La propuesta aprobada por el Consejo de Ministros de rebajar a 110 kilómetros hora el límite máximo de velocidad en las autovías y autopistas españolas choca de lleno con la tendencia alcista que impera en Europa. Contra la propuesta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) y del resto del viejo continente ha optado por mantener o elevar sus límites máximos de velocidad. La última en hacerlo ha sido Polonia, que desde el pasado 1 de enero ha colocado el límite máximo en 140 kilómetros por hora. Alemania hace tiempo que eliminó las restricciones en sus autopistas. Con la velocidad de 110 kilómetros por hora anunciada por el portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, España se aleja de la tendencia que impera en Europa. La medida comenzará a aplicarse el próximo lunes.

Aunque el alza del precio del petróleo es una de las razones esgrimidas por el Gobierno para lanzar la campaña de ahorro energético, hasta el momento ningún otro país europeo ha decidido tomar medidas similares. Además del aumento en el límite máximo de Polonia, la mayoría de los países comunitarios tienen límites más altos, la mayoría de 130 kilómetros por hora, como es el caso de Francia, Italia, Luxemburgo, Austria, Eslovenia, Croacia, Grecia, Bulgaria, Hungría, la República Checa o Dinamarca. Buena parte del resto de países mantiene los 120 kilómetros por hora que España, aunque sea de forma provisional, va a recortar.

Para encontrar países con una limitación de velocidad máxima igual o inferior a la aprobada en España hay que viajar hasta Suecia -nevada la mayor parte del año-, o las repúblicas de Letonia, Estonia, Lituania y Chipre. Fuera de la UE, la velocidad máxima de 110 kilómetros se mantiene en Albania, Montenegro, Bielorrusia o Moldavia.

Frente a la propuesta española, Alemania y, desde enero, Polonia son los Estados más permisivos de Europa en lo que a la velocidad en sus autopistas se refiere. La república polaca, además, prevé un error de 10 kilómetros por hora en la medida de la velocidad, por lo que viajar a 150 kilómetros por hora no supone una infracción ni acarrea multa.

Aunque en Alemania no hay marcadas restricciones, las autoridades recomiendan que la velocidad máxima no supere los 130 kilómetros. Además, según las estadísticas oficiales, sus índices de accidentes son los más bajos de Europa debido a "mejores infraestructuras, mejores coches y mejor asistencia sanitaria".