Dunia, DIEZ años después: ¿te imaginas?

Con motivo del décimo aniversario del fallecimiento de la cineasta Dunia Ayaso, diez íntimos de la creadora canaria imaginan cómo sería la vida personal y profesional de la directora y guionista en la actualidad

Dunia DIEZ años después ¿Te imaginas?

Dunia DIEZ años después ¿Te imaginas? / LP/DLP

Miguel Ayala

Miguel Ayala

Diez personas imprescindibles en la existencia de la cineasta canaria Dunia Ayaso han accedido a fantasear, con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento, ocurrido el 27 de febrero de 2014 en Tenerife, por dónde hubiera transcurrido en estos años la vida de la directora y guionista; qué proyectos habría abordado; cuál sería la relación con sus hermanos, sus sobrinos y sus amigos; cuántas risas hubiese compartido junto a su otra mitad, el también cineasta Félix Sabroso y, por supuesto, cómo sería la relación de esta mujer con la televisión y la industria del cine patrio con cuyo nombre bautizó la Fundación SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) un galardón dotado de 5.000 euros que desde hace ocho años reconoce en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián la película que, junto a su valor cinematográfico, muestre personajes femeninos con un papel protagonista en la historia o retrate la situación de la mujer en la sociedad.

Cerca del mar, con el pelo recogido en una coleta, tomándose una copa de vino blanco —«con hielo», matiza el actor Javier Cámara—, obsesionada cuidando de todos y de todo, ideando nuevos proyectos, viajando muchísimo, recibiendo en casa a sus amigos, mimando a sus sobrinos, estupefacta ante las injusticias e incongruencias que marcan la actualidad, pasando cada vez más tiempo en Canarias, disfrutando de formatos televisivos como Drag Race España... Así se imagina hoy a Dunia Ayaso el círculo más íntimo de la cineasta. «También estaría hablándome de cómo son los hombres ordenados por sus horóscopos», dice la actriz Candela Peña quien, más allá de haber trabajado junto a la directora y guionista en Descongélate! (2003), Los años desnudos (2008) o La isla interior (2009), fue buena amiga de la creadora grancanaria. «Dunia estaría tomando un vino blanco en alguna terraza de la playa de Las Canteras, con su queso frito, mientras me cuenta historias aún por rodar y haciendo ideología de todo; detallando el mundo con sus observaciones vitales», añade la intérprete.

«Ahora mismo me la imagino sonriendo, riéndose a carcajadas; de hecho», admite el actor Javier Cámara, «siempre que pienso en ella la imagino así. Comprometida con todas las causas importantes y a la vez disfrutona, gozadora, con un vaso de vino blanco con hielo; su mata de pelo recogida en una coleta bien apretada, vestida con túnicas de colores y abriéndonos la puerta de su casa donde todo está ya preparado; besándonos con ruido y ocupándose de que estemos a gusto», fantasea Cámara sobre cómo cree que, a día de hoy, sería Dunia Ayaso.

La cineasta grancanaria fallece de forma inesperada a los 52 años en Santa Cruz de Tenerife tras rodar junto a Félix Sabroso seis largometrajes, entre ellos el clásico de 1997 Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí; participar como guionista o directora en series de televisión —dirigió en 2006 junto a Sabroso y producida por El Deseo la teleserie Mujeres— y, entre otros, los montajes teatrales ¿Qué fue de las hermanas Sue? (1999), El hundimiento del Titanic (2005), La Gran Depresión (2011) o De cintura para abajo (2012).

Los amigos de Ayaso aseguran que en la actualidad estaría ideando proyectos para cine y televisión. «Pontificaríamos sobre formatos como Drag Race España, que le podría encantar, e inventaríamos otros nuevos y, tal vez, fantasearíamos con hacerlos realidad algún día», imagina el director de cine y guionista Juan Flahn quien, además de íntimo de la cineasta, trabajó junto a ella y Sabroso en los guiones de la teleserie Mujeres, dirigida por el tándem canario, además de haber colaborado con él en los textos de Chuecatown, película de 2007 donde Dunia y Félix fueron coguionistas.

El comisario de arte, cineasta y diseñador donostiarra Arakis reconoce que «egoistamente me gustaría que estuviese grabando 20 nuevas temporadas de Mujeres».

«Como decía ella: ¿Te imaginas?», prosigue contando este otro imprescindible en la vida de Dunia Ayaso. «Estaría siendo ella misma: exquisitamente sensible, inteligente, cariñosa y generosa como persona y como creadora de narrativas audiovisuales».

Claudio Utrera, fundador en el 2000 del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, cita que dirigió durante 15 años y donde Dunia y Félix Sabroso presentaron en 2008 el largometraje La isla interior, la primera película española con la cual se inauguraba el certamen, cree que la cineasta continuaría haciendo gala de su carácter «expansivo y de verbo ingenioso y torrencial».

«Junto a Félix, otro maverick del cine nacional al que se le deben también muchos de los aciertos acumulados por esta inclasificable pareja de cineastas desde su debut en el cine a comienzos de la década de los noventa», continúa explicado Utrera, quien no duda que la cineasta proseguiría desarrollando «una atípica filmografía donde, con mayor o menor fortuna y con presupuestos exiguos, continuaría focalizando algunos de los aspectos más ilustrativos de la peculiar sociedad española. Las suyas son, en resumidas cuentas, películas que indagan, desde el prisma del humor, más iconoclasta, en algunos de los tabúes más genuinos de nuestra cultura, sin fáciles coartadas ni subrayados inútiles», y en esa línea opina que transitaría diez años después de su fallecimiento el universo creativo de la grancanaria.

Dunia DIEZ años después ¿Te imaginas?

Dunia DIEZ años después ¿Te imaginas? / LP/DLP

«Ahora la imagino pendiente de las noticias, de las series, de las películas...», dice por su parte la diseñadora Elena Benarroch, con quien Dunia mantenía una estrecha relación. «La Benarroch es una de las tías más divertidas y generosas que conozco», repetía siempre sobre su amiga la creadora grancanaria. Aunque para generosidad la que siempre demostró Ayaso al creativo film maker Jau Fornés, pareja de Félix Sabroso.

«A pesar de que conocí a Dunia durante diez años tuvimos un relación que, aunque maravillosa, siempre se me antoja corta. Me aceptó», rememora Fornés, «y me trató como uno más de la familia. Dunia sigue con nosotros. Sigo viéndola hoy con su télefono móvil preguntándome por cosas de millennials, por cómo poner un reel en Instagram o cómo añadir música en una story. Levantándome yo por las mañanas», prosigue, «e irme corriendo a su cama para tumbarme junto a ella, poner la tele y contarle las últimas novedades del mundo de la televisión; ayudándome a vestir para ir a un estreno de cine u organizando una cena en casa. Esa es la Dunia a la que hoy veo. Llena de luz, sonriente...»

Quienes han accedido a imaginar para este reportaje cómo sería hoy la cineasta, diez años después de su muerte, coinciden en retratarla «cuidándonos a todos». Y Félix Sabroso, quizás quien más y mejor conoció a Dunia Ayaso, no duda en afirmar que estaría «organizando la vida de otros, probablemente de sus amigos, hermanos y sobrinos».

En la playa con proyectos, cursos y el festival de cine

Más allá de su amor por el cine y la escritura o su intensa relación con sus amigos en Madrid, donde residía Dunia, la verdadera debilidad de ella siempre fue su familia.

Los Ayaso Formoso, que residen en Las Palmas de Gran Canaria, son siete hermanos, ocho con Dunia —José María, la propia cineasta, Natacha, Miriam, Cristian, Igor, Grace, Juan Carlos y Vicky—, y dos de ellos, en representación del resto del clan, han accedido también a fantasear sobre cómo sería en la actualidad la vida de la directora y guionista a quien imaginan viviendo cerca de la playa de Las Canteras, disfrutando de sus sobrinos Jacky, Sirayud, David y Asier; vinculada a la formación de nuevos talentos de las Islas, colaborando con el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, rechazando propuestas para dar el salto a la política como gestora cultural y, sobre todo, «pegada al teléfono hablando con Félix de nuevos proyectos», reconoce su círculo familiar, una colaboración que para este reportaje con motivo del décimo aniversario de la creadora enriquece su hermana Miriam, quien se ha animado a dedicarle a Dunia una poesía que se reproduce en estas mismas páginas.

«Yo la veo viviendo en Las Palmas de Gran Canaria, cerca de la playa de Las Canteras», dice José María Chema Ayaso Formoso. «Le habrían propuesto, y seguro que ella encantada lo hubiera aceptado, impartir clases en la Escuela Oficial de Actores de Canarias; ese sería su trabajo», asegura.

Dunia DIEZ años después ¿Te imaginas?

Dunia DIEZ años después ¿Te imaginas? / LP/DLP

«Creo que le hubiesen planteado entrar en política para llevar una concejalía o consejería de Cultura o Mujer pero habría declinado esa invitación pues, tras haber superado su enfermedad, las neurósis y las desilusiones de la política actual en absoluto le apetecerían. Eso sí: a los 62 años que hoy tendría pienso que se habría comprometido con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para, junto a ellos, colaborar en la gestión del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, el LPA Film Festival. Todo esto», prosigue explicando, «mientras continuaría viviendo colgada al teléfono y hablando con Félix Sabroso de nuevos proyectos».

«Yo también la veo instalada en la Isla», imagina Vicky Ayaso Formoso, otra hermana de la cineasta, «organizando cursos de cine y producción, viajando por trabajo y descubriendo talento canario. Una noche», añade, «Dunia me habló de la posibilidad de crear en Canarias una escuela donde impartir talleres de cine para formar a profesionales del Archipiélago pero no le dio tiempo» debido a su inesperada y prematura muerte, en el año 2014, en un centro hospitalario de Tenerife.

Su familia en Canarias reconoce que Dunia en lo personal «no querría mantener una relación de pareja consolidada y sí dedicaría su tiempo libre para disfrutar de Jacky, Sirayud, David y Asier, sus sobrinos, y a pesar de que Jacky, el mayor, estudia ahora periodismo en Sevilla, también le estaría organizando la vida. Aunque tuviese múltiples actividades, no habría aprendido aún a dejar de ser la madre de sus hermanos y del mundo entero».

Que la cineasta Dunia Ayaso adoptase ante sus hermanos esa figura maternal y controladora de la cual ellos, llenos de cariño, hacen ahora bromas se debe a que la muerte de sus padres, el periodista José María Ayaso y la bellísima Marta Formoso, quien también trabajó en la radio, se produce cuando la mayoría de sus hijos eran todavía menores de edad. De ahí que Dunia —con Félix Sabroso a su lado— se viese obligada, siendo aún una ella muy joven, a convertirse en protectora madre adoptiva de todos ellos, un papel que fue, sin duda, el mejor personaje creado por la cineasta a lo largo de su vida.

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