Si el año 2009, primero del que se puede decir que sufrimos la crisis a lo largo de todo el año, se dijo que los fondos de inversión habían experimentado una caída en la cifra de negocio que gestionaban, tocando fondo, estábamos completamente equivocados.

Ya en 2010, salvo por la aparición de una alto número de fondos garantizados que ayudaron a sujetar las cifras de negocio gestionadas por los fondos, la caída hubiese sido mayor. Entonces se aseguraba que más no se podía caer. Y volvíamos a estar equivocados.

El año 2011 ha vuelto a demostrar que supera lo esperado y pronosticado y, para muestra de ello, este pasado noviembre se ha vivido la peor caída en la cifra de negocio de fondos de todo lo que va de este año, ya que según los datos adelantados de Inverco en el pasado mes de noviembre el patrimonio de fondos españoles se contrajo un 3,3%, la mayor caída del año, hasta los 125.156 millones de euros, la cifra más baja desde 1996.

La cosa en el mercado de fondos se aguanta mediante la comercialización de muchos de ellos dentro de los denominados depósitos estructurados, como se puede ver en el comparador de depósitos iahorro.com, aquellos que dividen el dinero del ahorrador habitualmente en un porcentaje en un depósito tradicional y otro porcentaje en fondos de inversión. Si no se comercializasen este tipo de depósitos las caídas podrían ser muy superiores a las de las cifras de las que estamos hablando.

Con esto no hablamos de que sea generalizada la caída de las rentabilidades, ya que recordemos que los fondos basados en economías emergentes tuvieron su punto álgido de rentabilidad entre 2009 y gran parte del 2010.

Pero a nuestro modo de ver, dos son los factores principales que se dan para que la cifra de negocio de los fondos baje.

Por un lado, el hecho de que los depósitos, pagarés de bancos y demás productos financieros que comercializan las entidades financieras ofrecen rentabilidades superiores a los fondos de inversión que no asumen riesgo, además de las comisiones que cobran las gestoras de fondos y que reducen bastante la rentabilidad.

Por otro, que muchos de estos fondos de inversión ofrecen rentabilidad sin correr riesgo pero a más largo plazo que los productos comercializados por las entidades financieras ahora mismo, con lo cual, en una situación de crisis actual, las inversiones a menor plazo son mejor consideradas ante la posibilidad de que se necesite el dinero ante un contratiempo.

Ambos factores contribuyen de forma importante en que los ahorradores se decanten por productos que, aunque no ofrezcan mucha rentabilidad, por lo menos no cobren comisiones por la contratación, como pueden ser los depósitos bancarios o los famosos pagarés emitidos por las entidades financieras. Los fondos, y sus gestoras continúan en su política de comisionaje, lo que contribuye muy mucho a la merma final de la rentabilidad que estos productos dan y que, a mismos plazos, hoy por hoy es inferior a la que dan los bancos en los depósitos, sin ir más lejos.

O bien las gestoras de fondos se plantean el tema de sus comisiones de una forma diferente o lo que queda es una continua e incesante caída de la cifra de negocio que van a gestionar ya que las alternativas, sin asumir riesgo, hoy están dando mayores rentabilidades que los fondos sin riesgos y además a un menor plazo que estos.

IAHORRO.COM