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Series | Entrevista

Las chicas del cable

Después de cinco temporadas, Las chicas del cable se ha despedido de Netflix con un final que no ha dejado indiferente a sus seguidores

Las chicas del cable

Después de cinco temporadas, Las chicas del cable se ha despedido de Netflix con un final que no ha dejado indiferente a los fans. Cinco de las protagonistas (Blanca Suárez, Ana Fernández, Ana Polvorosa, Nadia de Santiago y Denisse Peña) hablan de ese desenlace y de qué ha significado para ellas la serie, que abrió la veda a la producción made in Spain de la plataforma.

Estos últimos cinco episodios no empiezan demasiado bien para las chicas, con Lidia (Blanca Suárez) en un campo de reeducación. Sin embargo, sigue siendo la líder incluso entre rejas.

Blanca Suárez (B.S.): Lidia se crece. Es la actitud que ha tenido durante toda la serie, esté donde esté es una líder nata. Pero cuando consigue salir sufre un sentimiento de anulación bastante importante, toda esa gente que la ha maltratado durante esos meses consigue que se sienta más un número que Lidia Aguilar. Así que sale con la energía de la venganza y con el propósito de que eso que ha pasado ella no le vuelva a ocurrir a nadie nunca más.

La situación tampoco es fácil para Marga (Nadia de Santiago), embarazada de ocho meses y con su marido buscado por la policía.

Nadia de Santiago (N.S.): Es una superviviente y se adapta a los acontecimientos. Es una temporada dura, de mucha lucha y acción, pero para mí, como actriz, ha sido muy divertida. Hacer de embarazada era un reto corporal que me motivaba mucho.

Poco queda de la inseguridad de la Marga del inicio, que llegó a Madrid desde el pueblo.

N.S.: Ha evolucionado todo el rato, yo diría que en cada capítulo de cada temporada. Es un personaje inseguro que ha tenido muchos miedos, pero que ha sabido sacar algo positivo de lo aparentemente negativo. Porque Marga se enfrenta a las cosas con miedo, pero no deja de enfrentarse a ellas, y eso es una enseñanza que me llevo de ella.

Porque, pese a sus miedos, Marga también se crece en la cárcel.

N.S.: Sí, es capaz de enfrentarse y de decir las cosas, porque esta temporada vivimos una lucha comunitaria. El cartel de este año lo resume muy bien: "No es por nosotras, es por todas". Hay una lucha común en ese campo y no van a tener miedo a levantar la voz, porque no tienen nada que perder.

Su embarazo sirve para introducir en la serie el tema de los niños robados, porque doña Carmen (Concha Velasco) quiere arrebatárselos a las presas.

N.S.: Sí, se toca un poco. No es el gran tema, sino una de las muchas cosas que nos pasan, pero sí que se toca porque no dejan de estar en un campo de reeducación de una dictadura. Y los niños siempre son una buena moneda de cambio en ese contexto.

Los personajes de Carlota (Ana Fernández) y Óscar (Ana Polvorosa) han tenido un plus extra por su relación prohibida en los años en los que se ambienta la serie.

Ana Polvorosa (A.P.): Ha sido un personaje muy especial del que he aprendido muchísimo. Al estar en la piel de Óscar he podido llegar a comprender muchas cosas que antes seguro que también comprendía, pero al no vivirlas, al no sentirlas y no planteármelas en mí no las había tocado de la misma manera. Lo he hecho lo mejor que he podido, poniendo toda mi alma y mi amor en él.

Ana Fernández (A.F.): En las ficciones está el ingrediente del morbo, de las escenas de sexo y desnudos, y nuestra trama tenía todas las papeletas para que se hubiera tratado de esa manera, pero no fue así. Nació hacerla de forma tierna, del amor de persona a persona, no de mujer a mujer o de mujer a hombre. Todas las escenas de encuentros físicos que hemos tenido han estado muy cuidadas. Hemos acercado al público el tema de la transexualidad de una manera muy humana y tierna.

Y Sofía (Denisse Peña), la hija de la fallecida Ángeles (Maggie Civantos), es una digna heredera de estas chicas, viendo cómo se alistó a la guerra civil cuando vivía en EEUU con su madre adoptiva, Lidia.

Denisse Peña (D.P.): Cuando entré en la serie me dijeron que la mitad de Sofía era de Ángeles, que también era muy luchadora, y de Lidia. Y de ahí era de donde tenía que nacer esa rebeldía un poco más adolescente y esa locura de irse a la guerra.

¿Están contentas con el final de sus personajes?

Ana Polvorosa (A.P.): Es un desenlace que creo que no era muy esperado, pero es el mejor que ponían tener. Nosotras estamos muy contentas porque es un final justo y potente para la serie y para los personajes.

D.P.:_Es impactante. Cuando lo leí, me sorprendió bastante porque era lo que a mí me gustaría que pasase, pero creía que iba a acabar de una forma completamente distinta.

B.S.: Este final tiene pinceladas de muchísimas cosas, es emotivo, trágico pero a la vez esperanzador... Se cierra un círculo para todos los personajes y, para otros, se abre una vida por delante.

¿Pudieron hacer aportaciones a ese desenlace, teniendo en cuenta que, después de cinco temporadas, son las que mejor conocen a sus personajes?

N.S.: Fue algo hablado. Nos reunimos con los productores y los guionistas, que querían expresarnos cómo terminar la serie, y estuvimos de acuerdo en que era un final justo, digno, del que estamos orgullosas, a la altura de los personajes y del público que nos ha seguido durante tanto tiempo. Y también nos hemos dejado la piel en él. Ha sido una temporada muy emocionante a nivel personal y porque se cerraba un ciclo, y también ha sido duro por las tramas, porque había mucha acción y hemos tenido que correr mucho.

B.S.: Nosotras siempre hemos tenido mucha voluntad de explicar cómo nos sentíamos con nuestros personajes, con nuestras tramas y las cosas que nos encantaban y las que creíamos que podían faltar. Y es curioso que todas coincidiéramos en que nos gustaría el mismo final para nuestros personajes, y se cumplió. No sé si es que les dimos una idea brillante o si ellos ya lo tenían en mente, pero estuvo muy bien sentir que en el último capítulo todos teníamos la misma idea del final tan rotundo de esta serie.

¿No creen que es paradójico que una serie tan feminista como esta se despida, precisamente, con la llegada del franquismo, cuando los derechos femeninos quedaron más recortados?

A.F.: Puede ser, pero es coherente. Estas temporadas se dividen en tres etapas. La primera, en los años 20, con esos primeros trabajos para las mujeres;_la segunda, con la tercera y la cuarta temporada, con la república, con más libertades, donde las mujeres empiezan a presentarse a puestos de política y pueden votar, y la tercera, en la quinta temporada, donde tienen que unirse más que nunca para luchar por todo lo que han estado creyendo.

A.P.: Esa paradoja es muy bonita, porque se está hablando de un momento histórico en el que pueden tener más miedos e inseguridades, pero a ellas les da toda esa fuerza para poder tirar para adelante y tomar decisiones muy extremas.

N.S.: Porque la serie siempre ha sido una lucha por la libertad de la mujer. Ahora hay un contexto histórico de guerra que gana mucha presencia, pero la serie sigue siendo una lucha por la libertad en general.

B.S.: Además, en algún momento nos teníamos que despedir, porque si no podríamos estar hasta hoy en día, que todavía luchamos por trascender y buscar nuestro sitio. Es un cambio de ciclo tan válido como cualquier otro. Y_después de estas chicas que han luchado tanto aparecerían muchísimas otras que continuaron con su legado hasta llegar a nosotras.

Ahí está planteando un spin-off protagonizado por Sofía.

B.S.: ¡Totalmente!

D.P.: Pues la verdad, no estaría mal.

Estos últimos episodios son los más crudos, por el contexto de guerra, pero la serie no pierde su toque chic que la ha caracterizado siempre.

N.S.: Son más crudos, porque vemos algo que no hemos visto en otras temporadas. Ahora las chicas del cable están al límite, encerradas y con las caras lavadas. Para alguien que ha empatizado con los personajes va a ser duro, porque no lo pasan bien desde el primer capítulo, aunque ellas luchen hasta el final en comunidad. Pero no deja de tener un toque glamuroso, porque es su esencia. La luz en la cárcel está muy cuidada, el vestuario está supermedido intentando mostrar más realismo... Pero no pierde ese punto preciosista que también nos definió en su día.

B.S.: La serie se caracteriza por ese punto estético que tienen todos los personajes y toda la ambientación. Era un poco difícil mantener todo eso en una situación tan convulsa y complicada como una posguerra, así que los guionistas propusieron arrancar la temporada con una imagen muchísimo más cruda, mostrando a los personajes sin fijarse tanto en la estética, sino enseñando también esa parte que se escondía en temporadas anteriores debajo del carmín y de vestidos estupendos. Creo que eso completa el perfil de los personajes y les muestra de una forma mucho más humana.

¿Cómo les gustaría que la gente recordara la serie?

A.P.: Como una alusión a la valentía del ser humano, sin dividir por géneros o clases sociales, por esa fuerza que han tenido los personajes para salir adelante en situaciones muy complicadas.

A.F.: Como un homenaje a nuestras antepasadas, a nuestras tatarabuelas, bisabuelas y abuelas. En España nos cuesta reconocer a nuestros héroes y heroínas. En Las chicas del cable no tenemos personajes con nombres conocidos, pero representan a todas esas jóvenes que empezaron muy jovencitas a salir de casa a buscarse la vida para ser independientes económicamente y no tener que pasar de depender de su padre a un marido. Fue una generación muy valiente. Probablemente habría grupos de amigas así, que iban de la mano enfrentándose a sus problemas. Además, fuimos la primera serie de Netflix en España, y eso lo llevaremos siempre por bandera.

B.S.: A mí me gustaría que la recordaran con cariño, que les recordase que la amistad y la gente que nos rodea son las cosas más importantes que tenemos, que vida no hay más que una y tenemos que luchar por lo que creemos que es justo y lo que nos dice nuestro corazón. Que tenemos que ser valientes y que cualquier cosa es posible.

D.P.: Estas series nos hacen recordar que, en otro momento, las cosas no fueron como son ahora. Y_espero que también sirva para que la gente de mi edad sea consciente de que lo que tenemos ahora es gracias a lo que lucharon en su momento mujeres como las de Las chicas del cable.

N. S.: Me enternece cuando hay chicas jóvenes de 16 años, que están en plena adolescencia, que nos dicen en las redes que la serie les da fuerza para seguir luchando por lo que quieren, para que las mujeres se sigan abriendo su hueco en la sociedad, que sigan teniendo su espacio. Me impacta que sean chicas jóvenes las que lo digan, porque todavía nos queda mucho por trabajar en ese sentido. Si la serie les ha dado fuerza para luchar por sus sueños, para abrirse un hueco como mujer, para hacerse valer, para tener voz, para que se las escuche... yo soy feliz.

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