encajado en la sociedad como algo natural y necesario, como fórmula asumida por la mayoría de la población.
A través de esos mecanismos circulan los pesos de manos del turista pasando por el mocerío disfrazado de juventud que se divierte en discotecas, bares musicales, coctelerías, donde todo tiene su precio, desde las bebidas, inalcanzables para salarios de 20 pesos al mes, hasta las miradas cómplices y todo lo que puede seguir después. Y cuyo lucro revierte en novios, chulos, hijos de madres abandonadas por sus esposos o compañeros temporales, abuelos de pensión ínfima y toda la cadena alimentaria que va detrás.
En uno de esos locales (Up&Down) aparece Juan Carlos Monedero, exdirigente de Podemos, que forma una pequeña trifulca recurriendo a la seguridad del establecimiento para exigir intimidad cuando un español lo fotografía junto a su acompañante.
Ada Villier, jubilada tras 35 años en una empresa de plásticos, cobra 8 dólares al mes. Menos mal que tiene FE (Familiares en el Extranjero). "Mis hijos están en Barcelona, si no, me muero de hambre. Me pusieron una cadera de 100 pesos, pero el cirujano me dijo que tiene que ser una de 1.000. Y tengo que operarme de nuevo".
Iván (nombre supuesto) antes vendía tarjetas telefónicas para conexión a wifi, ahora vende artesanía, gruesos collares de acero dorado por Centro Habana. "Mi familia por parte de padre quiere sacarme para los EE UU. Trump es un millonario que no va hacer nada por los cubanos. Seguro que va a quitar para nosotros los pies secos".
Ley de Ajuste Cubano: si el emigrante pisa suelo americano se puede quedar. Donald Trump anunció durante la campaña que expulsaría a 35.000 sin papales. Ben Rhodes, asesor de Obama, ya dijo que daría muy mala imagen para América Latina revocar los cambios en la política con respecto a Cuba.
Pero esas mentiras caribeñas también proceden del Estado. No hay más que leer los boletines oficiales del Partido Comunista, llamados periódicos, para notarlo. El presidente Raúl Castro anunció (una vez más) la unificación monetaria para el 1 de enero de 2017, desapareciendo el CUC, o peso convertible, para dejar el peso cubano como moneda nacional. Un CUC son 26 pesos cubanos. De hecho, están imprimiendo billetes de 200 y 500 pesos. Pero nadie sabe, al fin, si se llevará a efecto.
Y los engaños están presentes incluso en las relaciones políticas y diplomáticas. No es que los documentos firmados no se cumplan a la postre, sino que lo que rubrican y lo que piensan no suele ser coincidente, de modo que al final surgen siempre discrepancias y el incumplimiento de los acuerdos se debe más a que firman lo que no creen y sólo quieren cumplir lo que les apetece. Así que los protocolos, muchas veces, llevan contenidos de dudosa realización, lo que da lugar a que posteriormente sea necesario renegociar lo acordado inicialmente.
Jaqueline Lores, 28 años, paciente, tez oscura, trabaja en un laboratorio en "química de los alimentos". La indiferencia ante las preguntas te hace sentir esa sensación de mentira compulsiva. "Donald Trump no me parece ni bien ni mal. Este Gobierno está bien estructurado. Las cosas están muy bien pensadas. Antes de que falleciera Fidel ya estaba preparado Díaz-Canel. Fidel lo hizo todo bien. Dijo Raúl que todos los derechos humanos no se cumplen. Pero es que todos los países tienen sus grietas. El cubano es como el corcho, flota en todas las aguas".
Este funcionamiento no es un método, es una manera de sobrevivir. Un costumbrismo que trasciende más allá de lo oficial y se mueve entre el gentío como una manera de agradar con respuestas que satisfagan al interlocutor, pero que no se ajustan a ninguna realidad posible de llevar a cabo.
No es sencillo luego obtener razones de peso cuando solicitas aclaración de aquella empresa destrozada, porque lo justifican con la ineficacia burocrática, las demoras no aclaradas, los transportes obsoletos, una cierta desgana congénita y una confianza, casi siempre cierta, de que el interlocutor no sólo va a admitir y comprender esa falta de rigor sino que volverá a caer, si se da el caso, en los mismos acuerdos e idénticas solicitudes, a sabiendas de que lo más probable es que no se cumplan una vez más. Un proceder sin mala fe, pero con hábito, y, de paso, una cierta posición de dominio que el cubano convierte rápido en poder ante la negociación.
Dos sociedades
Al lado de la penuria de una sociedad que pelea por salir adelante, hay una sociedad que se aburguesa, que está creciendo de la mano del cuentapropismo que el propio sistema ha creado y que se está convirtiendo en la población más fidelista.
A esta nueva clase le importan poco la miseria del vecino, la falta de libertades básicas, unos medios de comunicación como "Granma" o "Juventud Rebelde", que repiten el mismo texto en algunas noticias en primera página sin ningún rubor periodístico. Porque todos éstos o tienen la antena (prohibida) para coger emisoras de TV extranjeras o están en la hostelería.
Alfredo Quintana, 55 años, cantinero coctelero en un restaurante del Vedado, asegura que "Donald Trump va a retomar el camino de los Bush frente a la política de buen vecino que hizo Obama. Es un modo de vida que se suma a la mafia de Miami. No se puede pensar como hace 60 años. Obama se dio cuenta de que el bloqueo no es un problema para Cuba. Los cambios ya están hechos desde el año 1959. La sucesión está en manos de Díaz-Canel. Lo han preparado para eso. Yo tengo dos trabajos, mis propiedades y vivo muy bien".
O como D. H., que tiene un pequeño bar en el soportal de una casa de su madre. "Vendo sólo jugos, refrescos y café. Pago al Estado 30 pesos más el 10 por ciento del bruto. La luz, 10 pesos. Gano en un día lo que un médico al mes. ¿Qué está mal el país? Sí. La culpa es del difunto".
A pesar de todo, la calle está plagada de teléfonos móviles. Abrir una línea telefónica en Etecsa son 40 pesos (dos salarios mensuales), tabletas, auriculares, memorias de MP3, ropa vistosa, uñas acrílicas, tenis (playeros) de marca, camisetas llamativas, colas continuas en los bancos y oficinas de cambio, CADECAS, y un alterne nocturno que salarios de 20 o 30 pesos mensuales no pueden dar.
J. F., ama de casa, 34 años. "En el mercado sólo hay pollo, perritos calientes, picadillo, albóndigas. La escasez me crea mucha ansiedad. Una libra de carne vale casi dos dólares. Yo nunca desayuno. Mis hijos sí. Somos cinco en casa. Mi mamá con una pequeña pensión tiene que pagar un frigo (nevera) porque el Estado le quitó el viejo. Mi hermano está preso porque bisneaba (hacía negocios) con cualquier cosa y le metieron dos años. Si no trabajas para el Estado te acusan de peligroso".
Desmotivación amorosa
En los últimos años las parejas de cubanos no duran lo que sus padres o abuelos. Hay una cierta desmotivación amorosa en la gente más joven. Se convive por puro placer conyugal, que dura hasta que la crudeza de la realidad rompe las parejas por la parte más débil: el dinero. Y el varón zanganea de reina en reina, pero sólo cuando ésta es fértil y lozana, luego cambia y se repite el círculo.
Así se ven muchas mujeres jóvenes con hijos y solas, sin ayudas de los padres y sin asistencia de otro tipo. Hay embarazos que se producen con menstruación durante los primeros tres meses hasta que llega un punto en que no pueden abortar.
Según los ginecólogos, es algo que sucede así. En la mujer hay un cierto apego a la maternidad pero el desinterés del padre las convierte en madres solteras. Donde la religiosidad perdura. Las que fueron santas (visten de blanco todo un año) llevan de por vida tres collares de lana, uno con colmillo de chivo decorado, un pequeño crucifijo, un cascabel y pequeños adornos que se entrecruzan por debajo de los brazos y la cintura.
La juventud es un motor importante para la vida diaria. Las ansias por poseer en una sociedad donde tener cosas -aunque sean de escaso valor pero de suficiente valía como para adornar el entorno personal- está mal visto crea una desaforada urgencia de consumo en un mundo donde esa circunstancia, que en el mundo capitalista es combustible para el desarrollo, allí es fuente de frustración y desánimo.
David Ignaga es de Trinidad. "Mis antepasados eran esclavos. Mi familia tomó el apellido de los amos, que procede del valle de Manaca Ignaga. Yo no le tengo fe a nada. Vivo a mi manera. De joven me interesaba en tareas del Estado. Tengo un amplio sentido común y no pongo esperanzas en nada. Fidel y Raúl nacieron para lo que hicieron".
Con el incremento del turismo, que ha pasado de dos millones al año a 3.600.000, los servicios han mermado su calidad. El sistema se ve desbordado por un crecimiento repentino, además de los precios disparados debido al cambio euro-dólar que equivale a la par, un euro un peso convertible o CUC. Si no fuera por la magia que exhala Cuba, ayudada por la visita de Obama (no por los EE UU) y por la exigua competencia de los países circundantes, el turismo hubiera seguido estancado.
Tras la muerte de Fidel, a los lugares típicos para las visitas de los viajeros se ha unido también la habitación del piso 22.º del hotel Habana Libre, llamada Suit Castellana, que sirvió de Jefatura del Estado en los tres primeros meses de Gobierno en 1959. Tres pesos por persona la visita. Pero las labores de pintura al ritmo típicamente caribeño la han cerrado temporalmente, no se sabe si definitivamente. Además, hay que seguir un protocolo especial con llaves en caja de seguridad y visita guiada con custodios de vigilancia.
Allí fue donde Fidel tuvo la primera amante, tras la victoria final, en la persona de Marita Lorenzo, "la alemanita" como él la llamaba. Hija de un capitán alemán de la Marina que recaló en La Habana con su barco, el recién ascendido a comandante de todo se encaprichó de ella, la mantuvo allí varios meses, hasta que quedó embarazada del que luego sería Andrés Vázquez (La Habana, 1959), que creció bajo la protección de Fidel, sin que su madre pudiera verlo hasta mucho tiempo después en un viaje a Cuba desde su residencia en los EE UU. La guía de este lugar apenas sabe nada de todo esto.
Viaje a cualquier parte
Un viaje de treinta minutos en almendrón (coche antiguo) puede ser una experiencia inmersa en una cierta magia. El vehículo lleva nueve plazas. Y no sólo te transporta en el espacio terrenal sino también en el místico.
El conductor suele ser callado y discreto. Y sólo se dedica a dos cosas con verdadera vocación y cuidado: conducir y gestionar las canciones de la MP3. Diríase que la música, cuyo volumen, tras los trámites de cobro y destino, ya va al máximo, doblega hasta el exterminio cualquier palabra o frase de los ocupantes.
Visto así, parece normal que el recorrido por una ruta de prominencias asfálticas ocasionara un balanceo inconsciente e indomable que hace sintonía con el ritmo de la música. De modo que los tres viajeros de la primera fila van moviendo la cabeza al son del bacheo del eje delantero, los del medio en un cierto equilibrio de pesas y medidas por su situación y los de atrás se mueven según repercute la ondulación en las ruedas traseras.
Los nueve forman una danza que se va alternando hacia derecha o izquierda, hacia delante o atrás, sin que cause el menor rubor a los ocupantes, ni provoque alteración alguna en su comportamiento. Porque hay una cierta seriedad no pactada que se mantiene con un rigor no sujeto a planteamiento alguno. Pues no hay intercambio de miradas, ni ejecutoria de gestos, ni estiramiento de músculos más o menos próximos al vecino. El espacio es tan reducido que el respeto y la sumisión ante el proyecto común del viaje no deja lugar a otra cosa que no sea la ensoñación o el amago de sesteo mientras el aire cálido entra por las ventanillas, los muelles de los asientos se agitan sin sobresalto y el tráfico discurre sonoro, ventilado y musical.
Se nota que puede ser un viaje a término glorioso o un regreso de origen saludable. Todo sin parpadeo del conductor, impertérrito, seguro e intrépido. Y el deseo de los ocho viajeros de que sea un destino a cualquier parte.
