El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó este lunes dos décimas el crecimiento de la eurozona en 2013, año en que saldrá de la recesión, mientras la atención se centra en la mejora del acceso de Italia y España a los mercado financieros.

El "Informe de Perspectivas Económicas Mundiales" divulgado este lunes subraya que la solución de la crisis en la zona euro será vital para reactivar el crecimiento mundial, mientras que el riesgo de que Italia o España no puedan financiarse en los mercados de deuda por su cuenta podría "descarrilar la economía mundial", según aseguró el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard.

Según la revisión de los datos del FMI, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro se contraerá un 0,3 por ciento este año y crecerá apenas siete décimas en 2013 (0,2 puntos porcentuales menos de lo esperado), con las economías españolas e italiana en recesión los dos años.

Alemania, la "locomotora europea", crecerá en 2012 y 2013 alrededor del uno por ciento, mientras que conseguirá reducir su deuda pública gracias su bajo déficit fiscal y la facilidad para financiarse a bajo interés, según datos del "Fiscal Monitor", también actualizado hoy.

Mientras tanto, Francia crecerá un 0,3 en 2012 y un 0,8 por ciento en 2013, con una previsiones recortadas ligeramente, mientras que conseguirá mantener el ritmo de reducción del déficit, en buen camino para obtener el equilibrio fiscal en 2017.

El FMI redujo sus previsiones de caída de España para este año en cuatro décimas, hasta el 1,5 por ciento de contracción, mientras que corrigió a la baja la parca creación de riqueza esperada en abril pasado para 2013 (del 0,1%) para considerar que la recesión se prolongará un años más con un retroceso del 0,6%.

"El mayor riesgo para la economía global es el círculo vicioso en España e Italia" en el que se debilite el crecimiento y los mercados de deuda den la espalda a estos dos países, indicó Blanchard.

El italiano Carlo Cotarelli, jefe del departamento fiscal del FMI, recordó hoy que "existe una persistente diferencia para algunas economías avanzadas de Europa entre el estado de sus cuentas y la percepción del riesgo que reflejada por los intereses del mercado, que son más negativas de lo explicable por los fundamentos".

Los datos presentados hoy no incluyen el impacto que pueden tener las medidas de ajuste presentadas por el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy por unos 65.000 millones de euros, aunque el consejero del FMI Thomas Helbling dijo que afectarán al crecimiento, especialmente en 2013.

No obstante, los responsables del FMI destacaron la importancia de mantener la consolidación fiscal en "los países de la periferia de la zona euro" mientras se consigue el ritmo de reducción del déficit.

El FMI espera que para España el déficit ronde el 7 por ciento este año y el 5,9 por ciento en 2013.

En 2014, según el compromiso adquirido con los ministros de Finanzas de la zona euro, España debería conseguir rebajar su déficit por debajo del 3 por ciento.

El "Fiscal Monitor" muestra que la deuda española seguirá creciendo hasta el 90,3 por ciento en 2012 y hasta el 96,5 por ciento en 2013, con el añadido que la ratio deuda-PIB no se estabilizará antes de 2016.

No obstante, Cotarelli recordó que "el ajuste fiscal se está llevando a cabo en las economías avanzadas a un ritmo, en general, apropiado", aunque consideró necesario que "se asegure a los mercados que el proyecto europeo sigue siendo viable".

Según el español José Viñals, director del Departamento Financiero y Mercados de Capital del FMI, los riesgo a la estabilidad financiera debido a Europa se han agravado en los últimos tres meses.

No obstante, Viñals señaló la importancia que ha supuesto el acuerdo en la cumbre europea de finales de junio para recapitalizar la banca directamente a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y con la creación de supervisión bancaria a nivel europeo.

"La aplicación a tiempo es esencial y más esfuerzos serán necesario para que de una vez por todas se rompan los efectos adversos entre bancos débiles y deuda soberana débil", indicó Viñals en rueda de prensa.

Viñals insistió que la manera de operar a la hora de rescatar o liquidar bancos en apuros debe centrar en el contexto de cada caso y país, de manera "que se fortalezca el balance de las entidades viables a través de recapitalización y restructuración".