El Gobierno regional quiere una sola supercaja rural en el Archipiélago. El Ejecutivo ha iniciado contactos con las dos cooperativas de crédito isleñas (Caja Rural de Canarias y Cajasiete) para explorar vías que acaben en la fusión de ambas a medio plazo. La reordenación bancaria no afecta de lleno a las cajas rurales españolas pero el proceso abierto con las cajas de ahorro ha acabado por impulsar fusiones de cooperativas de crédito en varias autonomías. El Gobierno dice que ha encontrado receptividad en las dos entidades canarias, aunque piden un proceso "sereno y muy estudiado". De fusionarse, la resultante será una caja rural con 2.711 millones en activos y casi 2.500 millones de euros en depósitos.

El jefe del Ejecutivo, Paulino Rivero, y el consejero de Economía y Hacienda, Jorge Rodríguez, se reunieron ayer con la cúpula directiva de la Caja Rural de Canarias, la entidad originariamente agrícola nacida en la provincia de Las Palmas. En los próximos días lo harán con la dirección de Cajasiete, nombre comercial de la Caja Rural tinerfeña. Las dos cooperativas de crédito conocen la situación de fusiones que se vienen dando entre las cajas rurales y ambas están integradas en sistemas bancarios más amplios siempre en el sector rural.

No hay, pues, rechazo inicial, aunque sí prudencia. Las cajas rurales canarias están bien gestionadas y tienen un alto ratio de solvencia incluso en relación con las exigencias del Banco de España para el resto de la banca española, cotizada o no. La fusión no encontraría dificultades técnicas puesto que todas las cajas rurales españolas participan del mismo sistema informático, como tampoco en materia de empleo o de oficinas.

Cajasiete tiene alrededor de una decena de oficinas en la provincia de Las Palmas (siete de ellas en Gran Canaria), Caja Rural de Canarias tiene otras tantas en Tenerife. Del mismo modo, el número de empleados por oficinas es bajo (tres como media), lo que no generaría problemas para un acuerdo en este sentido.

La iniciativa del Gobierno de Rivero surge tras la fusión de las tres cajas de ahorro vascas, una demanda nacionalista que no se sustanció hasta hace unos días. Rivero parece querer tener también una fusión canaria tras los caminos separados iniciado por las dos cajas de ahorros canarias (Bankia y Banca Cívica). El consejero Jorge Rodríguez explicó ayer, con todo, que el interés del Ejecutivo es "ayudar a crear más capacidad de financiación" en el sector de las cajas rurales isleñas. Rodríguez y Rivero se han ofrecido a las cooperativas para "mediar" ante el Banco de España y el Ministerio de Economía y Hacienda, que en ambos casos siempre ven favorablemente la unión de plataformas más grandes en el ámbito financiero.

Rodríguez aseguró que el Gobierno, "como fase inicial, quiere una aproximación, un acercamiento" entre Caja Rural de Canarias y Cajasiete, aunque a medio y largo plazo está constituir un SIP (Sistema Institucional de Protección), siguiendo el modelo de las cajas de ahorro. Las dos rurales canarias suman 675 empleados repartidos a partes iguales y 152 oficinas. Ambas se encuentran en fase de expansión en el Archipiélago y mantienen sus objetivos de crecimiento de cuota en cada uno de los mercados isleños.