El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, se reúnen hoy para analizar la evolución de la situación económica en la eurozona e instar a la UE a que aplique ya los acuerdos adoptados en el último Consejo Europeo.

La cita es a las dos de la tarde en el Palacio de la Moncloa, donde mantendrán un almuerzo de trabajo antes de ofrecer una rueda de prensa conjunta.

Después, el primer ministro italiano se desplazará al Palacio de la Zarzuela donde será recibido en audiencia por el rey.

Cuando Rajoy y Monti se reúnan ya sabrán la decisión del Banco Central Europeo (BCE), que hoy trata en su sede central de Fráncfort la política monetaria de la zona euro.

Hay expectación ante esa reunión del BCE después de que la semana pasada su presidente, Mario Draghi, dijera que la entidad hará todo lo que sea necesario para preservar el euro, unas declaraciones que contribuyeron a la caída de la prima de riesgo italiana y española.

"Dentro de nuestro mandato el BCE está preparado para hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro, y créanme, esto será suficiente", manifestó Draghi.

Los máximos responsables de los gobiernos español e italiano quieren que se pongan en marcha las medidas acordadas por el Consejo Europeo, entre ellas facilitar el uso de los fondos de rescate europeos para comprar deuda de países que, como estos dos, sufren una fuerte presión de los mercados.

Además, están especialmente interesados en que entre en vigor el plan de crecimiento aprobado por los socios comunitarios por un importe de 120.000 millones de euros.

Monti llega a Madrid después de una ronda de contactos con líderes europeos, entre ellos el presidente francés, François Hollande, y el máximo mandatario finlandés, Jyrki Katainen.

Por su parte, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, viaja hoy a Roma para reunirse con el secretario nacional del Partido Demócrata, Pier Luigi Bersani, en un encuentro en el que abordarán la necesidad de impulsar los acuerdos del Consejo Europeo, donde se apostó por políticas de crecimiento, y la actuación del BCE.