La entrada en vigor del copago farmacéutico en julio provocó un alza de tres décimas en la inflación interanual, que se situó en el 2,2 %, la tasa más alta del año.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los fármacos registraron en julio un incremento del 36,3 % respecto al mes anterior, mientras que si se compara con el mismo mes de 2011 el alza fue del 22,7 %.

Este aumento contrasta con las caídas interanuales de los fármacos en junio, del 10 %, y en mayo, del 9,8 %, lo que refleja que los medicamentos han bajado sus precios y que el incremento del pasado julio se ha debido al copago.

Los fármacos forman parte del grupo de medicina, que aumentó su tasa anual en julio casi diez puntos respecto al mes anterior, hasta situarse en el 6,6 %, un incremento que fue del 9,7 % si se compara mensualmente.

El Ministerio de Economía ha incidido en que la inflación se habría mantenido en el 1,9 % de junio si no se hubiera introducido en julio el copago de los medicamentos.

Economía ha explicado en un comunicado que, a pesar de la fuerte alza de los productos energéticos, la subida de la inflación sólo es achacable al cambio de normativa de financiación de los fármacos, al tiempo que ha subrayado que el precio de los medicamentos no ha aumentado.

El copago establece, excepto en el País Vasco, que los pensionistas de la Seguridad Social abonen ahora el 10 % del precio de las recetas, con un tope o aportación máxima de 8, 18 y 60 euros, en función de la renta y en tratamientos de larga duración.

Los usuarios con un nivel de renta por encima de 18.000 euros pagan el 50 % de los medicamentos, mientras que los que están por debajo de esa cantidad siguen abonando el 40 % actual y aquellos cuya renta sea superior a 100.000 euros pagan el 60 %.

Además de la medicina, el transporte también aumentó su variación anual nueve décimas hasta el 3,8 %, por el incremento de los precios de los carburantes y lubricantes y, en menor medida, del transporte aéreo.

La vivienda, con una tasa anual del 5,4 %, subió cuatro décimas, como consecuencia del alza de los precios de la electricidad.

En cambio, bajaron los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuatro décimas hasta el 1,8 %, y las bebidas alcohólicas y el tabaco, dos puntos con una tasa anual del 9,5 %.

Respecto a junio, el IPC mensual cayó dos décimas, principalmente por la caída del 12,2 % del vestido y calzado por la temporada de rebajas, frente a la subida del 9,7 % de la medicina.

La inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- incrementó su tasa anual una décima, hasta el 1,4 %.

Todas las comunidades autónomas aumentaron su tasa anual, excepto el País Vasco, que la mantuvo en el 1,9 %.

Los mayores incrementos se produjeron en Canarias, cuya variación del 2,1 % es un punto y una décima superior a la de junio, y en Navarra, que aumentó su tasa anual cinco décimas hasta el 2,5 %.

Asimismo, el índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 2,2 %, cuatro décimas más que en junio, lo que hace que el diferencial con la zona del euro siga siendo favorable a España en dos décimas.

Desde el lado sindical, CCOO ha afirmado que la inflación subió en julio por los beneficios "desmesurados" de algunas empresas y sectores, ha añadido que la actitud de estas compañías, junto con la "inconveniente" subida del IVA, suponen "un duro mazazo" a las posibilidades de la economía española de competir en precios y un deterioro en las condiciones de vida de los ciudadanos.

Por su parte, UGT ha señalado que la subida de la inflación muestra la "profunda" recesión de la economía española, "que ni siquiera en el periodo estival ha impulsado su actividad".

Asimismo, ha considerado imprescindible que se adopten medidas que activen la demanda interna en lugar de unas políticas que recortan las posibilidades de consumo de los ciudadanos, "como las impuestas por el Gobierno", o como las que propone el Banco Central Europeo (BCE) de reducir más los salarios.