La vida en directo de 23 canarios

El paso de isleños en los 25 años de ‘Gran Hermano’ se salda con la victoria de Naiala Melo y Juan Quintana, la polémica en torno a Fayna Bethencourt, el descubrimiento de Amor y el plantón de Sonia Walls

La vida en directo de 23 canarios

La vida en directo de 23 canarios / La Provincia

Miguel Ayala

Miguel Ayala

Seguro que los publicistas encargados de crear el histórico lema de «la vida en directo» que durante 25 años ha acompañado en España las ediciones de Gran Hermano no fueron conscientes de cuánto acertaron con aquel eslogan porque, efectivamente, el reality show desnudó a través de la televisión, con sus luces y sus miserias, a los alrededor de 500 concursantes, veintitrés de ellos canarios, que han pasado por este formato nacido como «experimento sociológico» que acabaría convirtiéndose, según sus críticos, en el mayor ejemplo de la telebasura en nuestro país con algún participante sentado incluso en el banquillo de los acusados de un tribunal por la presunta violación de una de las participantes en la casa —repleta de cámaras— de Guadalix de la Sierra donde se graba el concurso.

Sin embargo, defensores y detractores del formato estrenado el 16 de septiembre de 1999 en la televisión holandesa bajo el nombre de Big Brother coinciden en algunas cosas: Gran Hermano revolucionó tanto la televisión mundial —a España llega el 23 de abril del año 2000— como el universo de las celebrities donde, de repente, personajes desconocidos sin mayor mérito que el de haber pasado por el concurso se codeaban en las páginas de las revistas de crónica social y los programas del corazón con los famosos de toda la vida quienes, también hay que decirlo, habían alcanzado popularidad en muchos casos por casarse con alguna o algún famosete, mostrar a su recién nacido, infidelidades varias, enconados pleitos familiares o, por ejemplo, protagonizar millonarios divorcios.

Las peleas, escándalos, amoríos y sesiones de edredoning, término acuñado precisamente en Gran Hermano para definir los encuentros íntimos que tenían lugar debajo de dicha manta, sumados a las confrontaciones que entre familiares y el resto de defensores de los concursantes se producían en directo en el plató durante la emisión del reality catapultaron también a la nueva lista de famosillos patrios a madres, padres, novias, novios, hermanos, amigos y demás fauna catódica, personajes que, asimismo, alimentarían durante décadas los espacios de chismorreo de Mediaset España, grupo mediático al cual pertenece Telecinco, cadena donde siempre se han emitido en nuestro país las diecinueve ediciones de Gran Hermano así como el resto de sucedáneos derivados de la marca: GH VIP (nueve entregas); GH: El Reencuentro (cuatro ediciones en total) y tres más de GH Dúo.

Mercedes Milá, la presentadora de la mayoría de ediciones de 'Gran Hermano'.

Mercedes Milá, la presentadora de la mayoría de ediciones de 'Gran Hermano'. / La Provincia

De esa deriva del formato creado por Endemol, cuyos derechos en España explota Zeppelin, escapó la primera entrega de GH y, en cierta medida, también habría sucedido lo mismo con la segunda si dos de sus concursantes, una de ellas canaria, no hubiesen iniciado ante las cámaras una relación tóxica que acabó ocupando titulares en la prensa y minutos en todos los informativos del país provocando finalmente la expulsión del reality show de uno de los protagonistas de aquel idilio televisivo.

La grancanaria Fayna Bethencourt, quien con 22 años inaugura en 2001 la presencia de isleños en Gran Hermano, coincide con el también concursante Carlos Navarro en la segunda edición del programa.

Fayna Bethencourt.

Fayna Bethencourt. / José Carlos Guerra

De todos es conocida las dramáticas consecuencias de aquel encuentro pero Fayna, sin abundar en ese grave asunto, continúa a día de hoy recordando «con cariño», dice, su entrada en el reality. «Yo era casi una niña que no sabía en dónde me metía», rememora la participante de ese espacio que, asegura, «me cambió la vida para siempre en todos los sentidos».

Del 51,2% al 18,3% de ‘share’ en 24 años

Cuenta Bethencourt cómo le impresionó «la maquinaría brutal» que rodeaba un programa que aún hoy mantiene seis de sus galas —cinco de ellas de GH 1 y una de GH 2— entre las once emisiones más vistas en la historia de las televisiones comerciales españolas.

7.330.000 espectadores y un 51,2% de share siguieron de media las 16 emisiones de Gran Hermano 1 mientras que Gran Hermano 2, donde Fayna Bethencourt desembarca en 2001, registró en sus 17 entregas alrededor de 6.700.000 televidentes y un 42,5% de cuota de pantalla de media, datos que contrastan con los obtenidos en la final de GH19, en 2024, donde el canario Juan Quintana se proclamó ganador ante 1.121.000 telespectadores anotando un 18,3% de cuota de pantalla.

La joven canaria explica que «antes de comenzar el programa y entrar a la casa de Guadalix nos reunieron a todos los concursantes para preguntarnos si éramos conscientes de dónde íbamos a meternos y las consecuencias que tendría en nuestras vidas. Nosotros», añade, «que éramos una pandilla de jóvenes inexpertos y tampoco sospechábamos el alcance de todo aquello, decíamos que sí; que estábamos preparados... Pero realmente no teníamos ni idea de la que se nos venía encima».

Marta Peñate.

Marta Peñate. / La Provincia

Fayna Bethencourt celebró dentro de la casa de Gran Hermano su 23º cumpleaños ajena al guirigay que su relación sentimental con Carlos Navarro estaba generando en el exterior.

«Si flipé cuando en el plató me mostraron que hasta en el Congreso de los Diputados habían hablado de nosotros», rememora, «imagine cómo me quedé al comprobar que incluso se nos mencionaba en una publicación del Vaticano acerca de la moral».

«No calculé ni de lejos la popularidad y visibilidad que me daría» aquel espacio de telerrealidad, añade antes de admitir: «Siempre me sentí muy cuidada y protegida por el equipo de Gran Hermano, desde los redactores a la presentadora, Mercedes Milá, que fue muy amable conmigo».

No puede decir lo mismo Sonia Walls, concursante canaria de la edición 14ª de Gran Hermano, quien tuvo en directo sus más y sus menos con la periodista catalana hasta que un día la joven se plantó y abandonó el programa a raíz de los dardos que le lanzaba la Milá.

Sin embargo, y según confesaba esta semana la odontóloga grancanaria, «eso debe quedar como una simple anécdota porque en general fue una experiencia enorme para mí tener la posibilidad de vivir desde dentro» lo que rodea la realización de un formato como Gran Hermano.

«En absoluto guardo mal recuerdo», prosigue explicando la concursante. «Se hacía duro permanecer alejada de tu familia y tu entorno durante tantas semanas, especialmente porque dentro de la casa de Guadalix de la Sierra el tiempo pasa de otra manera. Aunque pueda parecer una frase hecha, le aseguro que durante el encierro en Gran Hermano cualquier cosa se vive con una intensidad enorme; todo se magnifica», añade esta médico e influencer de Las Palmas de Gran Canaria.

Más allá de las sonadas participaciones de Fayna Bethencourt y Sonia Walls, a las cuales hay que sumar por derecho propio la de Amor Romeira en Gran Hermano 9, una mujer que no sólo supo aprovechar su participación por el reality show sino que ha conseguido mantenerse hasta la actualidad como una verdadera animala televisiva además de acumular en Instagram más de 457.000 seguidores, así como la presencia en Gran Hermano 16 de Marta Peñate, reconvertida tras concursar en ese espacio en una adorada maestra de los formatos de telerrealidad y brillante tertuliana con cerca de 863.000 followers también en Instagram, el resto de los concursantes canarios que han formado parte de este espacio durante sus 25 años de vida pasaron sin pena ni gloria.

Ni tan siquiera las victorias de la tinerfeña Naiala Melo en GH8 y la de Juan Quintana, residente en la isla de Lanzarote, en la edición número 19 del concurso, dejaron una huella especialmente significativa entre la audiencia del espacio de Telecinco por donde, cronológicamente, han pasado asimismo los isleños Carolina González (GH3); Matías Fernández (GH4); Nicola di Matteo (GH5); Ángel Díaz (GH6); Marusky Perdomo (GH8); Aramoga Bravo, Oliver Pérez y Karen Delgado (GH9); Gisela Betancort y Julito González (GH10); Melanie Kiwit (GH11); Anup Menda y Terry Willis (GH12); Noemi Merino (GH12+1) y Ricky Natalicchio (GH16), además de Juan Antonio Labory y Yang Yang (GH Revolution).

Sobre los sucedáneos inspirados en el formato original del programa que fueron emitidos posteriormente, tipo GH Revolution y las versiones VIP o Dúo, Fayna Bethencourt recuerda cómo afectaron al desarrollo del reality los cambios que se produjeron a partir de la cuarta edición de Gran Hermano.

«Las primeras entregas fueron fieles a su filosofía inicial de mostrar sin aditivos la convivencia en directo de quienes estábamos encerrados en la casa. Luego», añade, «llegaron los jacuzzis y las comodidades pero en mi edición, por ejemplo, para plancharnos el pelo usábamos la plancha de la ropa», concluye.

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