Los principales sindicatos italianos, la Unión de Trabajadores, la Confederación General Italia del Trabajo (CGIL) y la Confederación Nacional de Sindicatos de Trabajadores, han convocado una huelga de tres horas el próximo lunes para protestar en contra de las medidas aprobadas por el Gobierno encabezado por Mario Monti.

Así, los sindicatos se han puesto finalmente de acuerdo sobre la huelga, que en un principio oscilaba entre las dos y las cuatro horas según el sindicato convocante. Sin embargo, los trabajadores del sector público, de transportes y de servicios esenciales convocarán otra huelga en una fecha distinta, para que no coincida con la otra huelga y garantizar así los servicios mínimos a los ciudadanos.

Los sindicatos han recordado que están "preocupados" por las consecuencias que puede acarrear el nuevo plan de ajuste sobre los trabajadores por cuenta ajena y los jubilados y "sobre las perspectivas de desarrollo del país". Los líderes de los tres sindicatos, Luigi Angeletti, Susanna Camusso y Raffaelle Bonanni, han pedido un encuentro con el Gobierno y con todos los partidos "para solicitar la presentación de enmiendas al plan de ajuste durante el proceso parlamentario".

La secretaria general de la CGIL, Susanna Camusso, ha destacado que cree que Monti "tiene que cambiar de opinión" sobre la "imposibilidad" de proponer enmiendas al plan de ajuste. El primer ministro ha afirmado que "no hay alternativas" a estas medidas para salir de la crisis de deuda.

El objetivo, según ha precisado Camusso, es obtener "modificaciones sobre las materias más problemáticas para trabajadores y pensionistas".