El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, pretende trasladar a Arinaga los nuevos proyectos de petroleras que inicialmente se iban a concentrar en el dique de La Esfinge. Pretende así salvar el préstamo de 25 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Para su antecesor en el cargo, Javier Sánchez-Simón, esta reorganización ha espantado a multinacionales petroleras que habían anunciado su intención de invertir 150 millones en el negocio del combustible.

Europa reclama al Puerto la devolución de un préstamo de 25 millones concedido para la primera fase de La Esfinge al entender que incumple el proyecto original que establecía que el tráfico de pasajeros iba a tener cabida en el Muelle, además de no haber aprobado su informe ambiental, como solicitó insistentemente desde el verano del año pasado, tal y como publicó ayer este periódico.

Para tratar de evitarlo, Luis Ibarra ha decidido asumir la idea original, aunque eso supone una reorganización global de la actividad para dar cabida en el citado muelle al tráfico de pasajeros. Y con ello, pretende que las nuevas petroleras que soliciten licencia se instalen en Arinaga.

Pero la decisión no ha gustado al expresidente. Sánchez Simón cree que la reclamación de Europa para que se devuelva ese dinero es una "excusa" que coartará la expansión de La Luz.

"Nosotros estábamos dispuestos a renunciar al préstamo de 25 millones si el Banco Europeo de Inversiones (BEI) no aceptaba la modificación del proyecto del muelle de La Esfinge, porque pretendíamos concentrar en esta zona el negocio del combustible. Pero lo único que ha conseguido ahora la Autoridad Portuaria es echar a varias petroleras que iban a invertir 150 millones de euros en el Puerto".

Sánchez-Simón alega que existen fórmulas para conseguir nueva financiación a bajo interés, y que había consignado también una partida para hacer frente a ese coste si el BEI decidía pedir su devolución. Recalca además que, ante el primer requerimiento, defendió que el puerto de Langosteira ya logró que el BEI aceptara la compatibilidad del pasaje con petroquímicas.

Papeles preparados

El expresidente asegura que antes de dejar el cargo en verano "había dejado encauzado" junto a Puertos del Estado las alegaciones para enviar al BEI, y que si no se dieron curso es responsabilidad de las personas que estaban al tanto de la situación.

En cualquier caso, entiende que este problema con la entidad es sólo una cortina de humo ante lo que considera como un problema mucho más grave. Según Sánchez Simón, la concentración de la operativa de Naviera Armas en La Esfinge impide a nuevas petroleras establecer su base de suministro en la zona. Aunque no quiso entrar en detalles sobre la marcha de estas petroleras, dice que se trata de empresas de Suiza, Israel y Sudáfrica que querían entrar en La Luz.