El consejo de administración de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) se reúne mañana para elegir el nuevo presidente de la patronal de estas entidades, cargo al que ya se ha presentado Amado Franco (Ibercaja) y la posible candidatura de Isidro Fainé (La Caixa) 'suena' con fuerza.

Esta reunión monográfica, que se desarrollará en la sede central de la CECA en Madrid, tiene especial importancia por el momento y el modo en el que se produce; en un delicado escenario para el sector, un proceso de reestructuración y fusiones puesto en marcha y los cambios normativos que se avecinan en los próximos meses.

Además, en el seno de las cajas se ha abierto un debate sobre el modelo que debe defender el presidente de la patronal y si es conveniente que provenga de una caja mediana o una grande a la hora de dialogar con el Ejecutivo en un entorno en el que se está dibujando cómo será el sector de estas entidades en un futuro.

Hace un mes, Juan Ramón Quintás presentó su dimisión como presidente de la CECA para acelerar su relevo.

En una carta enviada a los presidente de las cajas para despedirse después de 16 años como director general y/o presidente de la CECA, manifestó su esperanza en que estas entidades superen las diferencias internas, el intervencionismo político y la hostilidad de un entorno económico deteriorado.

Destacó su confianza en que las cajas "como siempre" superen estas trabas con una "renovada estrategia" fundamentada en la unión, independencia, eficacia y vocación social del sector y recordó que la reforma jurídica de las cajas requiere "la atención urgente" de un presidente que afronte una tramitación "larga y compleja".

Tras el Consejo de Administración de la patronal de mañana, el miércoles se realizará una reunión ordinaria del consejo y la Asamblea de la CECA.

Los responsables de las cajas están llamados a buscar un consenso sobre el sustituto de Quintás, mientras que Fainé esperará hasta mañana para desvelar si finalmente se presenta a la presidencia, ya que no quiere crear polémicas y supedita su decisión a conseguir un consenso entre las cajas cercano a la unanimidad.

El presidente de La Caixa tiene el respaldo del Ministerio de Economía, del PP, del presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato; del de Unicaja, Braulio Medel, y de la mayoría de las cajas 'medianas', que lo consideran un buen interlocutor para trasladar al Ejecutivo la posición del sector ante la reforma de la Ley de Cajas.

Por su parte, el presidente de Ibercaja -que parecía el sustituto de consenso semanas antes de la dimisión de Quintás- ha reiterado que mantiene su candidatura para conservar el "ADN del modelo" de las cajas, que defiende una "personalidad jurídica propia, compromiso con el desarrollo económico y social de los territorios donde actúan, además de la Obra Social".

Numerosas cajas consultadas por EFE se muestran temerosas ante el próximo marco normativo, la amenaza de que la reestructuración del sistema suponga la 'bancarización' de las cajas y las consecuencias del modo en el que están diseñados los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) o "fusiones frías".

Estas entidades también debaten sobre el riesgo de que las cuotas participativas tengan derechos políticos y se transformen en auténticas acciones y que se utilice una supuesta despolitización de las cajas para dañar su modelo jurídico y su naturaleza.

El nuevo presidente, además de participar activamente en la reorganización de un sector dimensionado en exceso, debe defender el sistema de los nuevos requisitos de liquidez y capital que impondrá la directiva Basilea III.

Fuentes de estas entidades subrayaron que mañana se buscará el consenso de las cajas y recordaron que previsiblemente, si Fainé es el elegido, el presidente de La Caixa sólo permanecería en el cargo unos dos años -mientras se reordena el sector y se producen cambios normativos-, por lo que se podría alcanzar en el consejo un acuerdo que incluyese otorgar a Franco un destaco papel en la patronal.