La Comisión Europea no está exigiendo más medidas de las ya acordadas con Grecia bajo el programa de ajuste y reformas para el desembolso del sexto tramo de ayuda, que asciende a 8.000 millones de euros, indicó hoy un portavoz.

"No estamos exigiendo más de lo que fue acordado en el marco del programa para Grecia", afirmó el portavoz comunitario para Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE).

Varios medios griegos citan hoy un documento de 15 exigencias que supuestamente el FMI y la UE han puesto sobre la mesa de Atenas, entre ellas el despido de 100.000 funcionarios hasta 2015, reducir o congelar pensiones y salarios públicos o el cierre o función de organismos estatales.

"No hay nuevas medidas de austeridad sobre la mesa. Lo único que hay sobre la mesa es el cumplimiento pleno de los objetivos que se han acordado, ni más ni menos", insistió el portavoz.

Los jefes de la llamada troika -la CE, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo- celebran esta tarde una conferencia telefónica con el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, después de que en su última visita a Atenas para efectuar la quinta revisión trimestral del plan constataran que no había los avances necesarios y abandonaran el país prematuramente.

La troika aún no ha vuelto a Grecia para reanudar la revisión, pero Altafaj recalcó hoy que la CE "nunca ha fijado una fecha límite" para ello y por tanto no se puede hablar de un retraso o aplazamiento de la misión a Atentas.

El objetivo de la conferencia telefónica es analizar lo que ha hecho el Gobierno griego en los últimos días para alcanzar los objetivos fijados y decidir sobre los próximos pasos a dar, principalmente para la reanudación de la revisión, señaló.

El comisario europeo de Asuntos Europeos y Monetarios, Olli Rehn, expresó el viernes tras la reunión del Eurogrupo que se celebró en Breslavia (Polonia) su esperanza de que la troika pueda finalizar el informe a finales de septiembre o principios de octubre para que los países de la eurozona puedan decidir si se desembolsa o no el siguiente tramo de ayuda, siempre y cuando Grecia cumpla todos los requisitos, recordó el portavoz.

En cualquier caso, dijo, la combinación de políticas que permitan a Grecia cumplir los objetivos fiscales, de déficit, de reformas estructurales y de privatización, quedará reflejado en el informe de la troika.

Evidentemente, en los aspectos en los que Grecia no cumple, serán necesarias más medidas y si no ha implementado las reformas determinadas tendrá que establecer un "claro plan y una agenda" para indicar cuándo y cómo pretende aplicarlas. Lo mismo se aplica al plan de privatización, indicó Altafaj.

El portavoz defendió asimismo la credibilidad de la oficina estadística griega ante las críticas que ha recibido.

"Es muy importante que se preserve la fuerte credibilidad de la nueva oficina de estadísticas de Grecia. Se trata probablemente del primer y más importante logro" que ha registrado Atenas con la ayuda de la comunidad internacional durante el último año, sostuvo.

"Por primera vez en muchos años disponemos de estadísticas transparentes y creíbles en Grecia, y hemos dicho una y otra vez que estadísticas creíbles acordes con los estándares contables de la UE es un prerrequisito fundamental para una supervisión eficaz y la implementación del programa" de ajustes, agregó.

"Nadie debería poner (la oficina) en duda", concluyó.