Kutxabank, el banco fruto de la integración de las tres cajas de ahorro vascas, inicia su andadura este lunes con 75.729 millones de euros en activos, lo que le sitúa como el noveno grupo financiero del sistema bancario español.

Con mayores activos que Kutxabank cuentan los bancos Santander, BBVA, Bankia, La Caixa, Popular, Sabadell, CatalunyaCaixa y Unicaja-Caja España.

Kutxabank, que recibe todos los activos y pasivos de las tres cajas vascas (la alavesa Vital, la guipuzcoana Kutxa y la vizcaína BBK), salvo los vinculados a la obra social y el patrimonio artístico, sumará 1.300 oficinas y tendrá una plantilla de más de 9.000 personas.

La BBK -la mayor, y más tras la absorción de Cajasur en 2010- cuenta con el 57 % de las participaciones en el capital social del nuevo banco; la Kutxa, con el 32 %; y la Vital, con el 11 % restante.

Su presidente será el abogado Mario Fernández, actual presidente de BBK y exvicelehendakari con el PNV entre 1982 y 1985, en el gobierno Vasco de Carlos Garaikoetxea.

Fernández anunció el pasado viernes que los primeros meses del banco se destinarán a consolidar el proyecto, de manera que no hay negociaciones con otras entidades para aumentar el tamaño del nuevo banco.

Precisó esta táctica porque a largo plazo siempre ha defendido que el nuevo banco deberá crecer. De hecho, anteriormente llegó a decir que su propósito es doblar su tamaño en el plazo de dos años, con la aspiración de convertirse en el tercer "grupo de cajas" español, tras Bankia y La Caixa.

En su plan estratégico figura situar su capital principal ("core capital") en 2015 cercano al 16 por ciento y alcanzar, en esa misma fecha, un beneficio superior a los 800 millones de euros, el doble de la ganancias agregada de las tres cajas en 2010.

Los ajustes de plantilla se realizarán mediante un sistema de prejubilaciones que afectará hasta enero de 2014 a unas 500 personas con edades comprendidas entre los 62 y los 63 años.

A partir de mañana las tres cajas seguirán operando de cara a los usuarios de forma idéntica a como lo venían haciendo hasta ahora, aunque incorporarán las ventajas de la eliminación de las comisiones por transacciones entre ellas, lógicas en una entidad unitaria.

Con Kutxabank culmina con éxito el enésimo intento de fusión de las cajas vascas emprendido en los últimos diez años y fallidos, hasta ahora, por mutuas desconfianzas políticas.