De los grilletes a las alianzas
Cuando se cumplen diez años del fallecimiento del activista y político Pedro Zerolo, una biografía repasa el papel que desempeñó este canario para el reconocimiento en España de los derechos del colectivo LGTBIQ+, un país en el cual se pasó de encarcelar a gays y transexuales a permitir el matrimonio igualitario y la adopción

El activista y político canario Pedro Zerolo, ya enfermo, en una reunión del Comité Ejecutivo del PSOE celebrada en 2014, un año antes de su muerte. / La Provincia
«Si el único problema es que se llame matrimonio a la unión de personas del mismo sexo, pues ni tan mal lo hemos hecho». Corre noviembre de 2005 y sólo unos meses antes ha entrado en vigor en España la ley del matrimonio igualitario cuando Pedro Zerolo, en su despacho del grupo socialista en la Comunidad de Madrid, hace ese comentario durante una entrevista con este periódico para abordar el papel que el político y activista LGTBIQ+ —cuya vida recoge ahora una biografía coincidiendo con los 10 años de su fallecimiento— jugó en revertir aquel vacío legal que en materia de derechos sufría este colectivo en un país donde la Iglesia y los partidos políticos de derecha, quienes rechazaban la nueva norma, argumentaban precisamente su postura contraria basándose en que se denominara matrimonio a la unión entre personas de igual sexo. «Si no comprenden que ahí está precisamente la clave de la igualdad, no han entendido nada», añadía el dirigente canario-venezolano.
en primera persona» unas memorias «compartidas», dice, «desde la experiencia junto a Zerolo», bien porque «las viví junto a él o bien porque él me lo contara o relatara pero creo que hay muchos momentos de esa experiencias que serán muy novedosos para incluso quienes le conocieron», un legado «compartido» que Fernández califica de «privilegiado».
cuenta, además de con la colaboración de Pedro Sánchez y el testimonio cercano del director de la Fundación Pedro Zerolo, «con todas las personas que en ese periodo ilusionante» cuyo punto álgido tuvo lugar el 2 de julio de 2005 con la aprobación de la ley del matrimonio igualitario en el Congreso «han formado parte de su vida y sus logros, que son muchísimas, y poner en valor a quienes más próximos estuvieron tanto desde el activismo, como Beatriz Gimeno, Boti García, Íñigo Lamarca, Carla Antonelli, Toni Poveda, Desiree Chacón o Arnaldo Gancedo, como desde la política, con personalidades de la talla de Trinidad Jiménez, José Luis Rodríguez Zapatero o Juan Fernando López Aguilar e incluso desde sus tareas profesionales como la abogada y amiga Luisa Estévez, por señalar a las más significativas de este periodo».

Zerolo en 2005, meses después de la aprobación del matrimonio igualitiario en España. / La Provincia
Más allá de cumplir con la promesa de relatar, como le pide el activista y político canario a Miquel Fernández García, ese acontecimiento de la Historia de España y teniendo en mente el décimo aniversario del fallecimiento de Zerolo, el autor de considera «fundamental» que hoy se recuerde que «los derechos como el matrimonio igualitario y otros muchos no cayeron del cielo ni los conseguimos por arte de magia».
Nadie debe olvidar, rememora Fernández, «la oposición de los sectores más extremistas e integristas religiosos, políticos y mediáticos de nuestro país. Como bien relato, la férrea oposición del Partido Popular hizo que el camino hacia la consecución del matrimonio igualitario fuera más tortuosa y difícil en su tramo final de aprobación. La campaña de tensión y enfrentamiento social llevada a cabo por el PP», prosigue explicando, «además de irreal con el sentir mayoritario de la sociedad española fue innecesaria e injusta y tan solo generó una crispación social al dejarse llevar por los sectores más reaccionarios y extremistas de su partido, los que ahora siguen jaleando desde VOX su oposición a los derechos conquistados para las personas LGTBIQ+ o los derechos de las mujeres».
Ni un segundo tarda el placentino en responder sobre la impresión del activista y político canario al conocer los actuales intentos por parte de la derecha y la extrema derecha española de revertir los derechos legales obtenidos por el colectivo LGTBIQ+ en nuestro país.

Zerolo y Sánchez se besan meses antes de la muerte del activista y político canario. / Efe
«Pensaría que no corren buenos tiempos para las libertades y nos diría que debemos seguir batallando por los logros conquistados y los que aún están por conquistar; que estemos siempre firmes en su defensa y no permitamos que se cercenen. Pero sobre todo», añade Fernández García, «nos estaría animando a luchar sin descanso por esa Sociedad del Arcoiris por la que tanto trabajó, una sociedad diversa, mestiza, participativa, feminista e igualitaria en la que quepamos todas, todos y todes desde la diferencia de cada cual. Insistiría en que respondamos con contundencia y firmeza a cada intento de retroceso y a rebatir las mentiras y prejuicios de aquellos que las utilizan para tratar de arrebatarnos los derechos conquistados porque la realidad es que si fuera por esos políticos, España», insiste, «sería más parecida a Irán que a Francia por mucho que se les llene la boca de una falsa libertad pero en la que solo cabe su modelo de sociedad integrista y prejuiciosa».
Fernández García «le quedaron cosas por abordar».
Demonizado por unos y venerado por otros en nuestro país, este colaborador de Zerolo que compartió junto a él veinte años de vida cuenta en el libro un anécdota curiosa que le acabó de convencer para escribir la biografía que ahora ve la luz. «Toni Poveda iba un día por Gran Vía cuando un joven le preguntó dónde estaba la plaza San Pedro Zerolo», un hecho que, dice, habría encantado al canario.
«Zerolo es más que una plaza o una calle»
«Pedro Zerolo es mucho más que una plaza o una calle», dice Miquel A. Fernández García sobre uno de los motivos que le llevaron a escribir el libro Pedro Zerolo. Vida y legado de un pionero por los derechos civiles. Consultor en políticas públicas, activista y director ejecutivo de la Fundación Pedro Zerolo, activista y político canario a quien le unen veinte años de amistad, cuenta con una destacada trayectoria en el activismo social como secretario general de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBIQ+) y primer secretario de CESIDA, además de coordinador general de Lambda. Colaboró estrechamente con Pedro Zerolo, impulsando la refundación de la FELGTBI+ y la creación del grupo federal LGTBIQ+ del PSOE, donde lideró importantes avances en derechos civiles. Aliado de Zerolo durante más de dos décadas, hoy dedica su labor a preservar y a difundir su legado y a extender su activismo igualitario, una función que tiene su mayor ejemplo en esta biografía que Miquel A. Fernández García concluye en diciembre de 2024 en el que fue vergonzante campo de trabajo de Tefía, en Fuerteventura, durante un curso de la escuela de Activismo LGTBIQ+ de Altihay en Canarias donde muchos homosexuales cumplieron condena.
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