I can't believe it. Y es que no era fácil creer ayer que decenas de personas se iban a concentrar en el cementerio de València para homenajear a un soldado anarquista fallecido durante la guerra española en extrañas circunstancias. La cita pertenece a una de las mujeres que acompañaban a la comitiva de los familiares descendientes del escocés Robert Smillie, emocionados todos ellos por el éxito de una convocatoria promovida por la investigadora Mariado Hinojosa y que también consiguió la presencia del hijo de George Orwell, Richard Blair. Pero, empecemos por el principio. Hinojosa decidió hace meses organizar un homenaje a Robert Ramsay Smillie, enterrado desde 1937, en plena guerra de España, en el camposanto de la ciudad deValencia. Como reproduce George Orwell en su libro Homenaje a Cataluña, Bob (conocido en el mundo de la lucha contra el fascismo) dejó sus estudios universitarios para acudir a España a ofrecer su apoyo al POUM, un grupo anarquista arraigado en tierras catalanas, valencianas y aragonesas. Coincidió con Orwell en el frente y murió tras ser apresado supuestamente por llevar material de guerra y tras, al parecer (y según la versión oficial de las autoridades republicanas) sufrir una peritonitis en la cárcel. Un hecho que sucedió poco antes de la fuerte represión que afectó a los anarquistas del POUM, prácticamente eliminados del mapa por los comunistas.

Toda esa historia quiso ser rememorada y puesta en valor ayer en el cementerio valenciano. Para ello, acudieron los familiares de Smillie Chistine Wallace y Robert Smillie; el presidente de la Independent Labour Publications, David Connolly; y el hijo de George Orwell, Richard Blair (no hay que olvidar que Orwell era un seudónimo de Eric Arthur Blair).

Para siempre ya se expondrá en el cementerio una escultura con el rostro de Smillie del artista Frank Casey, que expuso: "La historia es una espada de doble filo. Puede tanto herir como informar. Puede inspirar y también advertir a futuras generaciones. Ser privados de este conocimiento es una catástrofe. Habitamos un mundo diferente al de Bob pero permanecen las mismas fuerzas, esperando entre bastidores. Esperando a ser desafiadas de nuevo". Por su parte, Connolly consideró que ahora "el auge de la extrema derecha nacionalista y racista en Gran Bretaña, en España, en toda Europa y el mundo obliga a revisar y renovar la lucha de Bob". Emocionados y con la voz entrecortada hablaron sus descendientes. También Wallace quiso reflexionar sobre la vigencia de Bob porque "personas de diferentes países y orígenes pueden unirse para luchar contra la injusticia y ayudar a los más necesitados". Smillie arguyó que con el memorial a Bob "la historia de València y su gente se han enriquecido".

Interpretación musical

La gran 'culpable' de todo el evento, Mariado Hinojosa, defendió que el recuerdo de la vida de Bob debía servir para combatir "los discursos del odio vivos en la actualidad e inspirar acciones contra el totalitarismo y el racismo". Estuvo presente Matías Alonso, el asesor en temas de memoria histórica del delegado del Gobierno en València, Juan Carlos Fulgencio, y amenizó la velada (de forma magistral) el cantante Ona Nua, que interpretó una canción que gustaba a Bob y un poema de Vicent Andrés Estellés.