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Arte

Pintarla parda

El tinerfeño Cristóbal Tabares agita el circuito nacional del arte trasladando al lienzo la cotidianidad de personajes de nuestro día a día tan divertidos como banales

El cuadro 'Anita'.

Llevar al lienzo la boda de Lolita Flores, convertir a Ana Obregón en la Venus de Botticelli o plasmar a pinceladas el momento en que Chenoa, con chandal y sin maquillaje, llora en el zaguán de su casa tras ser abandonada por David Bisbal certifican que al tinerfeño Cristóbal Tabares la inspiración le llega por canales tan variados como Manet, Murillo, Velázquez, Warhol o Sorolla junto a Sálvame, Lola Flores, Martes y 13 o YouTube.

Con su nueva colección en el horno y tras triunfar en la Fresh Galery de Madrid con la muestra Dientes, dientes Tabares reconoce que las redes sociales e internet son, al menos en su caso, la nueva fuente de referencia visual de la sociedad. "Ahora todo el mundo tiene un escaparate gratis disponible 24 horas para expresarse, venderse y encontrar lo que quiera. Antes", cuenta, "buscábamos las cosas en las enciclopedias; ahora en instagram. Me interesa la inmediatez de las cosas, jugar con los fenómenos del momento, y las redes son el espacio ideal para ello".

"El petardeo me gusta como el fenómeno social que es. España", prosigue, "tiene mucha miga en ese sentido. Yo no veo programas del corazón, ni consumo prensa rosa. Me gustan las noticias de folklóricas, misses y gente con chispa; los tronistas y los tertulianos no me interesan. En ese sentido sí creo que a nuestra sociedad se nos han ido de las manos los 15 minutos de fama warholianos". Su obra se ha puesto de moda en los circuitos del arte y reconoce que su irrupción en el panorama nacional le ha dado "mayor visibilidad a mi trabajo y más ventas. De hecho casi toda la obra que vendo se va fuera de Canarias".

Cuando se le pregunta cuándo y cómo empieza su acercamiento al arte responde que "cuando con 4 años, en un momento de frustración, partí la cera dorada de plastidecor porque pintaba marrón y no dorado", una contestación que se nos antoja posible habérsela escuchado decir, por ejemplo, a sus icónicas Lola Flores, Isabel Pantoja o La Veneno. "Siempre se me dio bien dibujar y pintar. Era el primero que elegían para hacer murales en plástica y el último para los equipos de fútbol en educación física. Nunca me planteé estudiar Bellas Artes, de hecho", prosigue este Licenciado en Bellas Artes y Máster en Arte, Territorio y Paisaje por la Universidad de La Laguna, "cuando acabé bachillerato me matriculé en Turismo y al empezar a recibir clases de macroeconomía y alemán me di cuenta de que aquello no me representaba. Entré y aprendí a convertir mi vocación en mi profesión", dice.

Se reconoce parte de la generación que, a base de likes, ha convertido en héroes o antihéroes a personajes anónimos -¿alguien recuerda a la socorrista de 'la he liado parda'?-. "Somos la generación que ha cambiado el refranero popular por expresiones de los vídeos de YouTube. Me interesa ese catálogo de momentos que forman parte del imaginario millennial, y, en la era de lo digital, analogizar con la idea romántica de que un cuadro es para siempre y un meme muere en 24 horas. El proceso es algo así como pasar un DVD a VHS", explicaba hace unas semanas Tabares, inmerso ya en el que será su próximo proyecto: Rusia es un país maravilloso, que se expondrá el año que viene en La Laguna y donde pretende recorrer, a su estilo, la falta de libertades y la persecución homosexual que está llevando a cabo el presidente ruso, Vladimir Putin, que igual aparece en los futuros lienzos de Tabares tomándose un gazpacho con la Pepa de Mujeres al borde de un ataque de nervios -el cine de Pedro Almodóvar es otro de los referentes en su obra- o charlando animadamente con Encarna Sánchez ante el micrófono. "Y si tengo un parón creativo recurro a estudiar a Velázquez o Warhol", concluye el prometedor artista.

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