La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Veki Velilla | Protagonista de ‘¡García!’

Veki Velilla: «La serie pasa de la acción a ser algo más emocional»

Los actores Francisco Ortiz y Veki Velilla, protagonistas de ‘¡García!’. | HBO MAX

Los seguidores de Amar es para siempre (Antena 3) la recordarán en su papel de Laura, la hija pequeña de los Ortega, pero Veki Velilla (Madrid, 1995) ya había debutado en la tele tres años antes con la serie Anclados. Luego vendrían, entre otras, La catedral del mar, Hospital del Valle... e Yrreal (Playz), una serie de terror y acción muy rompedora que le serviría de experiencia para dar vida a Antonia en ¡García! Aquí también pone a prueba su resistencia física. Y sale airosa.


¡Menuda aventura ha vivido!

Una locura. No éramos conscientes de lo que estábamos haciendo.

Hay acción, comedia, drama...

Tiene un poco de todo. Hay acción, aventura y trama política, pero a medida que los capítulos van avanzando, pasa de ser una serie de puños y peleas a irse transformando, sin perder su espíritu aventurero, en algo más emocional.

¿Hay escenas de acción que haya hecho usted misma?

Gran parte. Había cosas que no estaba planeado que las hiciera yo, pero las veía factibles y pedí que me dejaran intentarlo. Aunque, obviamente, hay cosas como las explosiones, en las que sales volando, que no podíamos hacer ninguno de los actores porque no sabemos. Tanto Francisco como yo teníamos a dos especialistas que hacían de García y Antonia, que, además, nos enseñaron a colocarnos, a lanzarnos...

¿Necesitó preparación física?

Sí. No para cambiar físicamente, como le pasó a Francisco, porque el cuerpo de Antonia es el que tengo y, por suerte, no tuve que modificarlo. Pero sí mi fuerza para poder aguantar la cantidad de veces que está huyendo. Para soportar el tiempo que está colgada del puente, si no tienes el abdomen fuerte, no lo consigues.

También tenía secuencias con realidad virtual. ¿Era complicado?

Dos empresas de efectos especiales, el Ranchito y Lanspost, recrearon la parte de Antonia llegando al Valle de los Caídos y entrando a la basílica. La estatua de La Piedad era una reconstrucción en 3D. Un trabajo increíble. ¡Lo grabamos en medio de una autopista abandonada!

Como en Yrreal, también sería complicado colocarse para grabar.

Siempre que tienes a tu compañero enfrente es más sencillo, pero me he acostumbrado a que en audiovisual muchas cosas son mentira. Porque a veces estás mirando a tu compañero, pero por cámara parece que estás mirando a Parla. Te acostumbras.

¿Es cierto eso de que fue idea suya que Antonia hable tan rápido?

Cuando llegué al casting, no sabía que había un cómic y tenía una separata que pensé que tenía que cansar y cada capítulo duraría tres horas. La propuesta que llevé es que es una persona que habla rápido. Y es verdad que genera ansiedad. Hay momentos que dices: «¡Por Dios, que se calle!». Pero es una característica del personaje. Antes de ir a rodar me ponía rap hasta que me salía bien, porque si no era incapaz de ir a esa velocidad.

¿No sabía que había un cómic?

Antes del casting no tenía ni idea. En algún lugar se me había traspapelado la información. Y me acojoné. Como del primer casting al segundo había una hora, me fui a una cafetería a buscar información como una loca. Pero fue una suerte que no me lo hubiera leído, porque el personaje del cómic es diferente al que creamos. Es más seca. Más dura.

Antonia es un desastre, pero resulta entrañable.

Lo que más me gustó de construirla es lo patosa que es, porque me dio la oportunidad de hacer un personaje distinto. Hemos hecho a Antonia desgarbada aposta y no queríamos que se notara.

Por fin no hay la típica tensión sexual entre los protagonistas.

La suya es una relación fraternal. Antonia en ningún momento está sexualizada. Ni en las escenas con su novio.

García descubre los móviles y que los hombres se pueden casar.

Es muy bonito descubrir con él lo difícil que es entender una sociedad que para ti es el futuro. Imposible. Y a la vez Antonia, que empieza juzgando el pasado de su padre, entiende un poco de dónde vienen las cosas. Aunque no las acepte. Con lo que en la temporada uno —espero que haya más— Antonia empieza siendo una cría y acaba siendo una mujer. O, al menos, empieza a serlo.

¿Se daban cuenta de que estaban haciendo algo diferente?

No éramos conscientes al principio Pensábamos: esto puede ser una maravilla o un truño. Porque era tan ambicioso lo que se quería contar... Pero parece que lo hemos conseguido. El mayor miedo era el código. Tener un tono similar asumiendo el código de una serie, entre comillas, de superhéroes, pero tampoco, y el de cómic, pero realista, porque los personajes tienen capas.

Veo que ya piensa en una segunda temporada.

¡Ojalá! García y Antonia tienen que seguir sus andanzas.

Compartir el artículo

stats