En los últimos 30 años Iberia ha reducido su plantilla en Canarias un 81%. Si a mediados de los años 80 la aerolínea contaba con, aproximadamente, un total de 4.640 trabajadores en las Islas, hoy en día son 867 las personas que trabajan para esta compañía. Por islas, en Gran Canaria y Tenerife se ha pasado de tener 1.800 empleados a 388 y 443, respectivamente; en Fuerteventura ha reducido su plantilla de casi 500 personas a solo dos operarios, al igual que en Lanzarote, donde solo quedan dos trabajadores donde antes había 400. En La Palma se ha pasado de los 100 a los 32 empleados y en La Gomera y El Hierro, dos islas en las que antes había una veintena de trabajadores de Iberia en cada una, ya no queda ningún empleado de la compañía.

"A raíz de la desaparición del monopolio que Iberia tenía en el Archipiélago, y con la entrada de segundos operadores, se hicieron subrogaciones del personal que trabajaba para Iberia a otras compañías, de manera que estos trabajadores dejaron de formar parte de la compañía", explica Orlando Robledano, responsable del sector aéreo de UGT Canarias. Robledano afirma que "en ninguno de estos casos estamos hablando de despidos o de que los empleados perdieran su puesto de trabajo. Siempre se negoció un cambio de compañía que no perjudicara al trabajador".

El representante de UGT afirma que en Canarias "los únicos despidos que Iberia ha llevado a cabo han sido disciplinarios". Esta situación podría cambiar a raíz del plan de viabilidad que la aerolínea está elaborando para hacer frente a la mala situación económica que está atravesando, según hizo público su consejero delegado, Rafael Sánchez-Lozano. Aunque la puesta en marcha de este plan de viabilidad se anunció el viernes, no será hasta septiembre cuando Iberia dará a conocer las medidas que harán que la compañía deje de perder diariamente 1,5 millones de euros.

"Los trabajadores están nerviosos porque no se puede anunciar una cosa así y dejar a la plantilla con esta incertidumbre durante 30 días. Todos están preocupados y más cuando ni los sindicatos tenemos información de lo que va a suceder", afirma Robledano. Por su parte, Sánchez-Lozano se dirigió a los empleados de Iberia a través de una carta en la que señalaba que es necesario que la empresa aborde un proceso de cambio con el objetivo de "sobrevivir".

Mientras, los sindicatos no entienden por qué Iberia no ha presentado su plan de viabilidad al desvelar las pérdidas a las que está haciendo frente. "La empresa tiene declarado un ERE desde 2001 que sigue en vigor hasta diciembre de este año y lo que queremos es que la empresa actúe dentro de ese marco, al que ya podía haber recurrido antes", apunta Robledano.