El Consejo de Gobierno remitió ayer al Consejo Consultivo la Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias, una norma que ha provocado rechazo en las instituciones y empresarios de Gran Canaria por restringir el incremento de nuevas plazas hoteleras, expulsar del mercado a muchas camas extrahoteleras y exigir que las villas turísticas deben estar situadas a una distancia no inferior a 500 metros de la costa. La patronal turística y el Cabildo de Gran Canaria consideran que debería tenerse en cuenta la realidad de cada isla.

El texto enviado al Consejo Consultivo introduce una novedad y es que el Ejecutivo permitirá durante dos años -entre diciembre de 2012 y diciembre de 2014- la construcción de nuevos establecimientos hoteleros de cinco estrellas, ya que en la ley se sigue establecimiento que las nuevas plazas que se autorizarán deberán ser de cinco estrellas y gran lujo. Esta disposición transitoria de la ley intenta dar salida a proyectos de nuevos hoteles que se han visto frenados porque no reúnen las condiciones del gran lujo para poder tener licencia. Una vez que pase este periodo temporal la ley seguirá siendo taxativa y sólo permitirá nuevas plazas inferiores a las cinco estrellas y gran lujo siempre que estén vinculadas a proyectos de renovación o sustitución de camas obsoletas.

"La moratoria se perpetúa". De esta forma, el portavoz del Gobierno canario, Martín Marrero, ratificó la clara determinación del Ejecutivo que preside Paulino Rivero de mantener de forma indefinida las restricciones al incremento de la oferta alojativa. Marrero advirtió que "se podrá estar de acuerdo o no con este modelo de crecimiento pero es la decisión de este Gobierno y de su presidente".

Esta decisión de mantener la moratoria turística de forma indefinida es criticada por los empresarios de las dos provincias por igual. Sin embargo, la crítica es más contundente por la patronal de Las Palmas ya que su presidente, Fernando Fraile, advierte que con estas restricciones "se ha más daño a Gran Canaria que a Tenerife". Según Fraile, "Tenerife no necesita más camas hoteleras porque ha incrementado su oferta en los últimos años y ha llegado a las 200.000 camas, mientras que Gran Canaria ha perdido oferta y estamos con unas 130.000 plazas".

El dirigente de la patronal turística añade que "no se puede hacer una ley de café para todos cuando la realidad entre las islas es muy distinta. Esta ley frena a Gran Canaria porque exige sólo hoteles de cinco estrellas de gran lujo cuando pueden existir proyectos interesantes de cuatro estrellas porque hay que adecuarse a la demanda del mercado y no lo que diga en cada momento el Gobierno".

Por su parte, el consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, Melchor Camón, cree que el incremento de las camas turísticas en los complejos extrahoteleros perjudica especialmente a Gran Canaria y pueden quedar fuera del mercado hasta 86 alojamientos. Asimismo, la exigencia de construir las nuevas villas al menos a 500 metros de la costa frena también nuevas edificaciones de esta tipología en el Sur grancanario y favorece a Tenerife ya que la orografía y las condiciones del mercado son diferentes. Camón advierte que frenar el crecimiento turístico " perjudica a Gran Canaria porque tiene menos camas y los turoperadores tendrán que desviar los clientes a otros destinos tanto cercanos como a otras zonas".

El gerente de la patronal turística de Tenerife (Ashotel), Juan Pablo González, sí criticó el "intervencionismo" del que adolece la ley y, aunque Tenerife tiene una oferta hotelera suficiente, considera que la ley podría contemplar otro tipo de plazas que dieran más variedad a la oferta turística de las Islas. "Nos preocupa que se confunda la calidad con el lujo", señala el gerente de la patronal tinerfeña.

Z Nuevos establecimientos

El anteproyecto de ley fija que los nuevos establecimientos hoteleros deberán tener una categoría mínima de cinco estrellas gran lujo. También se permitirán nuevos complejos extrahoteleros siempre que el planeamiento lo permita, si bien los apartamentos también tendrán que ser de cinco estrellas. El Ejecutivo ha introducido una excepción de dos años, periodo durante el cual se podrán autorizar proyectos hoteleros de cinco estrellas. Asimismo, el Gabinete de Rivero exige a los nuevos establecimientos que durante seis años al menos el 60% del personal deberá proceder de las listas del Servicio Canario de Empleo. Según explicó ayer el portavoz del Gobierno, con esta medida se pretende favorecer la contratación de residentes en las Islas, una de las prioridades del Ejecutivo para reducir las listas del paro.

Z Modalidades turísticas

La ley establece la ordenación urbanística de las villas, aunque impone que estas áreas deberán situarse a una distancia no inferior a 500 metros del dominio público marítimo-terrestre. La densidad permitida para esta modalidad turística está comprendida entre 10 y 40 unidades por hectárea como mínimo y máximo, que no excederán del 20% de la superficie total del sector de suelo urbanizable de que se trate. Otra modalidad que regula nueva norma es el condominio, una fórmula ampliamente utilizada en América y que ahora llega a Canarias.

Z Incentivos

La ley da "estabilidad" a los incentivos, según Martín Marrero, si bien el Gobierno tiene la potestad de revisarlos cada tres años sin necesidad de modificar la normativa. El incentivo más novedoso que se desarrolla es el de la edificabilidad, con coeficientes en función de la renovación y el aumento de la calidad. También se regula los incentivos en función de la densidad de la parcela y se permite plazas adicionales hasta un 50% más de las que se tenían autorizadas en el caso de hoteles, mientras que será de un 25% en caso de apartamentos. Se mantiene la sustitución y traslado de establecimientos turísticos.