La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado en un escalón la nota de solvencia de la deuda a largo plazo de Portugal, que pasa así a 'BB+' desde 'BBB-', lo que representa un grado "especulativo", también denominado 'bono basura, ante el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento para el país luso a raíz de las sombrías expectativas para el conjunto de la economía europea.

Asimismo, la agencia, que mantenía la nota lusa en vigilancia con implicaciones negativas desde el pasado mes de abril, otorga al 'rating' portugués una perspectiva 'negativa', lo que abre la puerta a más recortes de calificación en el medio plazo.

Fitch justifica su decisión de recortar el 'rating' de Portugal en los grandes desequilibrios fiscales del país, así como en el elevado endeudamiento en todos los sectores y las adversas perspectivas macroeconómicas.

De hecho, la agencia ha rebajado las expectativas de crecimiento de Portugal a raíz del empeoramiento de las previsiones para el conjunto de Europa. De este modo, Fitch prevé una contracción de la economía lusa del 3% en 2012 y advierte de que la recesión complicará los planes de consolidación fiscal del Gobierno portugués y afectará negativamente a la calidad de los activos de la banca lusa.

"Un comportamiento económico y/o fiscal peor de lo previsto podría provocar una nueva rebaja", señala Fitch, ya que, aunque Portugal tiene cubiertas sus necesidades de financiación hasta 2013, el riesgo para la liquidez soberana puede incrementarse a finales del tiempo de asistencia externa si persisten las condiciones negativas en los mercados.

No obstante, la agencia destaca el fuerte compromiso del Ejecutivo de Passos Coelho con los ajustes y prevé que Portugal cumpla este año el objetivo de déficit del 5,9%, aunque sea recurriendo de manera significativa a medidas extraordinarias, como la transferencia al sector público de los fondos de pensiones de la banca.

Asimismo, Fitch considera que el presupuesto para 2012 está "bien diseñado" y contiene significativas reducciones del gasto, principalmente en pensiones y salarios públicos, por lo que espera que Portugal también cumplirá el objetivo de déficit del 4,5% en 2012.

Sin embargo, la agencia aprecia un riesgo grande para estas previsiones de ajuste, bien por el empeoramiento de las perspectivas económicas o por un insuficiente control del gasto. Así, Fitch prevé que la deuda pública pase del 93,3% del PIB en 2010 a cerca del 110% en 2011 y llegue hasta el 116% en 2013.

Además, la calificadora de riesgos señala que las empresas controladas por el Estado representan otro de los mayores riesgos fiscales para el país, por lo que considera muy probable que sean necesarias nuevas medidas de ajuste en este sector a lo largo de 2012.

"La crisis soberana supone un riesgo significativo para el sistema bancario luso, que surte de crédito a uno de los sectores privados más endeudados de Europa y es muy dependiente de la financiación mayorista, cuyo acceso ahora está cerrado", señala la entidad, que espera que el BCE, en caso de ser necesario, proporcione la liquidez de emergencia requerida para la recapitalización de las entidades portuguesas.