Para algunas personas es el amigo más fiel, mientras que para otras es casi un pecado. Una tarjeta de crédito es prácticamente imprescindible hoy día en el bolsillo para hacer frente a ciertos imprevistos o simplemente para satisfacer un capricho. El pequeño rectángulo de 'plástico' bancario del BBVA ha cumplido ya 40 años en España, un aniversario que festeja con una muestra itinerante que ha llegado a Canarias.

La oficina central ubicada en la calle Albareda, en la capital grancanaria, acogerá hasta el 3 de enero la exposición de cerca de un centenar de tarjetas que forman parte de los 800 plásticos que componen en la actualidad la única colección de tarjetas de crédito en España.

La tarjeta como medio de pago fue creada en 1951 por el Franklin National Bank en Long Island (Nueva York). Aunque para muchos era "un artefacto más" o "un invento americano", en la década de los sesenta empezó a introducirse en distintos países. El Banco de Bilbao firmó el 14 de julio de 1970 con Bank of America el contrato de adhesión al sistema de tarjetas BankAmericard. En abril de 1971 Banco de Bilbao lanzó la primera tarjeta bancaria en España: la tarjeta Banco de Bilbao BankAmericard, que permitía el pago total a fin de mes o el aplazamiento con un porcentaje del 10% del saldo dispuesto. Posibilitaba disponer de crédito para las compras hasta un límite de 25.000 pesetas, que se amortizaban por porcentajes mensuales y una validez de emisión por 6 meses.

A finales de 1971, Banco de Bilbao había emitido 742.000 plásticos frente a una previsión inicial de 215.000 tarjetas. En un principio sólo había tres centrales de tarjetas en Bilbao, Madrid y Barcelona, pero en la segunda fase de lanzamiento, a finales de aquel año, alcanzó a 15 nuevas provincias, entre ellas Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

A la carta

No es posible censar los distintos modelos de tarjetas que ha habido en estos 40 años, probablemente más de mil, según la entidad. Principalmente se ha ganado en adaptabilidad, accesibilidad, flexibilidad y seguridad. Al inicio sólo existía una única tarjeta; hoy hay distintas tipologías adaptadas a las necesidades particulares de cada cliente. Es la era de la tarjeta a la carta.

El responsable del Archivo Histórico del Banco, Víctor Arroyo, explica que las primeras tarjetas eran muy parecidas exteriormente a las actuales en cuanto a formato, aunque con menos cuestiones de seguridad que las actuales. El principio de "confianza" era clave en este aspecto, ya que carecían de banda magnética y su funcionamiento se basaba en la confirmación telefónica de saldos y el paso por una "bacaladera" para su abono. En la exposición puede verse una de dichas bacaladeras. Su inserción supuso un cambio de esquemas mentales muy importantes, ya que el cliente salía con la compra y el comerciante se quedaba con un resguardo, cuando un año antes se quedaba con el dinero efectivo.

En cinco vitrinas se exponen documentos originales, los primeros modelos de tarjetas, el modelo "bankamericard" y su paso a "VISA", y en las dos vitrinas finales se realiza la aportación BBVA de presente y futuro con la presentación de la gama de tarjetas que tiene en la actualidad.

Por su parte, el director de la oficina de Albareda, Daniel Bustos, destacó la evolución hacia un diseño más moderno. Incidió en que "cada vez se utilizan más las tarjetas de crédito" por la "comodidad y la seguridad", factores clave.

A los clientes que admiran la exposición les llama la atención sobre todo ver el primer acuerdo entre el Banco Bilbao y Bank of America, el primer impreso de solicitud de tarjeta o las antiguas emitidas con escudos de equipos de fútbol, tales como el F.C. Barcelona, el Athletic Club de Bilbao y el Sabadell.

La entidad se ha adaptado a cada época en sus reclamos publicitarios. Tanto es así que en uno de los siete paneles de la muestra figura una publicidad de la década de los setenta en la que se anima a los hombres a darle "un crédito a su esposa". "No practique la discriminación de la tarjeta. Su esposa también tiene derecho a disfrutar de sus ventajas", reza el anuncio.

Actualmente hay alrededor de 250.000 clientes en la Dirección Territorial de Canarias con tarjeta, de un total de 3,7 millones de clientes BBVA con tarjeta en toda España. Muchos comercios del Archipiélago mantienen aún en sus escaparates las pegatinas de los primeros 'plásticos'.