Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) estuvieron de acuerdo hoy en que se multe a los países con desequilibrios macroeconómicos preocupantes, como el desempleo excesivo, pero sólo cuando los afectados ignoren repetidamente las recomendaciones para remediarlos.

La Comisión Europea (CE), que propuso incluir el paro como uno de los diez parámetros para detectar esos desequilibrios, se comprometió a ponerlo en relación con otros criterios y a tener en cuenta su posible persistencia y la capacidad de la economía afectada para realizar ajustes.

Bruselas aceptó, además, que cualquier análisis debe tener en cuenta las circunstancias específicas de cada estado miembro y hacerse con perspectiva y ser parte de una evaluación completa, con lo que la concreción del seguimiento comunitario en sanciones económicas resultará remota en la práctica.

La inclusión del paro excesivo como criterio para imponer sanciones resulta especialmente preocupante para países como España, que presenta una tasa de desempleo del 21,52 % y cuenta con 4.978.300 parados, según la última Encuesta de Población Activa (EPA).

La cumbre de la eurozona del pasado 27 de octubre concluyó, de hecho, con un llamamiento a España para que adopte reformas adicionales destinadas a impulsar el crecimiento y frenar el desempleo.

Además del desempleo, se tendrán en cuenta las desviaciones en el balance por cuenta corriente, posiciones netas de inversión internacional, cuotas de mercado de las exportaciones, costes nominales unitarios, tasas de intercambio efectivas, deuda del sector privado, flujo de crédito en el sector privado, precios de la vivienda y deuda pública.

Las sanciones, de llegar a imponerse, equivaldrán al 0,1 % del Producto Interior Bruto del país infractor, por debajo del 0,2 % previsto para desviaciones de los umbrales de déficit y deuda contemplados en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (el 3 % y el 60 % del PIB, respectivamente), otro de los brazos de la nueva legislación europea para reforzar la gobernanza económica.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, comentó hoy que el primer ejemplo de la gobernanza económica reforzada lo constituye la misión de supervisión que el Ejecutivo de la UE manda a Italia esta semana para comprobar que se ponen en marcha las medidas económicas prometidas por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el pasado 26 de octubre.

Sobre Grecia, los ministros reiteraron la necesidad de que el nuevo Gobierno de unidad nacional confirme por escrito su compromiso con los acuerdos con la UE del pasado 27 de octubre, así como con las medidas de ajuste comprometidas para restaurar la confianza.

Estas dos condiciones son un prerrequisito para el desembolso del sexto tramo de la ayuda, que asciende a 8.000 millones de euros, y de la puesta en marcha del segundo rescate de 130.000 millones, que prevé también la condonación de la mitad de la deuda griega por parte de la banca, recalcó Rehn.