Entrevista | Luis Roca Arencibia Guionista y director de 'Benito Pérez Buñuel'

Luis Roca: «La película ‘Benito Pérez Buñuel’ es un acto de amor»

«Escribir el guion de la animación fue con lo que más disfruté», afirma el director y guionista del documental

Luis Roca Arencibia.

Luis Roca Arencibia. / Nacho González Oramas

M. A.

Luis Roca, con más de 30 años de trayectoria en el sector, es una de las voces más autorizadas del cine en las Islas Canarias. Ha trabajado en equipos de dirección en rodajes en las islas, entre ellos Mararía (Antonio José Betancor, 1998) y La Raya (Andrés Koppel, 1997). Fue responsable de la primera normativa del sector audiovisual de Canarias, las primeras ayudas públicas y los primeros cursos de formación con la Unión Europea. Ha sido vocal en comités de ayudas al cine del Gobierno de España y especializado en la recuperación de rodajes históricos en Canarias, cine y turismo y la difusión de los cineastas de Canarias, con tres libros y textos publicados, entre otros, en LA PROVINCIA, El País, El País SemanalHerald TribuneDiario.esPúblico y El Asombrario. Dirigió durante nueve años la sección Foro Canario del festival de cine de Las Palmas. Es premio de Comunicación Turística del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (2015) y miembro del foro cívico Demócratas para el cambio, distinguido con el premio Roque Nublo Social del Cabildo de Gran Canaria (2018). 

Su ensayo cinematográfico combina de manera acertada el humor, ácido y amable a la vez. ¿Qué nuevas claves aporta en él respecto a las confluencias entre ambos grandes creadores?

La película aporta tanto claves que se cuentan por primera vez como, también, recopila las estudiadas por los especialistas en la materia. Además, recuerda quiénes fueron Galdós y Buñuel, por qué siguen siendo actuales y quién es su más distinguido continuador, Pedro Almodóvar. Me parece importante que también las nuevas generaciones los conozcan. Son dos faros de la cultura que dedicaron su vida a trabajar por una humanidad mejor. Y el humor en ambos es un elemento fundamental.

Los personajes del crítico cinematográfico, al que después no se le recuerda, y el sabio profesor radicado en Los Ángeles, Víctor Fuentes, son muy interesantes. ¿Qué aportaciones destaca usted?

Creo que las tesis del documental las explican todos los entrevistados de una forma entendible para todos los públicos. Me gusta la rotundidad de Víctor Fuentes cuando afirma que, si bien nadie puede poner en duda la maestría de El Quijote de Cervantes, «Galdós tiene 30 o 40 novelas donde está todo el hondón del pueblo español». Galdós es una cima de la cultura de España. No está detrás de nadie. Como canario, no hay mejor ejemplo para cualquier ciudadano de las islas de hasta dónde se puede llegar.

En Madrid, en el parque del Retiro, rueda esa secuencia que incluye la bella interpretación musicada del poema de Buñuel en el estanque de El Retiro pletórico de otoño y poesía. 

La incorporación de Beatriz Cuéllar y Jorge Sáez, interpretando el poema No me parece ni bien ni mal, de Luis Buñuel, surgió por una sucesión de coincidencias nacidas de la necesidad, como mucho en esta película. Ella es hija de amigos con vínculos muy cercanos con mi madre, es nieta de una galdosiana, Alicia del Río, canaria, ya fallecida. Su voz es excepcional. 

Es un acierto el uso de la música, donde compositores como Beethoven o Wagner se integran como un encaje con los temas mexicanos. ¿Cómo toma la decisión de introducirse usted en la trama?

La música mexicana es obra del escritor canario a quien más admiro, Víctor Ramírez. Beethoven y Wagner están por ser músicos preferidos de Galdós y Buñuel, respectivamente. Que yo aparezca como personaje es fruto de un proceso inevitable, pues era quien estaba llevando a cabo esa búsqueda y, muy importante, tenía 2 elementos verdaderos que lo justificaban: Galdós es un fantasma que se ha paseado siempre por mi casa, pues mi madre es una eminente galdosiana, y me dedico al cine por Buñuel. 

Es muy pertinente la secuencia de acontecimientos resumidos en cine de animación desde que Benito Pérez Galdós falleciera, la Puerta del Sol teñida del morado de los tambores calandinos… La animación es uno de los atractivos del filme. ¿Qué es lo que más destaca de ella?

Escribir el guion de la animación fue con lo que más disfruté. Respecto a la secuencia de la visita de Buñuel a Galdós en 1919, es interesante saber que Buñuel, apenas llegado a Madrid, con 19 años, sin saber entonces que se iba a dedicar al cine, fuera a visitar a Galdós. La animación también me permitió cumplir un sueño que atesoraba desde los 20 años, mostrar mi ciudad en el pasado. 

Recordar la sencilla y única división existente entre los seres humanos, la de ser buenas o malas personas más allá de religiones, razas o políticas, es muy oportuno. Igual que su moraleja y deseo finales. ¿Qué es lo más importante que ha aprendido?

El valor de la humildad. La película solo ha sido posible por la iniciativa y empuje de la productora, que es mi mujer. Ella sabe que llevaba 30 años en Canarias dando vueltas alrededor de dirigir una película de verdad. He dedicado mi vida a tratar de generar las condiciones para que hacer cine aquí sea posible. Había llegado el momento de pasar a la acción. Benito Pérez Buñuel es un acto de amor. Eso la ha germinado y espero que la haga envejecer lo mejor posible.