La Asociación Española de Banca (AEB) ha advertido hoy al próximo Gobierno de que "no tendrá ni cien días" de gracia de los mercados para explicar su política económica y las medidas que pretende llevar a cabo para resolver los desequilibrios de la economía española.

Por eso el presidente de la AEB, Miguel Martín, ha pedido al partido que gane las próximas elecciones del 20 de noviembre que exponga un programa "creíble" y "haga los deberes" necesarios desde el primer momento, ya que de lo contrario, "se los van a hacer".

Según ha explicado Martín en un acto organizado por el Foro Europa de Nueva Economía, se podrá restaurar la confianza de los mercados en España, a lo que contribuirá también un avance en la reestructuración financiera.

El presidente de la AEB ha explicado que surgen dudas sobre la capacidad de las entidades para afrontar sus activos inmobiliarios y la mejor forma de disiparlas es concluir con la consolidación financiera, ya que por ahora es un proceso "inacabado e insuficiente" que contagia a todo el sector.

Además, ha considerado que entidades controladas por el Estado como Unnim, CatalunyaCaixa y NovaGalicia están en el "limbo" y no se sabe quién las gestiona ni qué objetivos tienen.

Pero para Martín la solución no es crear un "banco malo" o como propone el PP otra fórmula para sanear "íntegramente" los balances, sino que bastará con cerrar la reestructuración para tener entidades "rentables y potentes", capaces de asumir las dificultades de los próximos 15 años.

El presidente de la AEB ha asegurado que la banca española no tendrá problemas siempre que sus entidades sean rentables, por ello ha considerado que "bienvenido sea el dinero público" si se emplea con este fin.

De hecho, ante la posibilidad de que el Banco de Valencia recurra al Estado para mejorar su solvencia, Martín ha dicho que no hay ningún problema con ello y ha bromeado al decir que, por ese motivo, no se echará a la entidad de la asociación.

Sin embargo, ha admitido que en su momento, la AEB juró que sus bancos "jamás" pedirían ayudas públicas y resolverían sus problemas por sí mismos.