Entrevista | Carlos González Protagonista de ‘Todas las veces que nos enamoramos’

Carlos González: «Para esta serie recordé cuando llegué a Madrid con 18 años»

Al actor protagonista de ‘Todas las veces que nos enamoramos’, el papel le llegó como caído del cielo tras un año sin trabajar

Carlos González

Carlos González / LP/DLP

Marisa de Dios

El personaje que interpreta Carlos González en la nueva serie de Netflix Todas las veces que nos enamoramos es de esos que les roban plano a los protagonistas cada vez que aparece en pantalla, por su desparpajo y su gran corazón. El actor confiesa que el papel le llegó como caído del cielo, porque llevaba un año sin trabajar desde Maricón perdido, donde dio vida a Bob Pop.

Da es el amigo que todos querríamos tener: totalmente fiel y el que te dice las verdades a la cara.

Es un chaval que llega a Madrid del pueblo, donde lleva toda la vida sin poder expresarse. Toma la decisión de estudiar cine, que es una carrera arriesgada como podría ser la de actor. Conoce a un grupo de amigos y es la primera vez que se siente comprendido, así que vive continuamente con el miedo a perderlos. Por eso es tan intenso e impulsivo.

¿No guarda muchas similitudes con su personaje? Usted también dejó su pueblo en Navarra

De todos los personajes que he hecho, es el que más cerca he tenido. Solo tuve a volver a recordar a ese Carlos que llegó a Madrid con 18 años para estudiar interpretación. Pero yo tuve la suerte de haber tenido una familia que me apoyó. Sí que encuentro muchas similitudes con el personaje, sobre todo en esa cosa de querer agradar y ese miedo a perderlo todo.

¿Le hubiera gustado ser joven en esos años 2000, sin redes y con los primeros móviles, tan arcaicos?

Creo que hubiera sido más feliz. Por ejemplo, las redes solo las uso para temas laborales, porque me provocan ansiedad. Antes tenías que currarte más las cosas, ahora hay tanta información que no hay ley del esfuerzo. Nos están volviendo más vagos y menos luchadores por lo que queremos, porque nos lo dan todo más hecho.

Se presentó al casting de Señoras del (H)AMPA con las croquetas de su abuela, porque su personaje tenía una trama relacionada con ello. ¿Fue a las pruebas de Todas las veces que nos enamoramos con un guion?

Conozco a Diego Betancor, productor de la serie y director de casting. Le pregunté si tenía algo para mí y me dijo que empezaban esta serie, y me propuso ser su ayudante de casting, porque ya habíamos trabajado juntos. Y cuando leía las separatas vi a Da y pensé: ¡pero si soy yo! No sabía si decirlo... Hice la prueba, como muchos otros chicos, y al final me dieron el papel a mí.

Estuvo un año sin trabajar. A veces nos quedamos con el éxito de los actores, pero no recordamos esa cara B de los parones.

Es muy importante ir a terapia. Yo voy. En la época que no trabajas también hay que crecer como persona: yo sigo haciendo cursos de interpretación, hago deporte, me cuido... Ahora estamos en un momento de salud mental muy frágil, sobre todo mi generación, que hemos venido a romper con tradiciones que hemos recibido y eso requiere poner límites y cuidarse a uno mismo. Nuestra profesión es muy inestable.

¿Viene de familia artística?

Toda mi familia se dedica a la hostelería, pero son muy artistas.

Dice que hace cinco años le hubiera costado trabajar como actor porque no había tantos personajes LGTBI o de cuerpos no normativos.

Por supuesto. Me ven a mí y dicen: este chico se maquilla, es gordo, pues nos da de gay. Pues dame la oportunidad de hacer una prueba para otro personaje, porque yo he estudiado para ser actor, no para hacer de mí. Confía en que tengo 25 años y un mes para preparar el papel. Cierto que ahora hay más visibilidad para personajes LGTBI y de cuerpos no normativos, pero me encantaría que llegara un día que no se tuviera que mencionar la sexualidad o el cuerpo de los personajes.

En Todas las veces que nos enamoramos sí que hace de gay.

Sí, es una comedia romántica y es el mejor amigo gay de la protagonista. Pero pensé: como actor le doy la vuelta y veo qué le pasa a mi personaje más allá de ejercer de celestina del chico y la chica hetero. Yo me planto como actor y pienso qué le pasa por dentro al personaje. Rezo por hacer personajes que no solo sean maricas, graciosos y gordos.

¿Da también tiene mucho de Carlos Montero, el creador de la serie?

Carlos ha escrito la serie desde su experiencia de cuando estudió Comunicación Audiovisual. Hay mucho de Carlos en Da, no en su forma física o porque sea una imitación o un biopic, sino en que él escribió el personaje como esa parte suya de guionista. Da no es consciente de que sabe escribir bien. Muchas veces no sabes el talento que tienes porque es algo que no te cuesta hacer.

¿Usted se dio cuenta pronto que lo que se le daba bien era actuar?

Yo cantaba, me resultaba muy fácil, pero me aburría. Y pensé en estudiar interpretación porque me interesaba el cine. No sabía ni lo que era hacer una improvisación. Tuve que esforzarme muchísimo, porque el talento se trabaja. ¡Y lo que me queda por aprender! Yo soy un actor que me leo el guion y me asusto. Pienso: ¿por dónde empiezo?

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