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Entrevista | Alexis

"Ferro no es mi proyecto; es una iniciativa de todos los herreños"

"Cada persona es una isla y la isla es el lugar en el que ahora me proyecto personal y profesionalmente", afirma el fotógrafo e impulsor de Ferro

"Ferro no es mi proyecto; es una iniciativa de todos los herreños"

¿En dónde y en qué anda metido Alexis W?

Pues desde hace casi ocho años habito física y emocionalmente en El Hierro. Cada persona es una isla y la isla es el lugar en el que ahora me proyecto personal y profesionalmente. Me encanta estar y trabajar aquí, mirando el mundo desde la periferia. Me siento un afortunado de poder estar viviendo este momento y en este lugar, que no es ajeno a cualquiera de las contradicciones, encrucijadas y conflictos de la sociedad contemporánea.

¿Cómo nace FERRO?

Es una iniciativa que me tiene seducido, enamorado, y en el que estoy entregado en cuerpo y alma desde hace diez años. Tengo que empezar aclarando que FERRO no es un proyecto de Alexis W; FERRO es un proyecto de isla, un proyecto de todos, un proyecto de ilusión. Mi función es transmitir y canalizar el conocimiento para vincular y convertir en participes a las personas e instituciones que amamos la isla y que de alguna manera tienen una responsabilidad con el territorio, responsabilidad que existe desde el hecho mismo de habitarla. En ese sentido FERRO es un proyecto participativo, institucional, y ciudadano donde todos aportan su grano de arena en la idea de isla que queremos, una isla sostenible donde la belleza es el único clavo ardiendo al que agarrarnos.

¿Cuál ha sido el germen inicial del proyecto?

Hace diez años me transmitieron el conocimiento de un color; lo habían encontrado en La Palma, en las paredes y tajeas de las plantaciones de platanera. Esta gama de colores naturales aparece por un proceso de oxidación del sulfato de hierro (fertilizante natural usado en la pina tropical y el plátano) cuando es diluido en agua y se aplica y entra en contacto con el cemento. Es un pigmento terroso con el que se consigue una textura orgánica, arcillosa y además muy similar a los colores de la tierra. Desde que lo conocí empecé a testar sus posibilidades cromáticas cuando es aplicado sobre superficies encementadas, descubriendo y registrando las diferentes tonalidades del color en función de la disolución o el número de manos que se aplica.

¿Encajaba su idea en un territorio tan sensible y protegido como el herreño?

La variedad de matices que se obtiene (ocres, naranjas, amarillos, rojizos, calabaza, óxidos) se repiten en todas sus variantes en los paisajes de la isla estableciéndose increíbles y curiosas relaciones de similitud entre ambas paletas. Cuando pensamos en aplicarlo sobre las construcciones de cemento gris que hay salpicadas en el paisaje herreño, como si aplicáramos pequeñas pinceladas ferrosas, esta coincidencia cromática nos resuelve el conflicto de usar esos colores y no otros para restaurar territorios deteriorados visualmente. Es como si en cada intervención sobre el cemento aplicaras colores propios del paisaje, evitando así lo que pudiera parecer la imposición de un color. Cuando me he dado cuenta de las posibilidades de esta herramienta he ido transmitiendo el conocimiento, primero a los vecinos y posteriormente a las instituciones. Si la problemática de las islas es salvar el territorio que nos queda, nosotros con esta herramienta estaríamos hablando no ya de salvar lo que tenemos, sino de recuperar territorio. En el contexto y las problemáticas contemporáneas del archipiélago, eso son palabras mayores.

Al final se trata de entender la Isla como si fuera un lienzo.

Cuando decimos que estamos soñando la isla como un gran lienzo que estamos pintando entre todos con nuestra paleta de colores, en el Hierro no es una metáfora. La maravilla de trabajar aquí es que la escala humana y geográfica te permite desarrollar proyectos con la premisa de que aquí todo es posible. Ilusionar a la humanidad es imposible; ilusionar a siete u ocho mil personas sí se puede.

¿Qué fases tiene el proyecto?

FERRO está en marcha y ya no hay quien lo pare. Más que fases del proyecto yo hablaría de tres frentes o líneas de trabajo. Estamos trabajando por un lado en el mundo de las altas ideas, donde estamos construyendo un discurso sobre la poética de los colores insulares, reivindicando nuestro propio pantone

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