Desde hace cuatro años los paladares más exquisitos de países como Japón, Australia, Ukrani, Reino Unido, Italia, Suecia o Estados Unidos, entre otros, se deleitan sin saberlo no sólo con algunos de los mejores vinos de Canarias, concretamente de El Hierro o Lanzarote, sino también con una tradición de cultivo netamente canaria que tres jóvenes empresarios de las Islas han defendido como seña de identidad de su marca, Valientes Vinos, una firma cuyos caldos recibieron la pasada semana puntuaciones estratosféricas en la guía de mayor repercusión del sector vinícola a nivel mundial, la prestigiosa Wine Advocate, conocida popularmente como la guía de Robert Parker, que reconoce la calidad de Valientes Vinos otorgando a seis vinos herreños y otros ocho de distintas áreas de Lanzarote con alta puntuación (más de 92) en este portal de consulta considerado la Biblia del vino. Por si esa fuera poca alegría, hace sólo dos semanas la prestigiosa cabecera estadounidense The New York Times dedicaba un amplio reportaje al proyecto conejero Puro Rofe cuyos productos se pueden hallar ya en la carta de restaurantes como Diverxo y El Celler de Can Roca o la cadena de locales del prestigioso chef español José Andrés en Estados Unidos.
Valientes Vinos es un proyecto fundado en 2017 por varios socios, Rayco Fernández, Silvia Viot y Pablo Hernández, todos amigos y enamorados del vino. "Nació con un primer proyecto de elaboración en Lanzarote, Puro Rofe, y posteriormente iniciamos otra aventura en la isla de El Hierro", explican los responsables de la marca. Premium Drinks y Buena Uva, impulsores de la iniciativa y, además, distribuidores de los caldos, buscaban "excelencia" en su producción "a riesgo de parecer pretenciosos", reconocen. "Ante la necesidad de disponer de una bodega lanzaroteña en nuestro catálogo de exclusividades, tuvimos que crearla nosotros porque no encontramos ninguna de la isla que reuniera los requisitos para ser representada por nosotros, y ante esa realidad nos pusimos manos a la obra".
La idea inicial fue, por tanto, crear una compañía para elaborar pequeñas producciones de vinos, primero en Lanzarote y luego en El Hierro, con Quintero y Bimbache Vinícola, "aunque la puerta está abierta siempre a seguir por otra isla, pero todo comenzó en Lanzarote", explica Fernández. "Silvia y yo", dice, "fundamos y dirigimos Buena Uva desde hace 10 años, y por la otra parte está Pablo Hernández Carmona, que dirige la empresa Premium Drinks", líder en el Archipiélago en distribución de destilados.
La iniciativa nació por el empeño de estos emprendedores de comercializar vinos de Lanzarote de perfil menos intervencionista, buscando sobre todo poner más el foco en el terruño (término empleado para designar a una extensión geográfica bien delimitada y que presenta alguna particularidad en su producción agrícola) que en el varietal (vino elaborado con un solo tipo de uva de forma mayoritaria). "Por eso era básico contar con viticultores muy concretos y valorar y comunicar bien su trabajo pues el viñedo lanzaroteño es único pero la mano de sus hombres y mujeres es fundamental", añaden antes de pasar a relatar qué características y métodos de cultivo trataban de encontrar en la génesis del proyecto.
"En la bodega sólo buscábamos trabajos simples: nada de levaduras químicas, mínima intervención en ese aspecto, sin filtrar y sin estabilizar. Para que se nos entienda, no queríamos maquillar nada", dicen desde Valientes Vinos. "Empleamos tinajas y maderas usadas de gran calidad en la crianza de los caldos; no salen al mercado sin su tiempo correcto de maduración. Y en cultivo sólo nos decantamos por viticultores que trabajen sistemas tradicionales" como hoyos centenarios, arenados y chabocos, que es una cavidad u oquedad en la lava donde suelen plantarse árboles frutales, otro ejemplo de cómo el agricultor conejero tuvo que ingeniárselas para adaptar los cultivos a las duras condiciones del terreno y que tiene en los típicos refugios semicirculares de La Geria su mejor ejemplo.
"Cosas simples", responden los empresarios cuando se les pregunta por estos métodos tradicionales que están poniendo en valor. "Algunos vinos son pisados con los pies: maceraciones lentas, fermentaciones espontáneas, seleccionar en viñedo y en bodega? En realidad nada del otro mundo, hacer las cosas con calma. Elaboramos vinos de parcelas concretas en las que incluso no separamos variedades blancas de tintas, como se hacía en el pasado no sólo en Lanzarote sino también en otras zonas vitivinícolas".
La dedicación y el mimo que caracteriza a Valientes Vinos se traduce en las valoraciones de Wine Advocate (Robert Parker), que son como los Oscar del sector. "Es la guía de mayor repercusión internacional, por tanto es un premio muy ansiado. Por suerte", reconocen, "ya teníamos todo vendido porque el mercado internacional busca vinos como los nuestros pero esta mención también ayuda mucho, sobre todo a la autoestima".
Puro Rofe ha conseguido por primera vez en Lanzarote que tres vinos blancos (Tilama, Masdache y Chibusque) obtengan 94 puntos en Wine Advocate, "una grandísima puntuación", dicen. Rofe 2019, un tinto de listán negro, alcanza por primera vez 93 puntos, todo un éxito teniendo en cuenta que siempre se ha pensado que esa uva lanzaroteña y los tintos de la isla en general "no podían ser de gran categoría. Todo el protagonismo se lo ha llevado siempre la malvasía volcánica y los vinos blancos elaborados con esa variedad". Asimismo, un dulce de moscatel de Alejandría que sacan de chabocos obtuvo 93 puntos "pese a que solo se pudieron hacer menos de 200 botellas. En general", cuenta Rayco Fernández, "tener ocho vinos conejeros por encima de 92 puntos en la guía de Robert Parker es una gran noticia para una bodega de apenas cuatro años de historia".
No se queda atrás el éxito de la marca herreña Quintero y Bimbache Vinícola, también de Valientes Vinos, que ha logrado las puntuaciones más altas que nunca obtuvo una bodega de El Hierro en esa guía de referencia, que cuenta con más de 50.000 suscriptores profesionales en 37 países de todo el mundo. "Es la primera vez que seis vinos de diferentes zonas de la isla alcanzan los 93 puntos", anuncian orgullosos sobre el éxito de Bimbache Blanco 2019, Bimbache Grand Cruz del Calvario 2019 o Quintero Vidueño Viejísimo. El resto, con 92 puntos, son Bimbache John Stone 2019, Bimbache tinto 2018 o Bimbache Blanco 2018. "Nunca antes un vino herreño dulce logra 93 puntos; este fue elaborado con mezcla de variedades de la isla y de manera tradicional", dicen.
Pablo, Silvia y Rayco no han estado solos en esta aventura empresarial y destacan el importante papel desempeñado por los enólogos y viticultores implicados en Valientes Vinos. "Contratamos a Carmelo Peña, que de hecho fue el primero en verlo claro a pesar de que no teníamos ni bodega, ni viñedo, ni nada. Era sólo un sueño", reconocen. "Carmelo es muy joven pero con una buena trayectoria profesional en otros países y tenía la misma idea que nosotros. V io el potencial y la posibilidad, y se sumó al proyecto. Esenciales fueron también viticultores maravillosos sin los que esto nunca habría sido posible, gente muy enamorada de su tierra como Vicente Torres, que hoy en día además forma parte del equipo de enología; Ascensión Robayna, una leyenda de la viticultura ecológica lanzaroteña, además de Pedro Umpiérrez, los hermanos Cabrera y un grupo de auténticos héroes que nunca tiran la toalla, ni en años duros como este".
En Puro Rofe Viñateros trabajan las variedades locales Diego, listán blanco, listán negro, moscatel de Alejandría y la malvasía volcánica cultivadas en zonas como La Geria, Masdache, Tinajo, Chibusque, Tisalaya o Juan Bello, entre otras. "Nos gusta trabajar con diferentes áreas de la isla porque eso nos permite hacer diferentes perfiles de vinos conejeros", aseguran.
Los vinos de Valientes Vinos tienen un marcado perfil salino y mineral. "Lo de mineral suele ser una definición algo ambigua e imprecisa, pero lo que no queríamos eran vinos perfumados que parezcan colonias de niños. Los vinos de Lanzarote tienen más finura, más elegancia y son en boca más largos, punzantes y a veces más grasos de lo que imaginábamos, depende del vino, o sea de la zona de la isla que estés tomando. Pero para esto es mejor abrirse una botella de Chibusque, Tilama, Masdache, Mentidero o cualquier otro porque los vinos hablan y dan información ellos mismos en la copa", concluyen.
