Los líderes de la Unión Europea estudian adelantar un año la entrada en vigor del fondo de rescate permanente y mantener el fondo temporal hasta 2013, así como aumentar los recursos del FMI con préstamos bilaterales.

Los líderes pretenden aumentar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), con préstamos bilaterales de los bancos centrales de los países de la eurozona, que, según el Financial Times, ascenderían a 150.000 millones de euros.

Este monto podría ser completado con 50.000 millones de euros de países que no pertenecen a la eurozona.

La cena informal de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) discute un borrador al que ha tenido acceso Efe, en el que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha concentrado las cuestiones sobre disciplina presupuestaria y medidas financieras contra la crisis.

Su estrategia es intentar forjar esta noche-madrugada un acuerdo sobre las acciones a tomar y dejar para mañana los instrumentos jurídicos para conseguirlo, explicaron fuentes comunitarias.

De los dieciseis párrafos del documento, los líderes han dado su visto bueno a los siete primeros, si bien "queda la parte más difícil", que es la del final, donde se incluyen las medidas financieras más polémicas añadieron las fuentes.

En el borrador, se acuerda acelerar la entrada en vigor del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en cuanto los Estados miembros que sumen el 90 % de los compromisos de capital lo hayan ratificado.

El deseo de los líderes es que el MEDE entre en vigor en julio de 2012, un año antes de lo previsto.

El fondo permanente de rescate tendría además una capacidad de préstamo de un "máximo" de 500.000 millones de euros.

En la propuesta inicial del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, figuraba aumentar esta dotación.

Esto, combinado con la capacidad de 440.000 millones de euros del fondo temporal de rescate, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), permite aumentar de forma importante el alcance de tiro de los cortafuegos de la eurozona.

Berlín sigue oponiéndose a esta posibilidad.

En realidad, el FEEF solo dispone ya de 250.000 millones de euros tras descontar los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal.

El MEDE tendría además la posibilidad de recapitalizar directamente la banca y la naturaleza de una institución de crédito, lo que le garantizaría el acceso a fondos del Banco Central Europeo (BCE), algo que rechaza Alemania frontalmente.

La parte referida a los fondos de rescate, es íntegramente la propuesta de Van Rompuy, aunque incluye el adelanto de la entrada en vigor del MEDE como han querido Alemania y Francia.

También corrige un error cometido hace un año, cuando Berlín convenció a París de la necesidad de obligar a los acreedores privados a asumir quitas en las restructuraciones de deuda, lo que tuvo un efecto nefasto en la calificación los bonos europeos.

Ahora la eurozona se ajustará estrictamente a las reglas establecidas por el FMI.

Los líderes dejarán claro que la condonación de la mitad de la deuda griega por parte de la banca ha sido un caso "único y excepcional".

La eurozona quiere además que las decisiones para aprobar las intervenciones del MEDE sean por una mayoría cualificada del 85 % en caso de que la Comisión Europea y el BCE concluyan que se necesita una actuación urgente.

En el borrador aún no consta si la UE se encamina hacia una reforma del Tratado o un cambio en la legislación secundaria para forjar el pacto fiscal que incluirá sanciones automáticas y más controles de los presupuestos nacionales.

Los líderes apoyan introducir la regla de oro sobre equilibrio presupuestario en las constituciones y crear un mecanismo de corrección automática para casos de desviación.

El Tribunal de Justicia de la UE tendría competencia para verificar la transposición de esta regla a la legislación nacional.

Los presupuestos nacionales deberán ser en principio equilibrados y los países sólo podrán incurrir en déficit en circunstancias económicas excepcionales o para reflejar el impacto del ciclo económico en el presupuesto.

Los Estados miembros tendrán cierto margen, de manera que se considerará que respetan la regla aquellos que no se desvíen más de un 0,5 % del PIB nominal y también podrán tener déficit estructurales más elevados aquellos que tengan un nivel de deuda significativamente inferior al 60 % del PIB.

Los países que estén bajo programas por déficit excesivo enviarán a la CE y al Consejo un programa con las reformas estructurales necesarias para asegurar una corrección duradera del déficit excesivo.

La aplicación del programa y los presupuestos anuales serán supervisados por la Comisión y el Consejo y además se pondrá en marcha un mecanismo de notificación ex ante de sus planes de emisión de deuda.

El procedimiento por déficit excesivo será también reforzado de manera que haya sanciones más automáticas para los incumplidores que serán adoptadas, a propuesta de la CE, a menos que una mayoría cualificada de países se oponga.

El borrador también se refiere a la posible emisión de deuda común (eurobonos), pero sólo a largo plazo y después de llevar a cabo el refuerzo de las disciplina fiscal.