La Comisión Europea (CE) propuso hoy que los gobiernos de los países de la Unión Europea (UE) le entreguen, anualmente y antes de aprobarse, un borrador del presupuesto nacional del año siguiente, de forma que pueda opinar sobre el texto y pedir uno nuevo si incumpliera las normas comunitarias.

De este modo, el Ejecutivo europeo podría pedir a los Estados miembros que revisen algunos puntos de estos borradores -o el proyecto entero en casos extremos- si considera que incumplen seriamente los requisitos señalados por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento o por la normativa comunitaria.

La CE propuso reclamar al Consejo de la UE -la institución que reúne a los Estados miembros- que aconseje a un país pedir ayuda financiera si tiene problemas graves de financiación.

La nueva regulación obligará a los países a crear consejos fiscales independientes y a basar sus presupuestos en predicciones independientes.

Asimismo, la CE propone tener el poder de recomendar que los países con graves problemas de financiación acepten ser rescatados a propuesta de sus socios comunitarios.

"Sin más gobernanza económica es muy difícil, si no imposible, sostener una moneda común", advirtió el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en una rueda de prensa en Bruselas.

Los Estados miembros que experimenten "dificultades severas" en la estabilidad financiera serán objeto de la "supervisión ampliada" de la Comisión, que colaborará con el Banco Central Europeo (ECB) para publicar informes sobre las políticas fiscales del país.

La CE presentó hoy dos nuevas propuestas legislativas para ampliar el control sobre las finanzas públicas de los países europeos y asegurar que se cumplen con los objetivos de déficit y deuda pactados a nivel comunitario.

La CE presentó también el análisis de crecimiento para 2012, en el que pide a las instituciones europeas y a los gobiernos nacionales que implementen medidas de consolidación "acorde con la posición fiscal" de cada Estado, con el fin de fomentar el crecimiento.

Otro punto importante para los responsables económicos del Ejecutivo comunitario es la reducción de los impuestos al trabajo y mejorar la movilidad laboral para crear más empleos.

Igualmente, en este informe, la Comisión Europea pide que se "restaure el crédito" a la economía con más facilidades a los bancos para acceder a la financiación y que se potencien políticas clave para el crecimiento y la competitividad, como fomentar las exportaciones, modernizar la administración pública o mejorar el mercado interno de la UE.

Según Barroso, la eurozona necesita más disciplina fiscal y una "gobernanza más fuerte".

"La responsabilidad fiscal es parte de la respuesta común (a la crisis)", insistió.

El presidente de la Comisión defendió la legitimidad de esta institución para presentar medidas de este tipo recordando que fueron los mismos gobiernos los que pidieron a la CE que presentara medidas para reforzar la gobernanza.

"Fue su decisión, lo repito, su decisión soberana, y cuando un Estado democrático confía poderes a otra entidad es un proceso plenamente democrático", señaló Barroso.

"Cuál es la alternativa? Crear más instituciones para complicar más el panorama institucional (de la UE)?", se preguntó el jefe del Ejecutivo comunitario.

Barroso aseguró que la CE "no quiere usar poderes que no tiene", pero añadió que ahora es necesario elaborar una "gestión europea" de la situación económica.

En su opinión, para asegurar "la credibilidad del euro", el control presupuestario no puede dejarse "al libre arbitrio de los Estados miembros", ya que entrarían en juego factores políticos que impedirían la integración de las políticas económicas.

En este sentido, Barroso recordó que, en el pasado, ya se dieron casos de "negociaciones cerradas" entre gobiernos y "coaliciones de Estados miembros para no respetar los pactos de estabilidad que ellos mismos habían firmado".