El comercio de Pedro Infinito no respira ni en la época navideña. Los dueños de los establecimientos esperaban una subida para Navidad, pero el panorama cada vez está más oscuro. Los más veteranos de la zona no recuerdan una temporada tan mala.

José Víctor Marcos lleva medio siglo al frente de diferentes comercios y nunca estuvo tan desolado. "De toda la historia de Pedro Infinito esta es la peor época. Hay un poco más de movimiento que durante el resto del año, pero no es para tirar cohetes. Con la crisis no hay dinero", lamenta este joyero, que recuerda que varios establecimientos del barrio capitalino han tenido que cerrar.

La agonía de Pedro Infinito comenzó bastante antes de los primeros coletazos de la crisis, pero ésta ha empeorado la situación. La multiplicación de los centros comerciales y la falta de aparcamiento provocaron que las ventas cayeran. "Nos engañaron. El Ayuntamiento nos dijo que nos iba a construir un aparcamiento, pero no fue así", denuncia Marcos.

"Muchos gatos y pocos ratones", sintetiza Domingo Domínguez, cuya familia regenta una ferretería desde hace más de cuatro décadas. "Llevamos mucho años y esto ha cambiado a peor. Hay mucha competencia. Muchas grandes superficies para los ciudadanos", comenta.