El magistrado del Tribunal Supremo Manuel Alarcón calificó ayer la reforma de las pensiones de "oportunista" y "narcotizante". El reconocido jurista indicó que el cambio del sistema de jubilación promovido por el Gobierno había sido más "ideológico que técnico".

En el discurso inaugural de las XXIX Jornadas sobre Derecho al Trabajo organizadas por el Colegio de Graduados Sociales de Gran Canaria y Fuerteventura, Alarcón expuso que la reforma de las pensiones se ha sustentado en la tasa de dependencia cuando se debería haber efectuado a partir de la tasa del número de trabajadores que hasta hace tres años creció en España "como nunca".

Asimismo, indicó que tampoco se tuvo en cuenta la inmigración, que crecerá cuando se recupere el ciclo alcista, ni tampoco que los años de vida tras la jubilación pasan de 20,4 años en 2009 a 22,41 años en 2040. "Esto demuestra que no sería necesaria una reforma y por eso incluso la edad de la jubilación se arbitra a los 67 años de forma escalonada hasta 2017", explicó el magistrado del Supremo, que apuntó además por qué no se quita el tope a las cotizaciones sociales para que se abone según salarios o una financiación mixta de las pensiones con impuestos sobre la riqueza.

Por su parte, el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Valencia, Ángel Blasco, destacó que a partir 12 de diciembre los expedientes de regulación de empleo (ERE) se tramitarán en los juzgados de Lo social "con lo que se ve prevé que en cuatro o cinco meses esté la respuesta que antes tardaba entre tres y cuatro años". La inauguración de las jornadas contó con el alcalde Juan José Cardona y de la consejera regional de Empleo, Margarita Ramos.