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El decálogo de Adán

Gestor de ideas más que político, el expresidente quería ser recordado por intentar que Canarias no llegara tarde al futuro

Adán Martín, en octubre de 2008, tras saber que había sufrido una recaída del cáncer linfático.

Equipo es una de las palabras clave que todos asocian a la trayectoria y a la figura de Adán Martín. Planificación es otra. Y consenso, por descontado. Con la ilusión como motor de su gestión, los proyectos de Adán eran siempre de futuro. Junto a su equipo los estudiaba detenidamente, planificaba y, con suma paciencia, trabajaba para llevarlos a cabo con perseverancia, intentando aunar voluntades. No siempre lo consiguió, pero dejó como legado sus ideas y sus logros.

ESTATUTO

La reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias fue el gran objetivo que no pudo culminar Adán Martín al frente del Gobierno por la falta de consenso con socialistas y populares. El expresidente consideraba este instrumento y el encaje de las Islas en Europa como región ultraperiférica, dos de los elementos fundamentales para que el Archipiélago mantuviese su desarrollo económico y social. La mejora de la carta magna autonómica ampliaba el autogobierno con nuevas competencias, la relación con el Estado y la actualización y la mejora del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF), así como que el espacio marítimo de las Islas fuese tutelado por la Administración regional y dejara de ser aguas internacionales. Partiendo de su definición de Canarias como Archipiélago atlántico, la reforma del texto estatutario se inspiraba en tres principios: la ultraperiferia, el espacio único y la centralidad atlántica o tricontinentalidad. “El desarrollo de ese triple concepto es lo que diferencia radicalmente a Canarias del resto de territorios”, defendía.

Con el concepto Archipiélago atlántico, su reforma del Estatuto permanecía, además, al margen de la guerra de definiciones que se produjo en otras comunidades como Cataluña o Andalucía. Ni nación, ni realidad nacional, ni nacionalidad histórica. El expresidente optó por una solución menos polémica,más fácil de aceptar y más inocua para evitar polémicas y enfrentamientos.

Adán Martín finalizó su legislatura, y murió, sin ver cumplida su aspiración de un nuevo Estatuto. “El PP no supo entender que el Ejecutivo canario debía alcanzar acuerdos con el Gobierno socialista de Madrid. Y el PSOE no acabó de superar sus miedos a un acuerdo de gobernabilidad fuerte en Canarias, quizás pensando en que eso limitaba su margen de maniobra en el futuro”. De esta manera resumía Martín el fracaso. “Sin duda”, lamentaba, “el bloqueo al Estatuto fue el mayor error cometido por la clase política canaria en lo que va de este siglo”.

PLATAFORMA TRICONTINENTAL

Canarias no podía desaprovechar sus ventajas geográficas y, por ello, la idea de las Islas como una plataforma logística entre Europa, África y América fue otra de las grandes constantes del proyecto de Adán Martín. “Tenemos ante nosotros el nuevo reto de ser un pueblo en medio del Atlántico con personalidad propia, ligado estrechamente por nuestras históricas relaciones con la Unión Europea en el contexto social y político; América en una vinculación social y cultural, mientras que política, económica y culturalmente con los países vecinos del continente africano”, decía. “Canarias ha de ser cruce de caminos de múltiples culturas, de comunicaciones marítimas y aéreas, de personas y mercancías, de comercio, de diálogo político de cooperación y solidaridad, de prestación de servicios, de punto de encuentro”. Así resumía la esencia de su idea de Canarias en el mundo. “Yo”, afimaba, “soy de los que creen en una triple identidad —canaria, española y europea— e incluso me siento comprometido con la África en la que estamos, por ese orden”.

POLÍTICA EXTERIOR

El objetivo de que las Islas lideraran el proceso de tricontinentalidad y fuesen la capital de su entorno geográfico, le llevó a una intensa labor política en el exterior, sobre todo en África y Europa. Adán Martín se convirtió en el primer presidente regional que se entrevistó con el rey de Marruecos, Mohamed VI, y abrió las relaciones con el reino magrebí (en mayo de 2004). La intensificación de la cooperación en África se extendió a otros países vecinos como Mauritania, Senegal y CaboVerde, y el fruto fue la apertura de conexiones marítimas y aéreas con el continente más cercano. Durante su mandato se puso a disposición del Ministerio de Exteriores la sede de Casa África en Las Palmas de Gran Canaria, que convirtió a las Islas en el centro de referencia de España para el continente africano.

El expresidente tenía una idea muy clara del modelo de desarrollo que quería para Canarias y del papel que la Unión Europea podía jugar en la construcción de ese modelo, por lo que le otorgó desde el principio gran importancia a todo lo realcionado con Europa y le dedicó un esfuerzo especial. En su etapa presidencial se diseñó la frustrada Constitución Europea, que recogía de forma clara la ultraperificidad de las Islas, heredada posteriormente por el Tratado de Lisboa. Ya desde la Consejería de Economía y Hacienda, ayudó a consolidar el llamado estatuto canario en Europa y multiplicó las relaciones con las regiones ultraperiféricas hasta convertirlas en un modesto pero eficaz lobby en Bruselas. A él se debe que Europa tuviera en cuenta las particularidades y especificidades territoriales y geográficas de las Islas.

TURISMO

En su etapa de vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda también acuñó el concepto de la “capacidad de carga” de cada isla, es decir, hasta dónde se podía crecer en camas sin poner en peligro el medioambiente y la sostenibilidad del territorio. El teorema dio lugar más tarde a la ley de directrices, conocida popularmente como la moratoria. Adán Martín pretendía poner un freno planificado a la construcción turística desmesurada, pero no cerrarla de raíz. El nuevo modelo económico pasaba por las limitaciones al crecimiento de la oferta turística con una planificación trianual. Y parece que dio sus frutos: durante su mandato, Canarias alcanzó un récord de entrada de turistas con 12,5 millones de personas en 2006.

El turismo es y era el principal sector económico de las Islas pero, para Adán Martín, era necesario y vital adaptarlo a una nueva realidad, la que obligaba a crecer en calidad y no en cantidad. El ya entonces presidente tenía la convicción de que no se podía crecer más sin sacrificar uno de los mayores bienes con los que contaba Canarias para seguir siendo un destino atractivo para los turistas: sus espacios naturales protegidos, su medioambiente, sus playas y sus paisajes.

MOVILIDAD

La movilidad y la conectividad fueron también dos constantes en su trayectoria antes, durante y después de su presidencia. A Martín le encantaban los nodos del transporte. Era un apasionado de las terminales de puertos, aeropuertos, estaciones de guaguas...“El motor de la movilidad es la variedad que atesoran las siete islas”, afirmaba en una de sus intervenciones en el Parlamento. En opinión del exjefe del Ejecutivo, sólo desde una mejora de las conexiones internas y externas se podía avanzar en lo económico, pero también en lo social, en lo cultural y en todos los órdenes. “Accesibilidad en frecuencias, variedad de destinos y bajo costo, por aire, por mar, para personas, bienes, servicios e ideas”, proclamaba, situando siempre a Canarias como plataforma logística de telón de fondo.

Uno de los proyectos estrella que impulsó Adán Martín fue el Eje Transinsular de Infraestructuras del Transporte, que era la suma de aquellas intervenciones que harían posible esta cohesión e integración interinsular, así como todos aquellos elementos tecnológicos que permitieran mejorar la información y la comunicación. Presentado en el ecuador de su mandato, en julio de 2005, su objetivo era convertir un archipiélago fragmentado en un espacio único mejor conectado con el exterior. Por ello exigió durante sus cuatro años de mandato que tanto el mar como el aire que conectan las Islas se incorporasen a las competencias de la nacionalidad canaria.

NACIONALISMO E INDEPENDENTISMO

“No hay ninguna contradicción entre respetar la Constitución y reivindicar autogobierno”, decía Adán Martín, en una de sus últimas entrevistas. El expolítico admitía que, de haber persistido en España una situación de falta de libertades y de democracia, es posible que hubiera tomado más fuerza el independentismo. Pero, a su juicio la Constitución, el Estatuto de Autonomía y la fuerte vinculación de Canarias a la Unión Europea abortaron cualquier deslizamiento en ese sentido.

“El Estatuto de Autonomía, el famoso artículo 2.99 del Tratado de Maastricht y el Tratado de Lisboa son los instrumentos que tienen una incidencia diaria y permanente sobre los canarios, aunque los ciudadanos no siempre sean conscientes de ello. Sin ambas piezas y sin el REF esta tierra estaría empobrecida y atrasada. En Canarias hemos cometido errores, pero también se han hecho muchas cosas bien en los últimos treinta años. De no contar con esos instrumentos, de haber optado por ser independientes, estaríamos más cerca del nivel de vida de CaboVerde que del de Europa”.

Defendía Adán Martín que todas las leyes estatales o europeas debían tener en cuenta la singularidad del Archipiélago y señalaba esa idea como uno de los gérmenes de Coalición Canaria. “El nacionalismo es una forma de pensar y de organizarse y parte de la toma de conciencia sobre la necesidad de que somos responsables de nuestro propio destino, que no debemos dejarlo al mayor o menor acierto de poderes lejanos y no siempre o casi nunca siendo conocedores de nuestros problemas, de nuestros sueños”.

INMIGRACIÓN

El drama de la inmigración irregular se convirtió en uno de los grandes caballos de batalla de Martín. Fue durante su presidencia cuando el fenómeno se desbordó por primera vez en Canarias. En su legislatura tuvo lugar la mayor avalancha de pateras y cayucos a las costas del Archipiélago. La arribada durante 2006 de unos 25.000 sin papeles procedentes del Magreb y el África Subsahariana le llevó a manifestar que las Islas eran “un embalse a punto de reventar”. Intentar solucionar esta tragedia humanitaria supuso un trabajo ingente, con numerosas visitas a Madrid y Bruselas para que las administraciones española y europea reconociesen la envergadura del problema y activasen las medidas necesarias para evitar la muerte de miles de inmigrantes en su éxodo a Canarias. “Con la tragedia de las personas no se puede hacer politiqueo (que no es lo mimo que política con mayúsculas), ni comerciar. Los inmigrantes no pueden ser nunca, jamás, moneda de cambio o arma arrojadiza entre partidos”.

Las presión institucional, el drama humanitario sin precedentes que desbordaba la capacidad de reacción y de acción del Gobierno canario, del Gobierno de España y de la UE, el impacto de las imágenes en los televisores de los hogares de todo el mundo de cientos de africanos hacinados en cayucos, se abordaron poniendo en marcha una labor diplomática sin precedentes que dio lugar a la creación del Frontex y acuerdos de repatriación con los países de origen.

TALANTE

“Siempre en la vida he luchado por estar a la altura de las circunstancias, de las responsabilidades que se me daban, siempre ha sido mi gran preocupación si alcanzaba y daba la talla para esa responsabilidad. Ustedes me entregaron la más alta que se le puede dar a una persona, me he entregado a ella con lo mejor de mí. Nadie acierta siempre, les aseguro que lo sé, yo he procurado equivocarme lo menos posible. (Adán Martín,16 de abril de 2007).

“No aspiraba ni aspiro a un mundo idílico. El conflicto de intereses, la confrontación de aspiraciones, la contraposición de soluciones han estado ahí siempre. Las sociedades avanzadas no se caracterizan por la ausencia de conflictos sino por su capacidad para encauzarlos en unos casos, para neutralizarlos en otros y acabar superándolos siempre, y vuelta a empezar. Los que prometen soluciones fáciles e inmediatas para todo no van con la verdad por delante o se autoengañan”.

“Es verdad que acumulas experiencia y conocimientos, pero gobiernan otras personas. Por eso hay que buscar la forma de no estorbar”, reconocía tras abandonar la política. En este sentido, el expresidente Fernando Clavijo, que en 2010 era alcalde de La Laguna, recordaba que Adán dejó de gobernar con la misma generosidad con la que abordó cada etapa de su dilatada experiencia política. Pero siguió trabajando. “Incansable estudioso, sabio por encima de todo, continuó aportando, de manera anónima, sus conocimientos y sus proyectos. Generoso y dispuesto a compartir sus ideas y su visión de Canarias”.

ENFERMEDAD

Adán Martín se enfrentó a su enfermedad de la misma forma que abordaba cada uno de sus proyectos políticos, con tenacidad. Desde que en 1999, en plena campaña política como candidato a la Vicepresidencia de Canarias, le diagnosticaran un cáncer linfático, la enfermedad se convirtió en sombra de su sombra. En 2008, un año después acabar su mandato y haber dicho adiós a la primera línea de la política, el cáncer, aparentemente hibernado durante mucho tiempo, reapareció. Ante el inexorable avance de la enfermedad, en un ejemplo más de tenacidad, de no dejar que el cáncer le marcara el paso, se casó con su compañera sentimental, la también política Pilar Parejo.

“El cáncer que yo tengo no es curable. De lo que se trata es de echarlo p’atrás durante un periodo largo de tiempo. Morirme sé que me voy a morir. Todos nos vamos a morir”, asumía en una entrevista concedida en 2009, no sin apuntar que su vida siempre se desarrolló dedicándole a la enfermedad sólo el tiempo imprescindible. “Tener cosas en la cabeza no es una rémora frente a la enfermedad sino un acicate”. Tampoco olvidaba nunca Adán Martín el agradecimiento emocionado para su pareja. “Mi cuidador fue Pilar. Se pasó el tiempo a mi lado con mascarilla, o fregando como una loca con lejía por todos lados. Nunca podré agradecérselo bastante”.

EL LEGADO

Durante toda su trayectoria pública, Adán Martín planificó las bases para el progreso en Canarias: “Un nuevo salto que nos lleve por el siglo XXI en las mejores condiciones, con las mejores herramientas, más y mejor preparados”, como expuso en su último discurso en el debate de la nacionalidad, en enero de 2017.

“Me gustaría ser recordado por haber intentado hacer las cosas pensándolas, por haber creído que el rigor no está reñido con la creatividad, por haber querido planificar la adopción de decisiones y por haber tenido una idea de Canarias y haber trabajado con entusiasmo por esa idea. Los edificios son importantes, pero el motor del cambio y del futuro son las ideas. Me gustaría se recordado por haber hecho lo posible para que Canarias no llegara tarde al futuro”.

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