La Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan) expresó ayer su temor a que el intento del Gobierno de Canarias para aplazar los efectos de la directiva Bolkestein sobre el pequeño comercio esconda una moratoria que impida sine die la ubicación de nuevas grandes superficies en el Archipiélago. Para el secretario general de Asodiscan, Álvaro Rojas, no resulta "recomendable, en una situación de crisis, poner trabas a un inversor" retrasando la entrada en vigor de los planes insulares de grandes equipamientos comerciales. Por su parte, el director general de Comercio del Gobierno de Canarias, Gustavo Matos, estimó que la reacción del gran comercio está siendo "muy agresiva" y advirtió de que la Dirección General que regenta "no está al dictado de las grandes multinacionales".

Matos señaló que en los "últimos 20 años" el gran comercio "ha disfrutado un paraíso". El director general de Comercio reconoció que al mismo tiempo los empresarios de este sector "han creado empleo y riqueza", pero recordó que ellos son solo "una fórmula comercial más".

Por su parte, Álvaro Rojas aseguró que la patronal no tiene nada que objetar a la petición de los informes a las universidades. "El temor es que se trate de un retraso en la aplicación de unas leyes que nos dejan igual a todos", matizó. Matos pidió a los grandes comerciantes que esperen por el resultado de los informes. "Si creen que me van a presionar así, se equivocan", dijo.

No hay destrucción

El secretario general de Asodiscan señaló que "no hay ningún dato objetivo" sobre el que pueda basarse la premisa de que "la instalación de grandes superficies destruye al pequeño y mediano comercio". Además, señaló que quizá sea correcto estimar que las grandes capitales están suficientemente abastecidas, "pero en los sures existe un déficit. No hay comercio de calidad donde se concentra la mayor cantidad de turistas", señaló.