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La escena enriquece el legado

Sumergirse en la intimidad doméstica y profesional donde transcurrió la vida o el trabajo de escritores, pintores, políticos, científicos o músicos es posible a través de las alrededor de veinte casas museo abiertas en Canarias a un público que desea conocer detalles del día a día vital y creativo de personalidades como Galdós, César, Unamuno, Morales o los hermanos León y Castillo así como de agrupaciones de la talla de Los Sabandeños.

Un retrato de Benito Pérez Galdós preside el despacho del autor en su hogar en la capital grancanaria que hoy acoge la Casa Museo del escritor  grancanario.

Un retrato de Benito Pérez Galdós preside el despacho del autor en su hogar en la capital grancanaria que hoy acoge la Casa Museo del escritor grancanario. / PI

Miguel Ayala

Miguel Ayala

Las Palmas de Gran Canaria

«Las mejores habitaciones son las que tienen algo que decir de la gente que vive en ellas»

David Hicks

Esta reflexión del británico David Hicks, una de las figuras más destacadas del interiorismo en las décadas de 1960 y 1970, sintetiza la aportación que a la figura de destacadas personalidades ofrece sumergirse en el íntimo hábitat donde transcurrió el día a día de reputados artistas de diferentes ámbitos como la literatura y la pintura o, entre otros, la política, la música y la ciencia. Su despacho, la biblioteca, su máquina de escribir, el estudio de trabajo, las vistas que le inspiraban e incluso la cama en la que dormía permiten acercarse a los lugares y aspectos más íntimos en los cuales Miguel de Unamuno, César Manrique, Rose Marie Dähncke; los hermanos Juan y Fernando León y Castillo; Los Sabandeños, Tomás Morales, Cayetano Gómez Felipe o Benito Pérez Galdós escribieron algunas páginas importantes de su relato vital y creativo.

Esas viviendas, abiertas hoy al público como casas museo, permiten sentir en cada pisada el crujir de la madera que acompañó el proceso de escritura de Galdós; respirar los aromas que emanaban del jardín de Gómez Felipe o el olor que a la biblioteca de Saramago le proporcionaba el papel impreso de sus miles de libros.

Tanto por su espectacularidad como por el número de visitas que cada año recibe, la Casa Museo César Manrique en la localidad de Haría, en Lanzarote, encabeza en Canarias por méritos propios la lista de este tipo de instalaciones.

El artista comenzó las obras de rehabilitación de ese antiguo caserío en 1986, convirtiéndose en su residencia habitual. Veintiún años después del fallecimiento de Manrique, la espectacular vivienda en la cual el lanzaroteño dejó esa impronta que caracteriza su trabajo como creador de instalaciones donde naturaleza y arquitectura mantienen un diálogo fluido permite, asimismo, sumergirse en su interesante faceta pictórica. Más de 300.000 personas la visitan anualmente.

Sin salir de Lanzarote, A Casa, la vivienda de Tías en la cual residió el escritor portugués y Premio Nobel de Literatura José Saramago, invita a acercarse a ese otro lado del creador que convirtió la Isla de los Volcanes en una de las paradas más productivas y emocionalmente estables de su carrera, de ahí la generosidad de su pareja Pilar del Río y el resto de la familia del escritor luso de abrir la vivienda como Casa Museo José Saramago a los miles de curiosos que desean conocer más detalles de la intimidad vital y creativa de Saramago.

Como «una casa hecha de libros» definía el escritor su hogar de Lanzarote, obras que recomendaba «abrir con cuidado, porque tienen dentro al autor, con toda su sensibilidad, con todo lo que le ha hecho ser único e irrepetible».

A la biblioteca venía Saramago todas las mañanas. Se sentaba en la mesa de enfrente después de haber colocado un disco, tal vez Bach, y comenzaba su trabajo de escritor leyendo lo último que había dejado acabado e impreso. Corregía poco, casi nada, porque cuando escribía ya tenía la historia e incluso las palabras ordenadas en su cabeza. Y entonces comenzaba el ritual: reorganizar las piezas de la mesa, encender el ordenador, echarse hacia atrás en su sillón, juntar las manos, mirar su entorno, empezar a escribir. Y desde fuera se oía el sonido leve del teclado, un ritmo lento, cadencioso, sin grandes pausas, sin aspavientos. No fumaba, no necesitaba un café, tal vez agua, casi siempre olvidada a un lado de la mesa.

También en Lanzarote aunque no está dedicada en exclusiva a la figura del conejero Simón Morales Tavío, uno de los más importantes fabricantes de timpl es de Canarias, la Casa Museo del Timple en la Villa de Teguise que se ubica en el Palacio Spínola de la localidad, forma parte de la lista en el Archipiélago canario de este tipo de instalaciones.

Tenerife, por su parte. aunque cuenta con numerosos y destacados personajes no tiene, sin embargo, demasiados ejemplos relevantes de este tipo de instalaciones.

Entre todas destaca la Casa Museo de Cayetano Gómez Felipe que, más allá de hacerle un guiño a la manera de vivir de aquella próspera familia lagunera, da la posibilidad de conocer una vivienda típica de la época (siglo XIX) que se ha mantenido absolutamente fiel a su estado inicial.

No muy lejos se encuentra la Casa Museo de Los Sabandeños, grupo que comenzó su actividad musical en 1965 y que tiene reunido en esa vivienda de La Laguna construida en el siglo XVIII su importante legado. Además, sus instalaciones cuentan con espacios para la docencia.

La Casa Museo de Los Sabandeños fue inaugurada en 2012, el mismo año en que se fundó el Aula de Música Popular del mismo grupo.

Gran Canaria, por su parte, tiene bastantes ejemplos de este tipo de especializaciones museísticas como la Casa Museo Tomás Morales, en la localidad de Moya; la de Benito Pérez Galdós en Las Palmas de Gran Canaria, o la de los hermanos León y Castillo en Telde, tres buenos ejemplos de este tipo de instalaciones.

En el caso de los hermanos León y Castillo, políticos e ingenieros imprescindibles en el desarrollo económico y social de la isla de Gran Canaria, permite a sí mismo descubrir los libros, las colecciones e incluso el mobiliario de la casa familiar. Su creación fue una decisión del Cabildo Insular de Gran Canaria, haciéndose eco de los deseos de la familia del político y diplomático Fernando de León y Castillo (1842-1918), con el fin de enaltecer su memoria, la que con el tiempo se uniría a la de su hermano el ingeniero Juan de León y Castillo (1834-1912).

Esta aspiración se vio hecha realidad en 1952, cuando la institución cabildicia compró la casa natal por 80.000 pesetas, dedicándola a Biblioteca Pública. El pintor Santiago Santana fue el autor del proyecto de restauración, aprobado en 1953. Por razones de urgencia, se decidió que la obra la ejecutaría el artista José Arencibia Gil, bajo supervisión del autor del proyecto.

La inauguración oficial se efectuó el 18 de julio de 1954, una vez adaptadas sus dependencias. Aunque fue a principios de octubre de ese mismo año cuando abrió definitivamente sus puertas.

Con la exposición de muebles y objetos de todo tipo que pertenecieron a los León y Castillo, así como una incipiente biblioteca, se inicia su ya larga andadura.

Algo similar sucede en la de Tomás Morales, cuya vivienda en la localidad del norte de Gran Canaria permite sumergirse en los lugares donde el artista escribió algunos de sus poemas más famosos.

No obstante, quizá por la importancia de su legado, la Casa Museo de Benito Pérez Galdós en Las Palmas de Gran Canaria se ha ganado un papel destacado dentro de ese tipo de instalaciones culturales.

Visitar el despacho del autor o deleitarse con los originales de algunas de sus novelas son motivos suficientes para justificar una visita al inmueble de la calle Cano.

Origen

Las casas museo surgieron en el siglo XIX como una especialización museística, pero su concepción tiene antecedentes en las recreaciones de ambientes históricos, como las period rooms de los museos ingleses y americanos.

En España, figuras como el marqués de la Vega-Inclán impulsaron su desarrollo a principios del siglo XX, creando museos como la Casa Museo del Greco. Estas casas son espacios que evocan la vida cotidiana de personajes históricos o de comunidades y se basan en la museografía de ambiente para recrear contextos históricos.

Un ejemplo curioso a caballo entre casa museo y centro de divulgación científica, en un noble edificio de la palmera Villa de Mazo, se muestran los trabajos desarrollados en la Isla por la prestigiosa micóloga Rose Marie Dähncke, quien llegó a La Palma en 1979 e inició una investigación de las setas y biotopos palmeros, un riguroso trabajo que tiene reconocimiento internacional y que ha dado a conocer la Isla como un paraíso para los amantes de los hongos.

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