El movimiento originado por el hashtag #MeToo en 2017 ha supuesto un antes y un después en la opinión pública, pero parece que antes tuviésemos los ojos vendados. Ya hubo una mujer que denunció a una figura pública por acoso sexual. Lo hizo en la televisión y en los tribunales, y por ello pagó un precio muy alto. Era la España de los 90, y esta mujer tuvo que huir literalmente de España. Su nombre era Nevenka Fernández, concejala del Ayuntamiento de Ponferrada por el PP. En septiembre de 2000 pidió la baja por depresión y se trasladó a Madrid. Nevenka, que entonces tenía 24 años, denunció haber sido acosada sexualmente y laboralmente por el entonces alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez, miembro de su propio partido, tras finalizar la relación que había mantenido con él durante algunos meses. Nevenka acaba de estrenarse en Netflix. La economista fue la primera española en lograr la condena de un cargo político por acoso sexual después de que se introdujera el delito en el Código Penal español. La serie, de tres episodios, ha sido producida por Newtral, de la periodista Ana Pastor. El proyecto intenta poner el foco en la respuesta de la sociedad al caso. Se calcula que más de 4.000 personas se manifestaron frente al Ayuntamiento de Ponferrada tras la condena al alcalde. ¿A favor de la víctima? No. En contra de Nevenka.
