Las compañías aéreas apoyaron ayer la petición realizada por el presidente de Canarias, Paulino Rivero, al Gobierno central para ahondar en la rebaja y bonificación de las tasas aéreas. El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, señaló que la medida sería útil para aumentar los flujos de tráfico aéreo, sobre todo en temporada baja turística.

La última petición del Gobierno de Canarias correspondió el pasado lunes al consejero de Economía y Hacienda, Javier González Ortiz, quien apeló a las "difíciles circunstancias de la economía canaria". De hecho, el Ejecutivo regional tiene intención de plantear en la futura revisión del REF con el Gobierno central que surja del 20-N que las bonificaciones queden establecidas por ley y no tengan que negociarse y renovarse cada año.

Por otro lado, el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (Feaav), el canario Rafael Gallego, advirtió contra la idea del PP de estudiar un cambio en el mecanismo de descuentos aéreos a los residentes de Canarias y Baleares. El proyecto pretende implantar un sistema de cuota fija de ayuda en los vuelos a la Península sustitutiva de la subvención del 50% que se otorga en la actualidad. Gallego tachó de "locura" esa fórmula propuesta por el Gobierno de Baleares al Ministerio de Fomento y que podría ser aceptada por este departamento si, como es previsible, el PP gana las elecciones.

Gallego argumenta su rechazo en la "pérdida de derechos" que, a su entender, sufrirían los ciudadanos. El empresario canario recalcó la necesidad de establecer un mejor control en el sistema de descuento aéreo y recordó que el actual sistema de subvención de la mitad del coste del billete ha aumentando la movilidad.

"Lo mejor es dejar las cosas como están", afirmó Gallego. Este asunto fue objeto de polémica hace un año, al amenazar Fomento con revisar y rebajar las ayudas ante los "abusos", "malas prácticas" y hasta fraude en la aplicación de las subvenciones, fundamentalmente por parte de algunas aerolíneas. Canarias y Baleares se opusieron con rotundidad y forzaron al ministerio a dar marcha atrás.

Felipe Navío, por su parte, afirmó que las compañías no tienen inconveniente en aceptar un valor fijo en las tarifas para los usuarios, aunque reclamó que se elabore un análisis riguroso sobre las repercusiones que puede tener esta modificación del sistema, sobre todo en el caso del usuario.