Los empresarios del sector turístico en Canarias pusieron ayer el grito en el cielo contra la tasa por emisiones de dióxido de carbono que entrará en vigor a partir del 1 de enero para todos los aviones que aterricen o despeguen en la Unión Europea (UE). La patronal hotelera exigió que los vuelos con destino o salida del Archipiélago queden exentos de estos gravámenes, ya que, de lo contrario, ocasionará un grave perjuicio para el sector turístico, en tanto que repercutirá en los precios de los billetes para el consumidor y, por tanto, en la llegada de turistas.

"Si les ponen más tasas a las aerolíneas acabarán con el turismo. Las tasas hay que minimizarlas al mínimo", afirmó el empresario Santiago Santana Cazorla, que consideró que hay que evitar "costes supletorios" a las compañías "porque si no se van a otros países donde los aeropuertos son medio regalados". En su opinión, esta tasa "dificultará que aumente la llegada de turistas" y hace que Canarias "pierda competitividad".

En los mismos términos se expresó el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes, Rafael Gallego, que insistió en que dicho impuesto afectará "mucho" al sector turístico en las Islas porque "encarece el destino aproximadamente una media de 30 euros por trayecto". Criticó que se corre "el riesgo de que haya otros destinos que están en el Norte de África y Turquía que puedan verse beneficiados".

El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas , Fernando Fraile, coincidió en que con esta legislación "Europa se vuelve menos competitiva y afecta a Canarias". Estuvo de acuerdo en que esta región debe quedar exenta de dicha tasa por su lejanía y ante la falta de transportes alternativos. Sin embargo, el presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas, Felipe Navío, prevé que la medida "contendrá" el número de clientes, pero estima que, si Canarias mantiene la oferta de descuentos tarifarios, tiene "suficientes atractivos para que crezca el tráfico turístico, pese a la tasa por emisiones de CO2".

EEUU expresó "serias objeciones" a la medida de la UE, que respondió que no se vulnera ningún acuerdo internacional.