El Banco Financiero y de Ahorros (BFA), en el que se integra La Caja, busca un inversor institucional para recapitalizarse antes del otoño, la opción más a mano y menos costosa para cumplir el nivel de capital mínimo exigido por el Ministerio de Economía (entre un 9 y un 10% de sus activos ponderados por riesgos). Ése es el objetivo del acuerdo, adoptado esta semana por las siete cajas que conforman el banco, de traspasar la totalidad de sus activos y depósitos de clientes al BFA. Con este paso, que La Caja consumó ayer como estaba previsto, el banco que preside Rodrigo Rato se convierte, con todos los derechos, en la tercera entidad financiera española por activos, con 340.000 millones de euros.

La decisión, de que la dará cuenta hoy oficialmente el BFA, permitirá al banco hacer su presentación en los mercados internacionales y ante las agencias de calificación con suficiente caché como para atraer a uno o varios inversores institucionales. La opción de salir a Bolsa no podrá alcanzarse antes del otoño, plazo marcado por Elena Salgado para la recapitalización, y el BFA no desea tampoco malvender participaciones de los grupos industriales de las cajas más fuertes del BFA (Caja Madrid y Bancaja).

La solución es, pues, el inversor institucional, que generalmente no desea participar de la gestión del negocio aunque exige rentabilidad para su inversión y máximas calificaciones de la capacidad de sus directivos y los procedimientos de gestión. En este punto, la presencia de Rodrigo Rato (ex director del FMI) al frente del banco abrirá muchas puertas a la entidad.

El acuerdo adoptado ayer por La Caja es uno de los más importantes en el proceso de integración en el BFA. Con esa decisión la entidad que preside Suárez del Toro fortalece el banco de las siete cajas, pero a su vez garantiza -siguiendo el modelo diseñado para el grupo- gestionar el negocio de banca minorista en las Islas con su marca actual. Es decir, nada cambia a los efectos de sus clientes.

Las siete cajas unifican además sus políticas financieras y comerciales y mutualizan el 100% del beneficio. Este modelo de gestión permitirá reforzar la solvencia del grupo y hacer eficaz y visible en los mercados el compromiso de solvencia del BFA. El banco no sólo es el tercero del país por activos sino el primero por volumen de negocio en banca comercial y de empresas en España. Con estas credenciales, el BFA cree que no le será difícil lograr un inversor institucional que ayude a su recapitalización y seguir el proceso de integración.