"Me dan ganas de llorar". Así se mostraba ayer el exeurodiputado de Coalición Canarias Isidoro Sánchez, el tinerfeño que puso en pie Islas Airways junto a Francisco González Yanes. La amistad entre ambos se fraguó en un colegio de Puerto de la Cruz, creció en las calles del municipio tinerfeño y no se evaporó cuando los González pusieron rumbo a Venezuela en los años cincuenta del pasado siglo. En el estreno del milenio ambos se unieron y decidieron romper el monopolio del transporte aéreo interinsular.

Pero antes de haber llegado a ese punto "Paco, que es el menor de un montón de hermanos, compró la compañía Santa Bárbara a unos ganaderos venezolanos", rememora Sánchez. Por entonces, la aerolínea solo se ocupaba de vuelos domésticos en el país sudamericano, pero González Yanes tenía otros planes más ambiciosos para su recién estrenado negocio. En poco tiempo, logró unir Caracas con Madrid, Tenerife y Miami.

En uno de sus viajes a Canarias, convenció a Isidoro Sánchez de lo beneficioso que sería en términos de competencia y negocio lanzarse a romper el mercado monocolor que existía en el Archipiélago. "No recuerdo bien, pero yo creo que la empresa de mi familia puso unos 20 millones de pesetas que logramos sacar vendiendo unos terrenitos que teníamos", señala el ya jubilado Sánchez. Eso le valió atesorar el 10% de la empresa.

"Nos fuimos juntos a Toulouse a ver los aviones ATR con que íbamos a operar. Fue un momento emocionante y lo que más recuerdo es lo que me dijo un periodista en el vuelo inaugural: 'han roto el monopolio", afirma Sánchez.

Lo cierto es que el proyecto nunca fue bien del todo, como lo demuestra el hecho de que el expolítico tinerfeño reconozca que perdió dinero. Se mantuvo en la sociedad entre 2003 y 2007, momento en el que vendió a su socio su parte y este a su vez el paquete de participaciones completo al actual propietario, Miguel Concepción.

Con todo, no se arrepiente de la experiencia, porque era "una oportunidad de negocio importante", señala. De aviones nunca supo mucho, "de eso se ocupaba Paco, lo mío eran más las gestiones políticas, pero cuidado, nacimos sin un solo euro público", enfatiza con rotundidad Isidoro Sánchez.

De aquel nacimiento a esta "agonía", tal y como definía ayer el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO-Canarias. Por eso, Sánchez no podía ocultar ayer su tristeza. "Estuve en el Sur todo el día y cuando llego a casa me encuentro con este mensaje de mi hijo", afirmaba consternado.

Él se mantiene al margen de la situación creada, pero no se le escapa que la gravedad debe ser mucha como para que seis tripulantes, la totalidad de los que estaban en el plan de trabajo en la tarde de ayer, llamaran desde los servicios de urgencia de diversos centros sanitarios canarios para comunicar que su estado de salud les impedía realizar su labor en condiciones.

El futuro dibuja otra salida del mercado de una aerolínea, algo que a decir del consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, "es muy preocupante".