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Licenciados en sharía y otros predicadores

Perfiles y formación de los imames que dirigen las oraciones en las mezquitas y centros de culto musulmán en Gran Canaria, entre Arabia Saudí y Marruecos

Licenciados en sharía y otros predicadores

El doble atentado de Cataluña, que ya está empezando a ser conocido popularmente como los atentados del 17 de agosto de 2017 o simplemente por el numerónimo 17-A, ha puesto el punto de mira sobre la figura de Abdelbaki Es Satty, el imam de Ripoll muerto en la explosión de Alcanar, cerebro de la célula yihadista que en tan sólo dos meses consiguió radicalizar sin que nadie lo percibiera a los autores de los atentados de Barcelona y Cambrils.

Lo más sorprendente es que Es Satty, no manifestaba sus ideas extremistas hasta el punto de que nadie de la comunidad musulmana en la que ejercía de imam sospechaba de su radicalismo, ni siquiera conocían que había sido condenado por tráfico de drogas y mucho menos que hubiera compartido cárcel con uno de los perpetradores del 11-M. todo esto lleva a formular estas diez cuestiones sobre los imames:

¿Es Satty era un imam?

El hecho de que Es Satty careciera de una formación religiosa exhaustiva y no hubiera cursado estudios en una escuela islámica de su país ha revelado a la prensa española algo que sin embargo es de sobra conocido por la comunidad islámica de nuestro país: la falta de recursos para contratar imames. Si bien es cierto que en la religión musulmana no existe un clero y por lo tanto cualquier persona puede dirigir la oración, todos los musulmanes necesitan consultar a un hombre instruido en las ciencias islámicas las cuestiones que les surgen a diario, por lo que es conveniente que el imam sea un hombre formado en las ciencias islámicas. Todo esto lleva a plantearnos la siguiente cuestión:

¿Están bien formados?

Al ser este un país en el que los musulmanes constituyen una pequeña minoría y debido a la aconfesionalidad del estado las religiones minoritarias sólo pueden recibir subvenciones para fines sociales, pero no religiosos, con el resultado de que no existen estudios reglados en ciencias islámicas ni certificados oficiales que acrediten la formación de los imames. A esto hay que añadir que debido a la tradicional desunión de las comunidades musulmanas nuestro país carece de una institución que regule quiénes ejercen de imames y mucho menos los controle para que en caso de que tengan un discurso extremista destituirlos, como sucede en otros países de Europa. Este vacío legal hace que ni siquiera exista un registro de imames y que nadie pueda controlar quien ejerce como tal.

¿Quién nombra a los imames?

Cada comunidad musulmana de una población o un barrio crea una comunidad religiosa que se inscribe en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, así que cuando una de estas comunidades quiere abrir una mezquita alquila o compra un local que tiene que estar autorizado por las autoridades, a este respecto hay que dejar claro que en Gran Canaria no hay mezquitas clandestinas. En cuanto al imam, es la junta directiva de la comunidad quien lo contrata según los medios con los que cuenta.

Las comunidades religiosas se financian a través de las donaciones de los fieles, porque en su casi totalidad no reciben ningún tipo de financiación estatal o externa, de tal modo que según el nivel de la comunidad, así será el del imam, por ejemplo, una comunidad pobre y compuesta por musulmanes de un perfil cultural bajo contará con escasos medios, lo que la llevará a tener que contratar a un imam que en la mayoría de los casos carecerá de la formación académica correspondiente a su cargo y por lo tanto su visión de la religión islámica será muy superficial o incluso sesgada.

Los musulmanes canarios saben que un imán ignorante, o con una formación incompleta, puede suponer un problema para toda la comunidad, porque puede llegar a dar consejos inapropiados o simplemente erróneos.

A pesar de que diferentes entidades islámicas han estado alertando al gobierno de este problema desde hace años, no se les ha prestado atención hasta que ha sido demasiado tarde. Entonces surge la siguiente pregunta:

¿Cómo se eligen los imames?

En realidad el tema es muy complejo, porque cada comunidad soluciona el problema según sus medios. Como es de suponer las más pequeñas cuentan con menos recursos para sufragar los gastos de la contratación de un profesional de un nivel intelectual alto, o que se encargue únicamente de ejercer esa función sin tener otro empleo, por lo cual recurren a alguno de sus miembros al que se le encarga la tarea de dirigir las oraciones en sus ratos libres. Tal es el caso de la inmensa mayoría de las mezquitas españolas, que no cuentan con imam y si acaso durante el ramadán lo traen de otro país -generalmente de Marruecos- para dirigir las oraciones de ese mes. Las mezquitas grancanarias que están en esa situación son Ar-Rahma de El Carrizal, As-Salam de Doctoral, la Comunidad islámica de Mogán de Puerto Rico y At-taqua del Cruce de Arinaga. Todas ellas se caracterizan porque actualmente no tienen imam, pero sí una o varias personas que ejercen sus funciones siempre que cumplan el requisito de conocer el Corán y hablar árabe. El resto sí pueden permitirse tener imanes más formados que se dedican únicamente a ejercer como tales porque pertenecen a comunidades más extensas y por lo tanto cuentan con más medios económicos. A pesar de ello cada una debe ser analizada por separado:

Mezquita del rey Kháled

Tradicionalmente la falta de recursos de las comunidades islámicas españolas a la hora de contratar imames formados ha sido aprovechada por Arabia Saudí para reivindicar su liderazgo del islam a través de la financiación de las mezquitas. Un ejemplo de esta realidad lo tenemos en el centro islámico más antiguo de Gran Canaria: la mezquita del rey Kháled de Las Palmas, cuyo imam es desde hace más de dos décadas Muhammad Sáleh, de origen egipcio pero formado en Arabia Saudí.

At-Tawba

Situada en el Centro Comercial Yumbo en Playa del Inglés, el imam de At-Tawba es Abdelhabib El Aoukan, de 40 años, tangerino y formado en sharía en su país. Este imam es el más antiguo después de Muhammad Sáleh.

Al Wáhid Al Áhad

Situada en la barriada de Balos, Vecindario, su imam es Muhammad Yaqoubi, natural de Alhucemas, licenciado por sharía, ley islámica, en Tánger.

Mezquita de San Fernando

Es la mezquita más reciente, pero a pesar de ello tiene dos imames licenciados en sharía: Muad al-Malki, de veintisiete años, originario de Sidi Sulaimán, que también posee el status de hafiz -el que conoce de memoria el Corán-, y Mustafa Busuabi, de treinta y ocho años, originario de Nador.

Al Imán

Debido a que está compuesta mayoritariamente por senegaleses y mauritanos pertenecientes a la cofradía sufí tiyania, esta mezquita de Vecindario presenta la peculiaridad de contar con dos imames de esa misma orden. El primero es Omar Ly, natural de Mauritania y formado en ese país y Senegal, que fue nombrado líder de la comunidad tiyani en Gran Canaria en el 2003 por el Sheikh Mansur Baro, imam de la ciudad senegalesa de Mbour. El otro es Ciré Cheikh Ly, originario de Senegal, que desempeña las funciones de imam en la mayoría de las ocasiones ya que Omar Ly vive entre Las Palmas, Nouakchott y Florencia.

Nur

También denominada Mezquita islámica de Vecindario, Nur es la más grande y la que más imames ha tenido. En la actualidad cuenta con uno de origen marroquí que posee un variado currículo pero todavía se encuentra en periodo de prueba, lo cual demuestra el nivel de exigencia de los miembros de esta comunidad. De este modo los imames de las diez mezquitas de Gran Canaria demuestran la disparidad de medios de que disponen las comunidades islámicas de la isla y asimismo que el islam no es una religión monolítica ya que cuenta con imames sufragados por Arabia Saudí, por sus propias comunidades o pertenecientes a cofradías sufíes.

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