Entrevista | Irene Negrín y Diana Pérez Agentes sociales y máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad

«Tóxica es la lejía, no que te maltrate tu novio; a la violencia hay que llamarla por su nombre»

Las agentes sociales y máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad opinan que «el patriarcado es muy reaccionario y eso significa que las feministas estamos ganando»

Irene Negrín (derecha) y Diana Pérez.

Irene Negrín (derecha) y Diana Pérez. / LP/DLP

Miguel Ayala

Miguel Ayala

Las agentes sociales y máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad Diana Pérez Saavedra e Irene Negrín León, trabajadora social y graduada en relaciones laborales, respectivamente, se han encargado de actualizar la guía docente Masculinidades no violentas, un documento a modo de herramienta publicado por la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias, y que fue escrito por Coral Herrera Gómez, doctora en Humanidades y Comunicación Audiovisual, escritora y periodista. Pérez y Negrín califican de «desoladoras» las cifras de mujeres asesinadas en nuestro país durante el mes de diciembre y este inicio de 2023 pero también opinan que «el patriarcado es muy reaccionario y eso significa que las feministas estamos ganando».

Pese a que se habla cada vez más de las nuevas masculinidades lo cierto es que la violencia machista, por ejemplo, parece que aumenta. Y la juventud no queda exenta de esta realidad. ¿Hacia dónde se mueve en ese sentido la sociedad?

Es cierto que los datos de la primera quincena del año son desoladores. Las feministas y quienes nos dedicamos a la prevención de la violencia de género nos encontramos completamente asombradas cuando observamos que pese a los esfuerzos económicos en fortalecer los recursos de prevención, de intervención, en lo social y penal, los números siguen en aumento. No obstante, creemos que la respuesta social frente a estos casos también es esclarecedora de la situación: hay un fuerte rechazo hacia la violencia de género, en comparación con otros años, quizá todavía más, y cada vez escandaliza más conocer cifras y casos de asesinatos machistas. Nos encontramos en un punto donde el patriarcado es muy reaccionario y eso significa una cosa; las feministas estamos ganando, el feminismo está cambiando el mundo y está funcionando para mejorar las vidas de mucha gente. No dejemos que el ensordecedor ruido machista nos nuble la vista, cada vez son menos. La juventud está cada vez más del lado del feminismo. Desde aquí queremos recordar que si alguna mujer se halla en una situación de maltrato puede llamar al 016 para solicitar información, y en Canarias deben llamar al 112 para activar la alerta por violencia de género.

¿Existe un perfil claro de esas nuevas masculinidades de las que tanto se habla? ¿Están de acuerdo con ese término?

No nos gusta hablar de nuevas masculinidades como sinónimo de masculinidades igualitarias porque implica que las viejas, es decir, las patriarcales, son igual de válidas. Hay que recordar que las masculinidades patriarcales no hacen daño únicamente a las mujeres, sino también a los propios hombres que las tienen, puesto que, como a nosotras, el patriarcado también les oprime. Que exista un único perfil de masculinidades igualitarias es utópico, pero sí que existen características comunes que conducen las masculinidades a una igualitaria, que indiscutiblemente tiene que pasar por la inteligencia emocional, la responsabilidad afectiva, el reconocimiento de los privilegios patriarcales, el esfuerzo por deconstruir, y la empatía para con uno mismo y con el resto del mundo.

«El feminismo está cambiando el mundo y realmente está funcionando para mejorar las vidas de mucha gente»

¿Qué sean nuevas no significa que hayan dejado de ser tóxicas?

La masculinidad hegemónica reconocida y validada por la sociedad hasta hace unas décadas se ha basado y nutrido del machismo y el patriarcado, por tanto, no contempla la igualdad sino que basa su construcción en una jerarquía en la que se posiciona por encima de las mujeres en primera instancia, seguido de la infancia, de las personas con discapacidad, de las disidencias de género, etcétera. Tóxico es un término que, consideramos, no se debería emplear cuando nos referimos al trato con otras personas porque es invisibilizar la violencia. Pamela Palenciano, actriz y artivista feminista, hace referencia a este fenóneno en su monólogo No solo duelen los golpes:«Tóxica es la lejía, no que tu novio te maltrate». A la violencia hay que llamarla como tal y el comportamiento de las masculinidades tradicionales se ha fundamentado principalmente en la violencia. La guía Masculinidades no violentas publicada por la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias principalmente lo que trata es de que las masculinidades no se fundamenten en la violencia sino en el buen trato hacia otras personas, seres vivos y el medio donde vivimos.

¿Y los resultados son reales? Porque resulta casi de ciencia ficción escuchar esas nuevas actitudes o posturas que contrastan luego con lo que nos ofrece la dura realidad.

Por supuesto que son reales, y si no lo son, aquí estamos las feministas para acercarlas a la sociedad. Como todo, al igual que nuestra propia deconstrucción, requiere de un trabajo lento de introspección, constante revisión, pero que debe partir de la empatía, de la ternura y el cariño. No sirve de nada que nos machaquemos por tener comportamientos machistas si luego no hacemos nada para remediarlos. Tenemos que intentar reconocerlos, dejar que otros y otras los reconozcan por nosotras y nos los señalen, y cuando eso pase, no actuar con agresividad, violencia o machacarnos, sino reflexionar de dónde vienen.

La principal tarea para remediar una masculinidad que te hace daño, como es la patriarcal, es hablar con tu grupo de amigos de tus sentimientos, de las cosas que te preocupan en lo profundo, de cómo nos sentimos o cómo te ha hecho sentir algo. Empezar a escucharnos activamente con empatía y ternura, y así construir un espacio seguro donde poder ser.

¿Han encontrado en Canarias alguna peculiaridad con respecto al perfil de las masculinidades?

No nos gustaría ser reduccionistas: las masculinidades son diversas como personas en el mundo. Sí que hay un denominador común marcado por la cultura, y es que la validación social de la masculinidad se fundamenta en los estereotipos de género y la socialización diferencial de género, esto ocurre en Canarias, como ocurre en Andalucía o Barcelona. Cada vez se muestra como la mirada cambia y la sociedad empieza a señalar a este fenómeno como algo incorrecto. Seguir avanzando en igualdad es sinónimo de que las masculinidades sean corregidas y se desdibujen lo que nos han enseñado tradicionalmente; aquello que corresponde a las mujeres y los hombres como si fuéramos contrarios. En este sentido no afecta tanto el origen o la geografía, sino que la clase social y el contexto socioeconómico también marca diferentes tipos de opresión.

«Las masculinidades patriarcales no hacen daño únicamente a las mujeres, sino también a los propios hombres porque les oprimen»

¿Pasa el futuro por dotar en la juventud a los chicos y chicas de herramientas e información suficientes para alejarles de ese tipo de comportamientos?

Por supuesto. Creemos que la base de construir una sociedad igualitaria y justa parte de la base de recibir una educación basada en los valores feministas. Para quiénes ya han recibido una educación patriarcal, que somos todas las personas vivas actualmente, y sobre todo para aquellas que son adolescentes todavía, hay que educarlas en igualdad desde la ternura. No se consigue nada si a los chicos los educamos desde la culpabilidad; si frente a actitudes machistas aprendidas de un entorno social y cultural abiertamente patriarcal los penalizamos por ello como si fuesen adultos. Hay que acercarles estas herramientas y muchas otras creadas por compañeras feministas para que así puedan decidir libremente quiénes quieren ser en la sociedad, cómo quieren relacionarse con el mundo que les rodea y cómo quieren expresar su masculinidad.

Hablamos de patriarcado con mucha naturalidad y, sobre todo, refiriéndonos al varón pero el papel de la mujer, de las madres y las parejas, es en muchas ocasiones tan dañino como si de un coro de machirulos se tratase, con comentarios del tipo 'en casa el que manda eres tu', 'quién es el hombre de la casa'... Son comentarios peligrosos que lanzan mujeres contra otras mujeres para fortalecer el papel de él como macho dominante. ¿Al final copiamos comportamientos por comodidad o por herencia?

Nadie está libre de haber sido educada, socializada y arraigada en el patriarcado. Esto es lo que explica que este sistema opresor esté instituido en la sociedad hasta tal punto que cuando escuchamos ese tipo de comentarios procedentes de mujeres, nos escandalicemos más que cuando vemos cómo aumentan las cifras de asesinatos de mujeres a manos de hombres, de sus parejas o exparejas. También es machista considerar que las mujeres son seres de luz que no perpetúan lo que han aprendido toda la vida, en todos los ámbitos de su vida —medios de comunicación, cultura, educación reglada y no reglada—; que las mujeres son menos que los hombres, que ellas en casa y ellos a trabajar. No es comodidad; para nadie es cómodo ser machista, pero es cultura y, en el caso de muchas mujeres, también es supervivencia. El énfasis creemos que no se debería poner en las hijas sanas del patriarcado sino en aquellas que hacemos lo posible por mejorar la vida de las demás, por construir una sociedad más sana e igualitaria. En la guía también se habla de este fenómeno cada vez menos inusual, y se explica de dónde proceden esos cuestionamientos, y también por qué las feministas y quienes nos dedicamos a esto recibimos este tipo de preguntas.

¿Son también víctimas los hombres de esa situación?

Por supuesto. Los hombres son las primeras víctimas de su propia masculinidad patriarcal. Desde que dejan de mostrar sentimientos y emociones primarias como la tristeza y la alegría, y sólo muestran la frustración y enfado desde la rabia, agresividad y violencia, ya están siendo oprimidos por el mismo sistema que oprime a las mujeres. En Masculinidades no violentas, Coral Herrera hace mucho hincapié en esta cuestión, en cómo se les enseña a los hombres a olvidarse de todas sus emociones, de cómo sólo pueden sentirse liberados y mostrar afecto físico cuando se trata de una victoria deportiva. Este es el mensaje más importante que hay que entender, el feminismo busca la igualdad de las mujeres y los hombres, y para ello también busca liberar a los hombres de un sistema que no los deja ser libres.

«No dejemos que el ruido machista nos nuble la vista, cada vez son menos y la juventud está más del lado del feminismo»

¿Hay talleres en Canarias dedicados a reformar y reeducar actitudes? ¿Sirven para algo?

Esta guía está basada precisamente en los talleres que ha impartido Coral Herrera desde 2019 en los centros de menores con medidas judiciales de Canarias. La Dirección General de Juventud así como el Instituto Canario de Igualdad tienen un amplio abanico de formaciones, talleres, charlas interactivas, y en general actividades lúdicas y de ocio en el que se trabaja en pos de la erradicación de la violencia de género, trabajando con los chicos la deconstrucción de los aprendizajes patriarcales sobre cómo experimentar y expresar su masculinidad.

¿Y alguno destinado a quienes desde el feminismo quieren reafirmarse?

Creemos que la sociedad debe recibir y tener disponible este tipo de materiales y acciones que permitan la creación de herramientas que, al final, mejoren un poquito las vidas de la gente. Es importante recalcar la importancia de este tipo de labores, porque aparte de crear trabajo para gente joven, también genera oportunidades de sanación sobre las opresiones que el patriarcado y la cultura machista ejerce sobre los hombres y más duramente sobre las mujeres.

¿Refleja Masculinidades no violentas la realidad de Canarias?

El trabajo de Coral Herrera, una feminista consolidada en España y Latinoamérica, nos ha permitido acercar a la realidad canaria una propuesta metodológica atractiva, basada en las emociones, el respeto y el entendimiento mutuo, creando relaciones horizontales entre quiénes deben dinamizar las actividades y quienes las reciben. Gracias a su texto original de 2019, así como a las necesidades y demandas detectadas, se ha podido editar esta herramienta de la forma más bonita posible; en equipo sororo donde el trabajo también ha sido horizontal y desde los cuidados. Ojalá estos materiales les sirvan a los adolescentes canarios para poder aliviar los dolores que las masculinidades patriarcales producen; que sepan que aquí estaremos las feministas para acompañarlos en el proceso, porque al final todas y todos recorreremos el mismo camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.

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