El Gobierno de Grecia y la "troika" de supervisores internacionales (UE, FMI y BCE) acercaron hoy posturas en una teleconferencia, pocas horas después de prometer Atenas que acelerará las reformas y los recortes de personal público.

"La teleconferencia se produjo en un clima productivo y concreto", indicó un comunicado del Ministerio de Finanzas heleno tras la conclusión de unas conversaciones de 180 minutos que se retomarán mañana a las 16.00 horas GMT.

En las conversaciones participaron el ministro de Finanzas griego, Angelos Venizelos; Poul Thomsen, por parte del FMI; Mathias Mors por parte de la Unión Europea (UE); y Claus Masuch, del Banco Central Europeo (BCE).

Una fuente cercana a las negociaciones dijo a Efe que "las negociaciones transcurrieron mejor de lo esperado y estamos cerca de alcanzar una solución", que supondría la llegada de la ayuda internacional a cambio de medidas adicionales de austeridad.

"La teleconferencia se reanudará mañana y se espera que el miércoles se celebre una reunión ministerial en la que se anuncien las medidas".

La fuente informó de que dichas medidas "se centrarán mayormente en recortes, para reducir los gastos del Estado, y menos en medidas que sean nuevos impuestos".

Los socios europeos de Atenas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han aumentado la presión sobre Grecia al inicio de una semana que el Ejecutivo heleno calificó de "crucial" en la crisis de la deuda que se abate desde hace dos años sobre el país y que afecta a toda la eurozona.

La impaciencia de los acreedores con los retrasos de Atenas en aplicar las reformas ha llevado a amenazar con cortar la ayuda externa, cuya entrega depende de una evaluación favorable por parte de los supervisores internacionales.

Atenas necesita con urgencia los 8.000 millones de euros del sexto tramo del recate por valor de 110.000 millones aprobado en 2010 para pagar los sueldos de los empleados públicos y las pensiones, ya que apenas cuenta con liquidez más allá del mes de octubre.

Los medios de comunicación griegos ya barajan que el Ejecutivo anunciará el despido hasta 2015 de 100.000 funcionarios, de los alrededor de 750.000 del país, además de enviar a otros 50.000 empleados públicos a la "reserva", un paso previo al despido.

A pesar de los continuos anuncios de Atenas, como el reciente impuesto inmobiliario para recaudar 2.000 millones, hasta ahora un número insuficiente de medidas han acabado pasando de la teoría a la realidad.

Así se lo recordó el representante permanente del FMI en Atenas, Bob Traa, quien afirmó que "la pelota está en el tejado griego. La aplicación es la esencia"."Grecia ha hecho importantes progresos pero se necesitan cambios estructurales fiscales y económicos", subrayó.