El presidente norteamericano, Barack Obama, ha dicho este jueves a los líderes europeos durante la cumbre del G-20 que no se sumará a su plan de crear una tasa a las transacciones financieras a nivel mundial, una iniciativa abanderada por la UE para hacer pagar a los bancos por su responsabilidad en la crisis.

Obama ha discutido sobre esta tasa en los encuentros bilaterales que ha mantenido con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, los principales promotores de la iniciativa.

"El presidente dejó claro que comparte los objetivos que la canciller Merkel y el presidente Sarkozy tienen de garantizar que el sector financiero contribuya con una cuota apropiada a la resolución de crisis", ha explicado el consejero de la Casa Blanca, Michael Froman. Pero entre la UE y EEUU existe una diferencia de "enfoque", ha agregado.

Mientras la administración estadounidense ha propuesto una "tasa por la responsabilidad en la crisis financiera" que deberán abonar los grandes bancos, Bruselas reclama una tasa a las transacciones financieras, que podría recaudar 55.000 millones de euros al año sólo en la UE.

"Existe un amplio consenso entre los europeos con los que el presidente se reunió esta mañana y nosotros sobre que cada uno debe llevar a cabo esto a su manera, de la forma que cada uno considere más eficaz", ha asegurado Froman.

Por su parte, Sarkozy ha admitido que no hay acuerdo sobre la tasa porque "algunos países se oponen", pero se ha mostrado convencido de que ésta es factible y ha anunciado que proseguirá las negociaciones a nivel mundial para lograr que se acabe imponiendo.