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El Pergamino de Clío

El periódico de la Antigua Roma

El periódico de la Antigua Roma lara de armas moreno

Las bases del periodismo actual se encuentran en la Roma clásica. A mediados del siglo I a.C., la vida política romana era ajetreada y padecía cambios drásticos en cuestión de horas. Esto hacía que los romanos estuviesen siempre pendientes de nuevas noticias y rumores, más aún los que se encontraban viviendo lejos de la capital. En un principio, la forma más fácil de enterarse de lo que estaba pasando era mediante carta, pero este sistema era poco efectivo ya que la información, al pasar de mano en mano, no era siempre fiable.

Gracias a estas dificultades nacieron las actas diarias (Acta diurna populi romani), algo muy parecido a un periódico actual. Las creó Julio César en el año 59 a.C y recogían los sucesos ocurridos a diario en Roma. Se cree que un magistrado era el encargado de aprobar las publicaciones y los redactores eran llamados diurnarii que podrían ser considerados los primeros periodistas de la historia.

Los expertos opinan que las actas se plasmaban en planchas de madera pintadas o enceradas, eran colocadas en el Foro y las custodiaban soldados. Pero Julio César no dejó cabos sueltos, sabía que muchos de los romanos eran analfabetos, así que decidió encargar a un funcionario (praeco) el pregón de las noticias. Este debía recorrer la ciudad comunicando los sucesos, las sentencias y los proyectos de ley. Su trabajo tenía una duración de tres años.

Las actas también eran reproducidas en copias sobre papiro que se difundían por el resto del Imperio. Estas reproducciones las vendían los librarii. Desafortunadamente, no contamos en la actualidad con ninguna copia original de un acta diaria romana, pero conocemos su existencia gracias a autores de la Antigüedad como Plinio o Suetonio. Estos testimonios parecen evidenciar que las actas reflejaban mayoritariamente información política, pero también contaban con datos sobre la construcción de monumentos y la venta de esclavos, sin embargo, se cree que no recopilaban demasiados sucesos internacionales, por lo que se asemejaría más a un periódico local de los actuales.

Lo que sí parece estar claro es que la información era cuidadosamente seleccionada por la gente en el poder, por lo que no siempre era objetiva. Además, con el establecimiento del Imperio, las actas cumplieron también una función propagandística. Como ejemplo, podemos ver a Cómodo que usó la propaganda del terror plasmando en las actas sus crueldades. Las actas tenían también una sección de vanidades en las que aparecían los divorcios, nacimientos y casamientos de las familias importantes de Roma.

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