Cerca de 12.000 personas en Las Palmas de Gran Canaria y unas 8.000 en Santa Cruz de Tenerife, según CCOO y UGT (la Policía Nacional no quiso dar estimaciones), secundaron ayer las manifestaciones en ambas capitales isleñas en contra de la reforma laboral aprobada por el Gobierno y convalidada por el Congreso, como antesala a la huelga general del próximo 29 de marzo. "Viva la lucha de la clase obrera", "reforma laboral, reforma criminal", "reforma laboral, terrorismo empresarial", "Rajoy escucha, el pueblo está en la lucha" y "unidad para vencer al Gobierno del PP" fueron algunos de los gritos de los protestantes, que, acompañados de pitos y batucada, participaron en sendas movilizaciones en las Islas en un día soleado.

"Ahora no toca el miedo, sobre todo por nuestros hijos y por el futuro", afirmó el secretario general de CCOO Canarias, Juan Jesús Arteaga, quien afirmó en la capital grancanaria que con esta marcha se pretende "combatir el miedo y la resignación", así como "poner a punto los motores y llegar a la conciencia de la mayoría silenciosa".

Arteaga, que destacó el éxito de la convocatoria, señaló que cada vez que se organizan movilizaciones no se hace como "derecho al pataleo", sino teniendo como objetivo "cambiar la reforma y tumbarla". "Si no lo conseguimos ahora creo que más adelante lo conseguiremos", agregó.

En este sentido, recordó que cuando la penúltima huelga general, que fue convocada contra el Gobierno, en este caso central presidido por José María Aznar (PP), "al cabo de ocho meses una parte importante del contenido de esa reforma laboral tuvo que cambiarla y eso le costó el cargo a seis ministros". De ahí que advirtió el dirigente sindical que "quedan todas las manifestaciones que sean precisas".

Por su parte, en el recorrido de Santa Cruz de Tenerife el secretario general de UGT de Canarias, Gustavo Santana, avisó de que la huelga general del 29 de marzo no será la última si el Gobierno no da marcha atrás con la reforma laboral.

Equilibrio

El secretario de Cohesión Social de UGT, José Ángel Ramírez, denunció en Gran Canaria que la reforma laboral "quiebra bestialmente los derechos de los trabajadores".

"Es una reforma para y por los empresarios", aseveró el dirigente sindical, que incidió en que "se rompe la equidad por la que nace el derecho al trabajo y el equilibrio entre empleador y empleado". A su juicio, la huelga general tiene "más cabida que nunca porque está en juego la pérdida total de los derechos de los trabajadores y retrotraernos 30 años".

A la manifestación se sumaron otros sindicatos y partidos como IC, FSOC, Cobas, Sitca, el PSC-PSOE, NC e IUC, además del movimiento 15-M.

La protesta en la capital grancanaria cambió su tradicional itinerario para que fuera más largo, según explicaron los organizadores. Así, los asistentes salieron del Parque de San Telmo, subieron por Bravo Murillo y siguieron por Tomás Morales hasta el Obelisco, para finalizar en la Plaza de la Feria, delante de la Delegación del Gobierno en Canarias, donde se desarrollaron los discursos tras la interpretación de La Internacional.

En el trayecto participaron el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar, el secretario general de la agrupación del PSC de Las Palmas de Gran Canaria, Sebastián Franquis, el diputado nacional de Nueva Canarias (NC) Pedro Quevedo, y el portavoz adjunto de NC en el Cabildo grancanario, Carmelo Ramírez, entre otros.