El ministro de Industria, Energía y Turismo y presidente del PP canario, José Manuel Soria, destacó ayer que si las prospecciones que realizará Repsol, a 60 kilómetros de las costas canarias, detectan que "hay petróleo, gas o ambas cosas", sería la "salvación de Canarias", con una alta tasa de paro y una economía débil. Además, asegura que "quienes se oponen a las prospecciones condenan al Archipiélago al paro infinito".

Soria insistió en los beneficios que tiene para una economía como la canaria que se hagan catas petrolíferas en sus aguas y señaló que las prospecciones que pretende realizar Repsol se harían a 60 kilómetros de las costas. Con esta distancia, las catas, según el ministro, son "totalmente compatibles" con el turismo de las Islas. Además, José Manuel Soria subrayó el "impacto colosal que podría tener en términos positivos" para las Islas que se encontrase petróleo o gas.

"Su extracción sería tremendamente positiva para los puertos canarios, para la industria mecánica, eléctrica, turística, comercio, restauración... Sería la salvación de Canarias", reiteró al contestar de forma implícita a los que se niegan a saber si cerca del Archipiélago hay o no bolsas de gas y petróleo. El Gobierno de Canarias y los Cabildos de Fuerteventura y Lanzarote son tres de las instituciones que más luchan en contra de las perforaciones que prepara Repsol.

Soria destacó que la economía de Canarias está basada en el sector terciario, principalmente en el turismo, que tiene "un peso muy superior al de España, un 28%", y calificó de "tragedia" que la tasa de desempleo en el archipiélago esté en el 31%, a pesar de haber vivido en 2011 un año récord turístico (con 12 millones de visitantes). Encontrar petróleo sería una "oportunidad extraordinaria, fundamentalmente para dar trabajo a los más jóvenes" y para el empleo cualificado, ya que "muchos ingenieros están en Canarias". Se quejó además de que tras autorizase las prospecciones, "haya habido algunas quejas y protestas por parte del Gobierno de Canarias", que un mes antes de que se autorizaran "se manifestaba claramente a favor de ellas".

En la misma entrevista, José Manuel Soria, advirtió a las empresas energéticas de que ningún sector debe pensar que se quedará al margen de la reforma energética. Las reformas del sistema eléctrico están encaminadas a frenar el déficit de tarifa, un desfase que ya supera los 25.000 millones de euros y que se genera porque los ingresos obtenidos vía recibo de la luz son insuficientes para cubrir todos los costes del sistema, explicó el político canario.

"No debería haber ningún sector que estuviese pensando que va a quedar al margen del ajuste", avisó antes de insistir en que el ajuste necesario lo van a asumir tanto el Estado y los ciudadanos como las empresas energéticas -convencionales y de renovables-, a quienes les ha reconocido "legitimidad" en las quejas sobre las futuras reformas porque las medidas mermarán sus negocios. "Todos tenemos que colaborar" en el alivio del déficit de tarifa, remató. "Con todos los problemas que hoy tiene España" no puede haber ningún sector que se crea que no le van a afectar. Soria insistió en que la resolución del déficit de tarifa vaya a cargarse íntegramente al consumidor, ya que, para ello, "la luz tendría que subir un noventa o un cien por cien".

Con respecto a la posibilidad de reducir las primas a las energías renovables de manera retroactiva, José Manuel Soria indicó que el Tribunal Supremo ya le dio la razón al Gobierno anterior cuando adujo que las primas pueden reducirse siempre que los costes de las tecnologías renovables disminuyan. De cara al futuro, Soria avanzó que el objetivo del Gobierno para este año es "taponar" la generación de déficit de tarifa y que, a partir del próximo año, entrará en la "modificación en profundidad" de la ley del sector eléctrico para abordar aspectos relativos a la fijación de la tarifa de la luz.

El ministro quiso cerrar la entrevista con datos esperanzadores acerca del turismo de extranjeros en España y con pesimismo sobre los visitantes nacionales. El número de turistas internacionales a finales de 2012 podría ser de más de 58 millones.

"Estamos preocupados por el comportamiento del turismo nacional", reconoció, al tiempo que consideraba que esa situación "es un reflejo directo de la evolución de la economía y de la caída en los niveles de renta disponible de los españoles, unido al drama que supone la cifra de más 5,6 millones de personas paradas en España". Por el contrario, el turismo internacional mejora y ello pese a que ya 2011 fue "un año muy bueno".

En el primer semestre de este año, las llegadas de turistas internacionales ascendieron a 25,1 millones, un 2,9 % más que en el mismo periodo de 2011, año en el que los turistas internacionales rozaron los 57 millones. "A lo mejor podríamos estar en 58 millones o 58 millones y algo" al término de 2012, ha vaticinado el ministro, que admitió que un porcentaje importante de las llegadas en 2011 y 2012 fue "prestado" de países como Túnez y Egipto.

"Nosotros no podemos ni debemos basar la competitividad de ninguno de nuestros sectores en el mal ajeno", advirtió. Además, insistió en la necesidad de profundizar la política de promoción allí donde España ya es conocida y en países como Rusia y China.

Tras recalcar que el turismo es el sector más importante en España, donde "supone 11 de cada 100 euros de la actividad económica" y da trabajo a 2,5 millones de personas, reconoció que los empresarios turísticos tienen "mucha razón", cuando se quejan por la subida del IVA que les afecta del 8 al 10 %. Y ello además, porque había "una expectativa" de que se pasase a un tipo superreducido del 4 %. No obstante, añadió, el Gobierno no renuncia a que los tipos impositivos vuelvan a los anteriores y, en turismo, a poder volver a plantear el tipo superreducido, "pero eso requeriría que la actividad económica se hubiese recuperado ya".