Sí, lo confieso, hundí el Titanic y maté a Manolete, y para ello conté con la necesaria colaboración de José Daniel López, ya que ambos, siendo uno director de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y yo su presidente, nos confabulamos para poner el iceberg y para que el toro Islero empitonara a tan grandioso diestro. ¡Ah!, ¿que no habíamos nacido cuando ocurrieron esos hechos?, pues vaya faena, porque nos estaban echando la culpa de todo eso.

No sé si hoy o mañana saldrán a luz una serie de documentos en relación con el Banco Europa de Inversiones (BEI) y el préstamo con el que se trata de justificar lo injustificable.

Los documentos de los que me han informado son incompletos, evidentemente, y ahora se trata de tergiversar las consecuencias de no haber contestado al BEI.

Esta falta de contestación es evidentemente resultado de la inacción de quien en la actualidad ocupa el puesto de la Jefatura del Área Económico Financiera, que dicho sea de paso, siendo eirector de la Autoridad Portuaria pretendió votar en un Consejo de Administración en contra de mis propuestas, lo que explica probablemente que no me tenga aprecio, lo cual a mí es como un impermeable, me resbala, pero de ahí a que sea yo quien hundió el Titanic, va mucha distancia.

Cuando en 2008 entró en contacto el BEI con la Autoridad Portuaria de Las Palmas, solicitamos y obtuvimos un crédito, que se suscribió en el año 2009, de 50 millones de euros, de los cuales 25 se pusieron a nuestra disposición en el mismo año 2009 y los 25 restantes se pondrían cuando los requiriésemos.

Las condiciones eran muy similares a la deuda que entonces teníamos, y por otra parte, al tener suscrito la Autoridad Portuaria un producto financiero un tanto singular, un SWAP de cobertura, el tipo interés seria el del SWAP, con independencia del que se pactara en el préstamo. El objeto del préstamo estuvo sujeto a cierta polémica entre la Autoridad Portuaria y el banco, ya que éste entendía que debiera ser para la financiación de las obras de urbanización de La Esfinge en la que se ubicaría una terminal de pasajeros, y la Autoridad Portuaria estimaba que era para obras de urbanización amparada en nuestra Declaración de Impacto Ambiental, en la que cabía toda la actividad logística, incluso el bunkering.

Puestas así las cosas, y ante una carta muy curiosa en la que nos asimilaba al puerto de la Langosteira, ¡toma ya!, nos pusimos en contacto con los responsables de la entidad y les señalamos que no nos podíamos comprometer a que dicho muelle fuera para pasajeros, habida cuenta el informe que teníamos del Laboratorio de Puertos, y que o bien cambiábamos de objeto el préstamo, o simplemente, se devolvía, ya que la Autoridad Portuaria, como consecuencia del famoso SWAP, no tenia coste, si lo sustituía por otra entidad.

El BEI nos indicó que era mejor el cambio de objeto y que para ello requería dos cosas: una certificación del Puertos del Estado en la que nos indicara que en dicho muelle se cumplían con los requisitos de seguridad para las operaciones de bunkering; y una certificación del Ministerio de Medio Ambiente en la que nos dijera que estaba esta actividad, la del bunkering, incluida en el tramite medioambiental.

Se mantuvo una conferencia telefónica en Madrid, en la Sede Puertos del Estado con los representantes del BEI y se acordó el cambio de objeto y la presentación de la documentación y yo mismo mantuve una reunión con el director general del ramo del Ministerio de Medio Ambiente para efectuar la petición que le correspondía, y se solicitó por escrito respuesta a la consulta del BEI.

Bueno, pues a partir, de ahí, la historia sigue con mi cese y el traspaso al nuevo presidente, y mi sorpresa es que se utilice la inacción del área financiera para dinamitar el proyecto de nuevas concesiones de bunkering; realizar una obra de más de doscientos millones absolutamente absurda; y pretender otorgar una concesión, la de terminal de viajeros, en un lugar en el que al no reunir condiciones, habría que indemnizar al concesionario. ¡Toma ya!

Y todo para justificar un cese. La verdad es que me avergüenzo de que se filtren expedientes, se pierdan papeles, se persiga a la gente porque no es de mi pandilla. Todo esto es increíble. El otro día califiqué las actuaciones de algunos de frívolas, hoy, lo hago de repugnantes.