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Entrevista | Historiadora del Arte

"El público que visita Louvre es cada vez menos respetuoso"

"Mi sensación más sobrecogedora ha sido pasearme la primera vez o un martes por el Museo de París cuando está cerrado al público: un auténtico privilegio", manifiesta Jahel Sanzsalazar

"El público que visita Louvre es cada vez menos respetuoso"

Jahel Sanzsalazar Padrón es historiadora del arte por la Sorbona y especializada en la pintura flamenca del siglo XVII. Debido a ello fue llamada por el Museo del Louvre para ocuparse de la obra de Rubens y colaborar en varias exposiciones. En la actualidad, prepara para la misma institución el catálogo razonado de las obras del pintor flamenco Antón Van Dyck. En esta entrevista habla acerca de su trabajo como investigadora en uno de los museos más importantes del mundo.

¿Cuál es exactamente su labor en el Museo del Louvre?

Como colaboradora científica del Departamento de Pinturas me he dedicado a la investigación de obras flamencas del siglo XVII fundamentalmente. He colaborado en varias exposiciones, trabajando entre otros sobre dos pintores del Barroco: Rubens y Van Dyck.

¿Sobre qué investiga actualmente?

Ahora estoy sumergida en el estudio de las pinturas de Van Dyck del museo, en vías de la preparación del catálogo razonado.

Se supone que es una gran responsabilidad elaborar un catálogo razonado para un museo tan importante teniendo en cuenta que un catálogo razonado es un texto erudito de consulta en el que se documentan y describen todas las obras realizadas por un artista en particular.

Evidentemente se trata de un trabajo que requiere una investigación profunda, ya que consiste en estudiar cada pintura exhaustivamente, desentrañando las circunstancias que motivaron y rodearon su encargo y realización. También hay que rastrear sus influencias y fuentes de inspiración, así como su procedencia, significado y datación. Es una labor ardua, ya que cada obra presenta incógnitas diferentes que intento resolver de forma documentada, para lo cual tengo que aportar pruebas de las conclusiones a las que llego, en ocasiones con resultados positivos.

¿Por ejemplo?

Por poner uno divertido y a la vez dar una primicia nombraré el Retrato del duque de Richmond, un cuadro que obsesionó al escritor francés Marcel Proust e impresionó a artistas e intelectuales, como Manuel Machado, que incluso le dedicó un poema.

Deduzco que se refiere a la poesía titulada Un príncipe de la casa de Orange que comienza con los versos "A este joven señor, tan bellamente vestido".

Efectivamente. Lo cierto es que durante siglos los historiadores no han cesado de interrogarse sobre el misterioso fruto que Van Dyck pintó en la mano de James Stuart, un noble británico de rostro pálido, primo de Carlos I de Inglaterra. Los antiguos inventarios decían sucesivamente que se trataba de un limón, de una naranja, de una pera y finalmente de una manzana, creando gran confusión en la interpretación del retrato. Pues bien, he podido demostrar que en realidad se trata de un membrillo.

¿ Qué importancia tiene que sea ese fruto en concreto?

El membrillo es un fruto dotado de un gran simbolismo, por ejemplo, desde la Antigua Grecia lo intercambiaban los amantes, costumbre que convirtió en ley el legislador Solón, obligando a los futuros esposos a encerrarse y comerlo juntos, porque se creía que provocaba buen aliento y buenos pensamientos.

Entonces la presencia de un membrillo demostró sin posibilidad de error que el cuadro es un retrato nupcial.

No sólo eso, sino que la identificación de este detalle, aparentemente sin importancia, ha sido fundamental para datar el cuadro en el año 1637, que es cuando el joven retratado contrae matrimonio con la hija del duque de Buckingham. Esto demuestra que no se trata de una personificación del príncipe troyano Paris como se venía afirmando hasta ahora y por lo tanto hay que abandonar la interpretación que se ha venido haciendo de la obra como un retrato mitológico.

¿Qué supone trabajar en el museo más visitado del mundo, que constituye prácticamente un país en miniatura?

Aunque la labor de un investigador es bastante solitaria, trabajar en una institución de tal calibre requiere la interacción y la voluntad de muchas personas para llevar a bien cualquier proyecto. Es muy enriquecedora la colaboración con los diferentes profesionales, pero los imperativos de una compleja administración no son tan ágiles como en las estructuras pequeñas.

Sospecho que teniendo en cuenta que acogen a 35.000 personas a diario, e incluso llegan a 45.000 en días festivos deben producirse muchos incidentes.

Es lógico, sí. Están de una parte los problemas cotidianos de conservación y de restauración que afectan a las obras de cualquier museo debido al paso del tiempo, y sobre los que se requieren diferentes actuaciones más o menos urgentes. De otra, los incidentes provocados por un público cada vez menos respetuoso en su visita al museo.

¿Cuáles son las nuevas salas que se han abierto?

En 2014 se abrieron con gran esplendor las salas consagradas al mobiliario y los objetos artísticos de Luis XIV a Luis XVI. Recientemente se ha reabierto después de ser restaurada las de pintura francesa del XVII al XIX y las de pintura flamenca y holandesa del XVII. Las pinturas se exponen ahora sobre una pared color berenjena, con cartelas en inglés y francés.

Respecto a la nueva subsede que el Louvre ha abierto en Lens, es evidente que responde en gran parte a una necesidad de espacio, los 60.000 metros cuadrados de exposición que cuenta el antiguo palacio real del Louvre en París no son suficientes para tanto patrimonio, ¿pero porque han elegido una ciudad tan poco poblada y tan lejana como esa y no una urbe más grande y mejor situada como Marsella o Lyon?

Creo que la intención ha sido revalorizar una zona deprimida de Francia, con un pasado minero y altos porcentajes de paro, siguiendo un poco el exitoso ejemplo del Guggenheim de Bilbao, que fue inaugurado en 1997 y que después de veinte años es indudable que ha aportado enormes beneficios a la capital vizcaína, regenerándola y elevando su imagen a nivel internacional.

¿Han apreciado un aumento considerable en las visitas tras el éxito mundial de El código Da Vinci ?

Supongo que en su momento sí. Todavía se ven peregrinaciones y selfies en la pirámide invertida situada en el patio que da acceso al museo, una obra diseñada por el arquitecto estadounidense de origen chino Ieoh Ming Pei, e inaugurada en 1989 por el entonces presidente francés, François Mitterrand, pero por suerte la fama del museo precede la de la famosa obra de ficción del escritor estadounidense Dan Brown.

¿Cuál es la idea que ha llevado a la creación de una subsede en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos?

Es un proyecto que cerró el director anterior, Henri Loirette, y que demuestra el deseo de crear vínculos. Al mismo tiempo supone una apertura de los emiratos al mundo occidental, con el consiguiente esfuerzo en dejar atrás algunos condicionamientos atávicos y abrir paso a una modernización. Por eso la primera sala está dedicada a la representación de la figura humana, lo cual constituye un tabú para algunas interpretaciones extremistas de la religión musulmana, y de ese modo el rechazo a la representación figurada que ha dominado la creación artística en el mundo islámico se diluye para ver en el arte la belleza.

¿Pero se expondrán exclusivamente préstamos del Louvre, no sería más razonable que los emiratos creasen una colección permanente?

La idea es facilitarles préstamos de obras del museo mientras se les ayuda a crear su propia colección. Intuyo que los recortes en el gasto público habrán tenido mucho que ver en que ofrezcan obras de arte a ese museo a cambio de petrodólares. Supongo que el imperativo económico no es poco, pero parece claro que es una decisión que tiene un impacto cultural y político.

¿Qué es lo más insólito que ha sucedido en el Louvre, o lo más increíble que le ha sucedido a usted en particular?

Mi sensación más sobrecogedora ha sido la primera vez que me paseé por el museo un martes, cuando está cerrado al público: un auténtico privilegio.

Al hablar del Louvre se tiene que nombrar el cuadro más famoso de todos los tiempos ¿les crea problemas de seguridad tener la Gioconda de Leonardo Da Vinci?

Todos los días se amontonan ante ella grandes multitudes. Es de suponer que las salas con mayor concurrencia requieren una seguridad más cautelosa.

¿Cómo se recibió allí el descubrimiento de la Gioconda del taller de Leonardo conservada desde 1819 en el Prado?

Aún no había llegado yo al Louvre, pero la Gioconda del Prado es una copia conocida de largo tiempo atrás.

El cuadro se conocía, pero se ignoraba que fue realizada? al mismo tiempo que el original, por uno de los alumnos de Leonardo, siguiendo la misma técnica, hasta el punto que no sólo estuvo bajo la supervisión del pintor florentino, sino que es más que probable que interviniese en su creación.

Sí, la auténtica novedad fue que una limpieza del lienzo reveló con mayor evidencia su calidad.

¿Pero la restauración no descubrió que casi se trataba de una fotocopia realizada por uno de los discípulos favoritos de Leonardo, probablemente su amante Andrea Salai?

Así fue, lo cual despertó un enorme interés por las posibilidades que brindaba su cotejo con el famoso original.

¿Entonces qué opina del revuelo causado por el anuncio de su descubrimiento en aquel congreso londinense celebrado en 2012 paralelamente a la exposición que albergaba la National Gallery sobre el genio del Renacimiento?

En ocasiones algo relativamente anodino causa revuelos mediáticos desmesurados, lo que provoca cierta sonrisa condescendiente entre los investigadores.

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